Vigésimo Primer Recuerdo
Apenas habían terminado de informar por la radio policial cuando el menor, con su vista fija en la pantalla de su móvil, se levantó de un salto de aquel sofá para correr hacia la salida desesperado. Volkov temiendo lo peor, también se incorporó y alcanzó al moreno antes de que este llegara al ascensor tomándolo de la mano y empujándolo suavemente por los hombros hacia la pared, arrinconándolo con su cuerpo y levantando su rostro con sus manos, para ver su hermosa mirada bicolor desesperada y cubierta por una capa de agua que amenazaba con salir y cubrir sus mejillas sonrojadas.
— No irá solo Horacio, me tiene a mí — susurró —, me tiene a mí y a toda la malla de la LSPD, pero por favor, no cometa ninguna locura, no quiero perderlo.
El moreno solamente pudo asentir con su cabeza, sintiendo como lentamente el ruso retiraba sus manos, con su mirada fija en él, esperando por algún movimiento que le delatara que iba a huir, pero no fue así. Horacio no se sentía capacitado para ir tras aquella organización él solo, y sabía que empeoraría las cosas. Las imágenes que había recibido en su móvil, que aun sostenía fuertemente con su mano izquierda, eran de Collins siendo apuntado por tres sujetos armados, que portaban una vestimenta negra y una máscara con un rostro terrorífico rosa, en el Gabriela's para luego subirlo a una camioneta negra. Pero confiaría en la malla de la LSPD y dejaría que Volkov llevara el mando. Caminó detrás de Volkov que recibía la información del secuestro por radio hasta el ascensor.
— Bien, quiero a toda la malla realizando un 10-8 de inmediato — ordenó por radio mientras esperaban a que el ascensor llegara al piso que guardaba la armería de la comisaría — Los quiero a todos con el traje de intervención y carabina en mano, forman binomios y a buscar la camioneta negra todoterreno que secuestró al Capitán Collins por toda la puta ciudad sin descanso.
Miraba la amplia espalda de Volkov mientras daba órdenes, bajando su mirada hasta la mano enguantada del comisario, intentando contener sus impulsos de tomarla para sentir su calidez y sentirse seguro, sin conseguirlo, porque cuando comenzó a acercar su mano lentamente hasta casi hacer contacto, las puertas del ascensor se abrieron y Volkov avanzó hacia la armería, impidiéndoselo, regresando su mano en forma de puño hacia él. Frustrado y desesperado siguió al comisario, que le pasó una carabina y cargadores para que recargara su arma, y finalmente un chaleco de la LSPD, debido a que no tenían el tiempo suficiente para ir a su sede a equiparse. Con su desesperación no logró colocárselo, bufando molesto y captando la atención del ruso, que se acercó y con toda la suavidad del mundo le ayudó sonriendo levemente.
— Vamos a encontrarlo Horacio, confíe en mí.
La pequeña frase de aliento de Volkov, le calentó su corazón y le tranquilizó de sobremanera. Tomó aire profundamente cerrando sus ojos para concentrarse. No era el momento de sufrir sus ataques de pánico y ansiedad, porque la única persona que confió en él, en sus inicios como federal, se encontraba en peligro. Una vez listos, subieron al helipuerto, en donde el ruso sería el encargado de manejar el helicóptero y el federal de dar las indicaciones por la radio.
— Z-10, Z-20 y Z-30 les quiero vigilando las monta... — ordenaba Volkov por radio pero fue interrumpido por la voz de un sheriff.
— ¡Te-Tenemos visual de los vehículos que secuestraron a Collins!
— ¿10-20? — pidió el moreno, y en cuanto obtuvo la ubicación la marcó en el GPS del helicóptero.
Iban hacia el norte, específicamente hacia el tan conocido faro, dos camionetas negras en convoy, con lo que parecía al menos tres secuestradores dentro de cada coche. Detrás de ellos, tenían a todo el cuerpo policial, incluidos LSSD y LSPD, pero iban tan lejos de ellos que no se habían percatado de su presencia, y así continuaron. Pasaron el faro y continuaron hacia adelante, la policía sabía que no tendrían escapatoria, por lo que no intentaron interceptarlos por si herían al Capitán.
— 10-3, hay más sujetos armados en el... — informó por radio, pero enfocó bien su vista y se dirigió a Volkov a su lado — ¿ese es un mimo?
Volkov dirigió su vista hacia aquella zona confirmando de que había un sujeto que resaltaba de los demás, por su característica vestimenta y su maquillaje en el rostro, dándole un aspecto atemorizante, que le provocó un escalofrío al moreno.
«¿Otro payaso?» pensó mientras pasaba saliva dificultosamente.
— Es el mismo de las fotos H, tenga cuidado.
Las camionetas se detuvieron frente a los sujetos armados, sacando bruscamente a Collins que se encontraba con las manos esposadas en su espalda. Volkov había dado indicaciones de que la malla comenzara a rodear aquel lugar en sigilo, esperando por algún movimiento de los contrarios, ya que temía que abatieran al Capitán.
— Hay que entrar — murmuró Horacio desde su asiento de copiloto en aquel helicóptero junto al comisario— Volkov, hay que entrar ahora mismo — ordenó.
— Aún no sabemos lo que intentan, un error de nosotros y Collins podría terminar muerto.
— Volkov — llamó de nuevo, al ver que los de máscara rosa habían intercambiado algunas palabras con los de traje empujando a Collins con su arma hacia ellos — ¡Volkov!
— Entren ¡Ahora! — ordenó por radio.
Lo siguiente que ocurrió fue un tiroteo comenzado por los sujetos de traje al ver a los policías salir detrás de las casas y de los arbustos. Los sujetos que habían secuestrado a Collins se cubrieron entre ellos disparando sin dudar, mientras avanzaban hacia la orilla del mar.
— Van a escapar, hay que bajar — le ordenó al ver lo que planeaban los secuestradores.
Volkov comenzó a descender el helicóptero en una pequeña explanada que se ubicaba antes de aquella zona. Bajaron rápidamente y corrieron hacia el tiroteo, dando cobertura a la policía. Horacio se encontraba detrás de una pared, intentando ubicar a Collins sin dar con él, iba a avanzar, pero la mano en su brazo y la mirada del ruso no lo dejó. Por lo que frustrado se quedó en aquella zona cubriendo y viendo como Volkov daba órdenes a su lado. No tenía visual de los secuestradores, pero al menos sabía que aquellos sujetos con traje iban a caer, al ser la policía quien contaba con más cantidad de agentes.
—10-5, los cachean una vez... — pero Volkov dejó de hablar.
Horacio dirigió su mirada hacia él asustado, pensando que lo habían abatido, pero lo encontró con su mirada en el cielo. Confundido iba a hablarle, pero Volkov se le adelantó.
— ¡A cubierto todo el mundo! — gritó exaltado por radio, mientras volteaba hacia el moreno y lo empujaba al suelo, cayendo sobre él, cubriéndolo de aquel misil que iba hacia ellos, disparado por un Apache sobre el cielo.
El federal solamente sintió el cuerpo del ruso sobre él y sus manos en sus oídos, para después escuchar una fuerte detonación cerca de ellos que le provocó un mareo y un fuerte pitido en sus oídos dejándole escuchar muy lejanamente el sonido de las llamas que comenzaban a cubrir las casas y la flora de aquella zona, varios escombros volando y cayendo sobre ellos y a su lado, y finalmente los gritos de agonía y dolor de sus compañeros.
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〖 Don't say it again 〗- VOLKACIO
Storie d'amoreVolkov vuelve de las Bahamas con la intención de regresar a trabajar. Horacio, es citado por el Jefe de la LSPD, sin saber que se iba a encontrar con el hombre que tuvo un trágico destino y del cual se sentía culpable. ⚠ Posible escenas +18 ⚠ Romanc...