⁰⁷ | Confianza

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Cuando terminaron el cálido baño, Castiel obligó a Dean a ir a su habitación. Allí dentro secó su cabello con una fina toalla blanca y dejó al alfa a solas para que pudiera secarse también

— ¿Está casa siempre suele ser tan caliente? — preguntó Dean a través de las cortinas que dividían las habitaciones

— Ciertamente, no eh pasado mucho tiempo aquí como para saberlo

Dean secó su cuerpo lo más rápido que pudo hasta que volvió a ponerse esa andrajosa ropa de nuevo. La habitación del omega era tan pequeña que solo había espacio para una cama de dos personas ahí. Él creía que las habitaciones de los ricos eran más grandes

— ¿Listo? — Castiel estiró la cortina cuando Dean ya había terminado — Tus ojos son verdes iguales a las esmeraldas, me sorprende que no te hayan dado trabajo antes

— La reputación de mi padre era una mierda, no sé si me entiende — bufó sentándose de mala gana con las piernas abiertas mientras que Castiel se sentó en frente con las piernas cerradas

— ¿Tú padre fue un cazador, verdad? — juntó sus dos manos —. ¿Que cazaban?

— Solía hacer recados, de esos que llevan sangre de personas

A lo que se refería Dean, era que su padre y su madre eran asesinos. De ese tipo de asesinos que no dudaban en matar a un niño o a un anciano. De ese tipo de asesinos que prefería morir antes de ser humillados

— Me sorprende — murmuró el omega

Era tan delicado al hablar que sonaba igual a un ángel, claro, si alguna vez hubiese escuchado a un ángel; hablaría como Castiel

— Mi padre está siendo atendido por las sirvientas. Pero yo, como único omega de la casa también debo ayudarlo. Por eso necesitaré tu ayuda, después de todo, no conozco a éste pueblo en lo absoluto

— Dígame lo que quiera y lo haré

Castiel sonrió levemente — Hoy no te pediré mucho, solo tienes que conocer las reglas

Y dichas reglas eran en su mayoría, no tocar objetos de valor, no robar, no alzar la voz, no menospreciar los pagos, no interferir en asuntos del gobierno del ministro, no irrumpir en habitaciones, no tomar atribuciones que no le corresponden

No, no, no y no; a este paso, Dean creía que lo mejor era mantenerse a diez pie lejos de la casa del ministro

— ¿Puedo preguntar una cosa?

— Adelante

— ¿Por qué debe cuidar a su padre?, ¿acaso las sirvientas no son suficiente?

Las frías manos del omega tomaron un par de libros que yacían en una mesita de luz y pasó sus manos con delicadeza

— Cuando era niño fuí criado única y exclusivamente para servir. Ese es mi deber como omega — contestó

— Pues que idiotas los que creen eso. ¡Sin ofender!, es que usted no se ve precisamente como un omega devoto o una damisela con algo allí abajo

— Ciertamente no soy mujer, pero los omegas son tratados como si lo fueran. Al menos mi tía Naomi me enseñó a cuidar de los alfas y betas que me fueran asignados

— ¿Que te fueran asignados? ¡ni siquiera pueden escoger sus parejas! ¿Y si te casas con una mujer alfa y ella muere?

— Pues me tocaría vivir encerrado como un buen viudo

— ¿No te volverías a casar? ¿y como vives con tus celos?

— Demasiadas preguntas — interrumpió alzando su mano y dejando sus libros aún lado —. Le pediré a Jody que te prepare comida para llevar

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora