El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]

⁴³ | El hijo más joven

Los pueblerinos corrían desesperadas por evadir el agua. El ministro estaba en sus últimas horas. Y Dean y Cas cabalgaban en Impala por el camino de la montaña pasando por las rocas y el arrollo para cruzar hasta su casa. Castiel era un manojo de nervios al igual que Dean en ese momento

— ¡Ya estamos cerca, mantengámonos juntos hasta llegar! — exclamó Dean con el rostro lleno de magullones por los golpes

Castiel murmuraba entre sus labios. — Probablemente notaron que me escape, ¿Como puedo resolver esto? — decía con la frente sudandole frío — Ellos me vieron, ellos me vieron...

Ya era de madrugada y el sol salía, Dean agachó la cabeza decepcionado de sí mismo. Por su culpa todos habían visto a Castiel en el festival, además de qué aquel sujeto que dijo ser el hermano de Castiel lo había confundido el doble. ¿Por su culpa Castiel estaba así?

Dean sólo quería que disfrutarán del festival por unas horas y que luego pudieran volver sin problemas. Jamás hubiese imaginado que las cosas se saldrían de control de esa forma

Al llegar a la casa, un par de minutos antes de que amaneciera por completo ya había una gran cantidad de sirvientes en el patio. La primera en recibirlos fue Jody, pero ella no estaba de humor

— ¡Señor Novak! ¡¿Se escapó sin decirnos nada?! ¡Algo pudo haberle pasado!

— ¡Solo quería que disfrutara un poco del festival y luego volver...! — explicó Dean. En cambio Jody le plantó una bofetada en el rostro haciendo resonar su mejilla. Dean se quejó adolorido

— ¡Cómo te atreves a hacer algo así cuando ni siquiera conoces la situación! Todo terminó no hay vuelta atrás ¡El ministro murió! — informó la sirvienta — ¡El señor ahora será etiquetado como el hijo que no estuvo en la muerte de su padre!

Al escuchar aquello, algo dentro de Castiel se rompió en pedazos. Rápidamente cayó al suelo sosteniendo su cabeza en sus manos. Temblaba y musitaba cosas sin sentido llegando a ponerse el doble de nervioso que antes. Sus ojos quemaban de la picazón de sus lágrimas y parecía que un nudo se formaba en su garganta

Un recuerdo empezó poco a poco a inundar su memoria. — No debí haber salido de la casa... Si no puedo cumplir de nuevo con mi deber entonces seré...

Su dolor pronto se acabó, porque cayó desmayado. Se desplomó sin sentido en el suelo después de tambalearse sinsentido con nerviosismo. Dean gritaba su nombre, gritaba y gritaba mientras lo sostenía en sus brazos y lo último que vió Cas antes de perder la conciencia fue a la sirvienta Jody preocupada y Dean llamándolo. Eso fue lo último antes de caer en un profundo sueño

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"Era una vida donde sólo tenía que ser amado..."

— ¡Cas...! ¡Cas...! — gritó una señora que en ese momento se hacía llamar señorita Butters. Una mujer amable, de edad, con un ánimo encantador. Ella buscaba insistentemente a un pequeño que se le había escapado — ¡Oh, aquí estás! — dijo ella complacida de haber encontrado a Castiel jugando cerca del lago — Oh querido, jugando en un lugar como éste. No te sientes en la tierra de ese modo

— ¡Mira nana! Leí esto en los libros — exclamó un pequeño Castiel con los ojos azules más impactantes que sr haya visto — Si los soldados acampan alrededor del agua de esta forma...

Ella lo interrumpió. — ¡Oh querido! Olvídate del ejército, tú no te vas a convertir en un general, así qué mejor deja de jugar pensando en eso — sonrió la mujer incorporando a Castiel para arreglar su ropa desprolija — Debes ser cuidadoso con tu ropa o se ensuciará