²⁷ | Día lluvioso

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Finas gotas de agua caían del cielo con rapidez empapando la tierra fértil en el camino y refrescando a las plantas de su calor. Castiel y Dean aún permanecían en el palanquín, llendo hasta la casa del ministro para recoger los materiales para la competición

— Está lloviendo con fuerza... que bueno que nos fuimos antes de que fuera demasiado tarde. Dean estamos a punto de llegar — murmuró Castiel

Después de una hora de viaje aproximadamente, Dean había caído dormido en el hombro del omega, aún tomando de su mano con fuerza. Castiel le volvió a susurrar

— Dean despierta — palmeó su espalda. — Estás haciendo demasiado ruido mientras duermes, vamos... cuando lleguemos te daré comida

— Maldita sea... — masculló por lo bajo tambaleándose antes de despertar con sorpresa. — ¡¡Eh donde estamos!! ¿Cas?

— Estamos en el palanquín — sonrió el omega. — ¿Tuviste un mal sueño?

— No, estaba soñando con que mi padre competía conmigo

— Eh, ¿entonces es un buen sueño?

— No, no lo era. Mi padre era un alcohólico. Si estuviese vivo, probablemente tendría que mendigar el doble para pagar su cerveza. Lo siento, tenía demasiado sueño

Castiel ablandó su mirada. — Entonces, ¿y si duermes un poco más? la competición será mañana, puedes descansar aquí si quieres

— ¿Harías eso por mi? — preguntó el alfa

Castiel asintió. En menos de un minuto, ya habían improvisado una cama en el palanquín con los abrigos del ojiazul. Dean se acostó encima de la ropa sintiéndose igual que en las nubes, cada prenda tenía las feromonas del omega encima y Dean se removía con gusto queriendo llenarse de ellas. Era tan blandito que parecía mejor que una cama

— ¿Es cómodo?

— Se siente perfecto — respondió tapándose con otro abrigo como sábana

— Descansa aquí, yo volveré después de atender al ministro

Al escuchar aquello inmediatamente Dean se levantó. — Debería ir contigo

— Tranquilo Dean no es para...

— ¡¿Pero y si algo te pasa?!

— No armes escándalo y acuéstate, un buen cazador debe descansar — lo tomó de los hombros y volvió a acostarlo en la cama improvisada

Finalmente Dean decidió quedarse en la cama solo por el hecho de que el aroma de Castiel estaba allí, era la cama improvisada más perfecta que haya visto. Volvió a cubrirse con el abrigo sin poder moverse del cómodo lugar

— Vaya, experimentar tal lujo en un día lluvioso — suspiró el alfa mirando al techo del palanquín

— ¿Tal lujo? que exageración

— Pero es verdad, normalmente en los días lluviosos pasan todo tipo de cosas malas — pudo escuchar como Castiel repetía la última frase sin entender. — En los días lluviosos no puedo salir a pedir comida en la calle y a veces por el aumento del río el lugar donde vivo se inunda y me enfermo con facilidad al igual que mi hermano. Recuerdo que hacía todo lo posible para cuidar a Sam cuando era un niño

— ¿Cuando eran niños? ¿no tenían nadie que cuide de ustedes?

— Cuando éramos niños fuimos de casa en casa quedándonos con nuestro tío al final, el solía tomar mis manos y decirme que debía cuidar de mi hermano sin importar que sucediera. Y eso hice, hubo veces en las que quería correr y huir de todo

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora