¹⁹ | Cuchillo

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Sentados frente a la cama del ministro, se encontraban Castiel y Dean. El omega cuidando fielmente de su padre mientras Dean preparaba su medicina correspondiente. Ambos sumidos en un extenso silencio delatador

— Dean, por favor, mira por si alguien viene ¿de acuerdo? — pidió el omega tomando el cuenco de madera en sus manos. De inmediato Dean asintió con la cabeza siguiendo sus órdenes

Con aspecto ensombrecido, Castiel tomó un frasco de dudosa procedencia y vertió su contenido en la medicina del ministro, para luego volver a guardar el frasco entre su ropa. Ayudó al ministro acercando el líquido a su boca tomándolo

— Aquí tiene ministro, tome su medicina — susurró dándole de tomar el contenido del cuenco. Cuando terminó de vaciarlo, lo dejó a un costado dándole la señal a Dean de que dejara de vigilar

— ¿Ye terminaste? — cuestionó el alfa en la puerta de la habitación. Castiel murmuró un pequeño “si". — Jamás pensé que pondrías cosas como esas en su medicina

— Lamento haberte metido en este lío — habló el pelinegro con una extensa sonrisa.

— Después de todo, prometí ayudarte ¿pero está bien seguir poniendo esas cosas en su medicina?

— No te preocupes, no nos han descubierto porque fuimos poniendo poco a poco, de ésta manera el efecto de la medicina irá apareciendo poco a poco — contestó mirando fijamente el frasco que había utilizado. — Cuando el hueso de albaricoque fue descubierto pensé que me atraparían pero...

— ¿Que acabas de decir del hueso de albaricoque? — la fastidiosa voz de Lilith pareció interrumpir abruptamente una revelación y asustar a los dos involucrados

— ¡Cuñada! — Castiel gritó en sorpresa con la cabeza cabizbaja

— Solo vine a hacer una visita, pequeño Castiel — vino apareciendo la señora con su respectiva sirvienta, Ruby

Ambas mujeres parecían no estar de buen humor en especial al notar la presencia de Dean en la habitación. Sin embargo, Lilith no mostró quejas

— Parece que todavía eres muy devoto al cuidado de padre — sonrió la rubia caminando por la extensa habitación

— Claro que lo soy, después de todo soy su hijo — contestó el omega

— Ya que estás bajo sospecha de haber envenenado al ministro, te recomiendo que dejes que un sirviente le dé su medicina

De pronto Dean interrumpió — ¡¿Como dejas que un sirviente se la dé?! ¡Eso es...!

— Dean por favor — interrumpió Castiel haciendo callar al alfa de inmediato

Sin embargo, a Lilith pareció no importarle las palabras del rubio y siguió con sus descaradas indirectas. — Eres tan sinceramente devoto a él, incluso cuando ni siquiera pudiste hablar apropiadamente con el ministro; tú te mantienes pegado a él. Es suficiente para hacerme dudar de tí

Y nuevamente Dean interrumpió esta vez alzando la voz. — ¡Como se atreve a decir eso! ¿¡está intentando culpar a Castiel otra vez! — histéricamente Dean apuntó a Ruby. — ¡¿Creíste que no me daría cuenta?!

La beta pelinegra se escondió detrás de su maestra por reflejo, cubriendo su boca con una de sus manos al escuchar las atrocidades que soltaba Dean

Para sacarla de su escondite, el alfa la jaló de su ropa. — ¡Lo eh escuchado todo de ella! ¡Esa pequeña rata y el hueso de albaricoque fueron culpa su..!

Pero antes de que pudiera seguir alzando la voz, Lilith sacó de su ropa un pequeño cuchillo y apartó a Dean lejos de su sirvienta, rasgandole el rostro levemente en su mejilla. Tanto Ruby como Castiel quedaron horrorizados por dicha acción

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora