⁰⁸ | La Maldición del omega

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Repentinamente en el pueblo se esparció un rumor para nada insignificante

— Hey Garth, ¿Garth? — Sam tocó dos veces el hombro del beta regresándolo de sus pensamientos

El pobre hombre que vendía papas en el pueblo miró hacía arriba encontrándose con Samuel Winchester y sus casi dos metros de altura. De inmediato se tapó la frente para poder cubrirse del sol y verlo mejor

— ¿Sam, eres tú? ¿como es que sigues vivo?

— Conseguí trabajo idiota, ¿que haces sentado aquí?

Garth le estiró a Sam un anuncio escrito en un papel arrugado y que decía claramente “La iglesia XX se incendió por error la noche anterior. Por favor no asistan los siguientes fines de semana”. El alfa castaño tomó el anuncio para mirarlo mejor y luego levantó la vista hacia adelante

— ¿La iglesia?

— Ahí trabajaba mi esposa — murmuró Garth sin mirar hacia arriba — Ella no regresó anoche

— Amigo — Sam se sentó a su lado palmeandole la espalda para tranquilizarlo. — ¿No pensaste en preguntar a los guardias?

Garth asintió. — Les pregunté, pero ellos solo contestaron con un “no es nuestro problema” y un “A lo mejor prefirió venderse antes que seguir con un vende papas”

Todo era demasiado sospechoso, primero el puente, luego la iglesia. Las palabras de Bobby tenían razón cada vez más. Desde la llegada de ese omega, todo el pueblo está sufriendo cosas inexplicables

— ¿No se específica porque se incendió la iglesia?

— Solo dicen que fueron unos delincuentes, pero nadie cree eso Sam

De pronto un grupo de personas apareció cargando pedazos de cartón con cosas escritas en ellos. Todos pidiendo comida y hogar, sin un centavo en sus bolsillos y con sus hijos al borde de la muerte

— ¡No lo escucharon! — una mujer se colocó encima de una roca y subió arriba llamando la atención de los demás pueblerinos protestantes — ¡El cielo se mantiene gris desde el día en que ese omega llegó al pueblo! ¡¡Los Dioses están enojados con nosotros!!

— ¿Por qué lo estarían? — preguntó un señor entre la multitud

— ¡¿Que no es obvio?! Desde hace años se sabe que los Dioses mataron a los omegas con ese virus porque eran unas abominaciones. ¡¡Ahora ellos creen que queremos desafiarlos trayendo a ese chico aquí!!

Una fuerte disputa entre los pueblerinos empezó; por un lado los que creían en la religión y las maldiciones y por otro los que decían que en realidad sólo era coincidencia. Pero entonces un hombre de edad interrumpió el griterío haciendo el mayor ruido posible

— ¡No encontraremos respuestas si nos peleamos entre nosotros! ¡Lo mejor es preguntar al hijo del ministro!

— ¡¡El ministro cayó en cama desde que ese bastardo piso nuestro pueblo!!

Nuevamente la pelea continuó

Sam intentó apartar lo posible a esas preocupadas personas para llevar a Garth bajo una tienda cubriéndolo de los demás. El beta se encontraba tan triste que ni ganas de caminar tenía

— ¡Hey Garth debes volver a tu casa! — gritó Sam debido al tremendo ruido de peleas que se ocasionaba en el pueblo — ¡No es seguro que permanezcas aquí, pueden robarte tus cosas!

— Solo quiero que ella vuelva — sollozó entre lágrimas cubriendo su rostro

Ahora mismo Sam tenía demasiadas dudas; y obviamente ya sabía a quién acudir












El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora