¹⁵ | Rata

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Siendo refrescado por la noche Dean salió al río fuera de su casa quedando frente a frente con su reflejo. Sus ojos brillaban cada vez que recordaba a Castiel, como si estuviera bajo el hechizo de un zorro; un mentiroso

Ser engañado por alguien tan encantador no podía importarle menos. Si Castiel era un zorro, un asesino o incluso un alfa disfrazado de omega; a Dean no le importaría. Le daría su riñón si eso necesitaba. Porque en todo el mes que pasó junto a Castiel, éste jamás perdió el interés en él y de hecho dijo que volvería a llamarlo

Sacó su ropa sin delicadeza y la dejó caer a un costado mientras se hundía en la helada agua del río, necesitaba mejorar su capacidad de soportar el frío si quería sobrevivir. Además, Cas le había dado nueva ropa, lo que significaba que ya no vestiría esos harapos

Volvería a esa casa de nuevo; ya no por el trabajo, si no para ver a Castiel

Sacó el frasco que éste le había regalado y pasó el ungüento por sus heridas suspirando aliviado
















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No había regresado a la casa del ministro en una semana con exactitud, en todo ese tiempo, se dedicó a arreglar su casa con las cosas que Cas le había regalado. El primer día de la semana a primera hora apareció en el patio de los Novak con su nueva ropa ya puesta

Ya no sentía el mismo frío que sintió hace una semana, ahora vestía con ropa de invierno mientras colocaba sus manos en sus bolsillos. En cuanto las sirvientas supieron que había regresado, el primero en salir por la puerta de su casa fue Castiel

— ¡Dean! — corrió el omega lanzándose a abrazarlo con sus dos brazos hundiendo su rostro entre la cálida ropa. — ¡Pasaron muchos días! Pensé que algo malo te había pasado

— Estoy bien Cas, prometo venir todos los días — sonrió Dean

Ahora sabía, por su entristecida expresión que Castiel no era del tipo de persona que rompía sus promesas

Durante todo el día trabajaron con el ministro ayudándolo a darle sus medicinas. Gracias a Castiel ahora podía caminar mucho mejor y sus heridas ya no dolían. Pero había un detalle que no podía dejar pasar; Castiel se notaba deprimido, como si quisiera evitar muchas cosas e incluso miraba con nerviosismo a la puerta de su habitación demasiadas veces

— Mejoraste un montón, no derramaste nada en el piso — halagó el omega llendo detrás de Dean con una canasta repleta de ropa sucia. — Además empiezas a usar lo que te regalé

— Debo agradecerte, sin esa cosa que me diste probablemente estaría muerto — exageró

Castiel sonrió ladinamente sin contestar, incluso Dean que no podía verlo de frente escuchó esa pequeña risa reprimida. No necesitaba ser un genio para saber que algo andaba mal. Se detuvo en seco frente al pasillo de la casa frenando al de atrás de inmediato

— ¿Estas bien? — cuestionó Dean con preocupación hacia el omega. Él solo le contestó con un tenué “Si”

No convencido por su respuesta, Dean le arrebató la canasta con ropa a Castiel y la dejó a un costado tirando de la ropa del omega hasta llevarlo a una habitación. Allí dentro miró de frente a Castiel para que pudiera decirle cuál era la razón de su reciente cambio de comportamiento

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora