⁴⁷ | Trecientos sacos de arroz

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El día continuó siendo lluvioso, llovía y llovía volviendo a empapar la tierra e imposibilitando el trabajo. Esperando pacientemente a sus sobrinos, Bobby se encontraba pescando en el río cubierto por una sombrilla. El viejo beta solía decir que en la lluvia salían mejor los peces y así podría comer un poco más ese fin de semana. Cuando estuvo a punto de tirar de la caña para sacar el pez del agua, sintió claramente que su silla de madera con ruedas se tambaleaba y de un momento a otro caía junto al río bajo la lluvia

Bobby podía intentar todo lo que quisiera pero no podía llegar a la costa para salir, siempre que creía que llegaría, la corriente lo llevaba en la contraria. Gritaba y gritaba ayuda de alguien hasta que sus pulmones se llenaron de aire y agua. Estiró su mano tratando de llamar la atención pero le fue imposible

Llore y grite todo lo que quiera, nadie lo salvaría de esa desgracia en esa solitaria noche, se tambaleaba y luego se volvía a hundir. La muerte hubiera venido por el de no ser porque al ultimo minuto sintió una mano agarrarlo con fuerza a través del agua y lo sacaba con éxito logrando que sus pulmones volvieran a respirar el aire terrenal

— ¿Estás bien? 

cof, cof, cof . Tosía Bobby salpicando su ropa llena de agua sobre la tierra. Le tomó un tiempo recobrar la visión para encontrarse con un hombre de edad, de barba y cabellos extraños. Pese al extraño comportamiento del otro beta, Bobby se mostró agradecido

 — ¡Gr-Gracias...! ¿Quien es mi salvador? 

— Soy sólo un pobre sacerdote del templo, venía de mis recolectas diarias cuando lo vi por error, gracias a los Dioses — respondió el contrario

—Ah, debes ser el sacerdote Metatrón — Bobby se sostuvo con fuerza lagrimeando sobre el contrario. — Lamento importunar tu camino, pero una maldición cayó sobre mí. Mis piernas me han mantenido encerrado ¡Y ahora casi me ahogo en en la corriente! ¡Malditas sean mis piernas, haría lo que fuera para volver a caminar!

— De hecho hay una forma — sonrió Metatrón

— ¿Q-Qué? ¿Qué quieres decir con que hay una forma? Por favor dímelo

El sacerdote empezó a reír burlonamente  — ¿De que te servirá tal conocimiento? Los medios están por encima de tu poder 

— ¡No eres quien para juzgar eso! ¡incluso mis sobrinos podrían hacerlo!

— Bueno, ya que insistes. La estatua de nuestro templo está bendecido con poderes milagrosos. Todo lo que tienes que hacer es donar trescientos sacos de arroz, entonces solo así podrás volver a caminar

Bobby escuchó atentamente, sin embargo, esa cantidad era imposible incluso para él

— Bastante para tí, ¿cierto? No me sorprende viendo la condición en la que vives — Metatrón sonrió bajo la lluvia colocando sus manos en los hombros de Bobby. — Un hombre con tu incapacidad no puede preparar trescientos sacos de arroz. La esperanza no es mas que la codicia de un hombre incompetente. Un hombre que asesinó a su esposa y para redimirse de sus pecados adoptó a dos niños que ni siquiera son de él

Bobby dejó que Metatrón siguiera hablando hasta que escuchó que mencionaba a sus muchachos, y eso no lo dejaría pasar. Con la gotas rebalsando su rostro, apartó las manos del sacerdote de sus hombros y se arrastró lejos de él

— ¡Sucio sinvergüenza!  — gritó Bobby — ¡¿Yo un incompetente?! ¡Como te atreves!

— Solo decía la verdad, ¿Trescientos sacos de arroz en tu estado? ¡Sería sorprendente si juntas al menos tres copas!

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora