³⁰ | El celo

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Gabriel soltó un gemido ahogado cuando tiraron de su cabello hacía atrás. El omega había estado tan perdido que no se había dado cuenta que había llamado la atención de su peor enemigo. Se sostuvo de la mano de su atacante siendo amarrado rápidamente

— Pero mira que tenemos aquí, ¿un omega? — habló la mujer. — ¿Creíste que no te atraparía, escoria? Llevas huyendo de mí toda tu vida

— Por favor, Kali te lo ruego — jadeó bajo el efecto de una droga

— ¿Que quieres idiota? — de su costado sacó un cuchillo bastante corto pero lo suficientemente afilado para cortar la piel de cualquiera. La alfa lo acercó hasta el el abdomen del omega y rasgó su ropa con él — Dime lo que quieres

— Q-Quiero que... yo...

Kali rió. Aquella droga había funcionado. Gabriel no podría usar sus feromonas contra ella nunca más y eso era un logro. Había encontrado una manera de neutralizarlo. Pero al parecer se le pasó de las manos, porque ahora Gabriel parecía haber entrado en celo. Ella asqueada por sus feromonas cubrió su boca con una toalla y lo ató hasta dejarlo inmovilizado

Solo debía dejarlo en ese lugar hasta que los guardias lo pudieran encontrar

— Es una lastima lindo omega, pudimos haber vivido felices juntos — pero antes de que derramará el ácido que llevaba en sus manos. Un fuerte sonido de galope se escuchó a lo lejos, distrayéndola de su tarea principal

Un caballo de la guardia del pueblo se acercaba a ella. Por instinto se lanzó a un lado y cayó al suelo a la par de Gabriel

— ¡¡Gabe sube encima vamos!! — llamó Sam estirando su brazo para que el omega lo tomara

— Sammy viniste — murmuró con los brazos atados

Kali sacó su cuchillo nuevamente y apuntó a Sam quien se balanceaba de un lado a otro tratando de no caer del caballo. Ambos alfas se miraron a la cara unos minutos antes de que las ataduras de Gabriel fueran cortadas por la espada de Lucifer

— ¡Pero qué demonios! — Kali se volteó encontrándose con el rubio de ojos celestes. — Tú de nuevo

— ¿Me extrañaste Kali? ¿o debería llamarte la novia frustrada? — Lucifer blandió su espada rodeando a su contrincante y liberando a Gabriel de las ataduras en sus pies

Era sorprendente ver cómo incluso bajo los efectos del alcohol, Lucifer luchaba como todo un soldado. Suponía que debía tener sus razones para proteger a Gabriel

— Gabe, ¿como te encuentras? ¿Gabe? — Sam frunció el ceño cuando el omega lo rodeó con sus brazos y se colgó de él

— Sammy, te ves tan guapo con esa camisa, me pregunto cómo te verás sin ella — paseó sus dedos por el abdomen de alfa

Sam jamás había visto a un omega en celo. Por lo ir suponía que la razón de que su piel esté caliente debía ser por fiebre

— Vamos, hay que subir al caballo

— Quiero subirme a algo, pero es a tí — le guiñó un ojo

El castaño maldijo por lo bajo y ayudó a Gabriel a subir al animal en lo que Lucifer distraía a Kali. ¿Como se suponía que haga entrar en razón a un omega?

— ¡Duele! — exclamó. — Me duele todo el cuerpo

— Sostente fuerte y no te caigas — Sam se impulsó hacía adelante sobre el caballo quedando detrás del perdido Gabriel. — ¡Lucifer sube!

— Yo me quedaré un rato más — informó el rubio — Tú lleva a Gabe a la casa

— ¡¡No lo permitiré!! — Kali se volteó para seguir el caballo pero fue arrastrada con rudeza por sus tobillos quedando boca arriba sobre el suelo

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora