⁰⁴ | Nuevo hijo

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— No puedo creerlo, la primera vez que asistes a una celebración y robas la comida — reprochó Sam sentado frente a su hermano

Dean mantenía la cabeza hacia abajo con vergüenza. Al menos Castiel le dejó llevarse la comida y ahora que se había dado cuenta; aún llevaba ese brazalete alrededor de su muñeca. Sam no estaba para nada feliz con su acción pero al menos había traído comida a casa

— Yo no me enojaría con él por algo así — interrumpió Bobby moviendo su silla de ruedas hasta la mesa y tomando una fruta entre sus manos — Yo me enojaría por no haber traído mas

— ¡Pero que se supone que deba hacer! soy el único que fue a esa fiesta. Robé lo que pude

— ¿Y como era ese omega? — cuestionó Sam con curiosidad

Dean pensativo contestó — Pues como un humano normal, solo que con ojos ridículamente azules

— Deben tener cuidado con los omegas — advirtió el beta frente a sus dos sobrinos

— ¿Por qué Bobby?

— Hay leyendas que cuentan las desgracias que los omegas pueden ocasionar. Dicen que son tan persuasivos como el mismo diablo. Cuando era niño vi un omega con mis propios ojos

— ¿Y que pasó? — cuestionaron los dos Winchester prestando mucha atención a las palabras de su tío

Bobby tragó en seco agregándole más suspenso a la conversación

— En ese entonces era una mujer de cabello negro, tan negro como la noche en invierno. No duró ni siquiera un año hasta que todo el pueblo se peleó y ocasionaron una guerra entre naciones. Ella traicionó al embajador y finalmente el ministro Caín la tomó como su esposa, pero ella falleció por una enfermedad

— ¿Por eso estas en silla de ruedas?

El beta asintió — Deben tener cuidado con los omegas, son como monstruos disfrazados de personas

Sam pareció entender a la primera el cuento de Bobby. Pero contrario a él, Dean solo miraba aquel brazalete que Castiel le había entregado

¿Tan malos eran los omegas?. Se preguntó mentalmente












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Naomi tomó las manos del omega entre las suyas y sopló levemente siendo abrazado por el menor. Ella muy disgustada correspondió al abrazo sin la misma energía

— ¿Va dejarme, tía Naomi? — preguntó el omega lleno de lágrimas en sus ojos

— Éste será tu nuevo hogar pequeño ángel, comportate como te indiqué ¿entiendes? — el pelinegro asintió sin dudarlo, pero aún así no dejaba de lloriquear

Aquella mujer a la que por cariño había nombrado como su tía era lo único que le quedaba como familia. La abrazó tan fuerte como pudo hasta que sus manos temblaron alrededor de la ropa de Naomi

— Cuida a tu padre, ¿lo entiendes?, se bueno con tus nuevos hermanos y acepta el compromiso

— Lo haré — contestó el omega

— ¿Ya terminaron? — preguntó Caín junto con sus soldados parado frente a la puerta. Naomi asintió ligeramente y se despegó del menor quien aún no estaba listo para la ida de su tía

— Quedaremos en lo acordado

Y así fue como antes de que Naomi se perdiera por los pasillos de la enorme casa; Caín habló por sobre su hombro con una ligera orden

— Mátala

El soldado no dudó con aquella orden. Y cuando se fijó que Naomi este lejos, la siguió

— Padre — Castiel se arrodilló frente al alfa a quien ahora llamaría como su progenitor aunque no compartieran sus genes

Caín tomó el rostro del omega entre sus manos y éste se dejó sin protestar. Sus facciones no eran finas como la de su anterior mujer, pero en frente suyo tenía a uno de los géneros más difíciles de encontrar

Un omega recesivo con ojos igual al color azul del océano, sus feromonas eran débiles, lo que significaba que no tendría ciclos de calor, si tenía suerte solo podría tener un hijo; era un premio. Se inclinó un poco y susurró sobre el oído del menor

— Ahora serás mi hijo

Aquellas palabras no eran ciertas, Caín no compró a Castiel como su hijo o como una moneda que pudiera intercambiar con otro noble. Lo compró por su obsesión. Su deseo por los omegas de cabello tan negro como los de su anterior mujer

Si criaba a Castiel como su hijo, nadie sospecharía de él

— Espérame en mi habitación, hijo — ordenó el alfa alejándose del menor

Castiel ladeó la cabeza pero como Naomi le enseñó; debía obedecer y ser sumiso como todos los de su especie
















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Esa misma noche se esparció el rumor de que el ministro Caín se desmayó en el instante en que entró a su habitación y no pudo volver a levantarse

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora