³⁸ | Tía

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Asmodeus entró a su habitación haciendo retumbar la puerta de ésta. Su expresión era como si estuviera a punto de matar a alguien y su rabia lo consumía a medida que pasaban los minutos. Tan pronto como entró, Rowena se lanzó a reír

— Señor parece no estar de humor — sonrió la bruja fumando

Asmodeus caminó con fuerza y se dejó caer en el sillón frente a la bruja. — Ese idiota... ¡Se tomó el atrevimiento de raptar a mi concubina y sacarla de esta casa! — sus dientes casi rechinaban de la ira, incluso una vena sobre salía de su frente latiendo con furor

— ¿Y qué quieres que haga?

— Adelanta el festival, diles a los nobles que tengo una manera de calmar el río y creemos una distracción. Si ese sucio omega se atreve a sobrepasar mis órdenes, yo le daré una cuchara de su propia medicina

La bruja enarcó una ceja con sus piernas cruzadas. Sabía que Asmodeus estaba envuelto en ira en contra de su hermanastro y le aterraba ver hasta dónde podía llegar. Un festival de ese calibre significaría mucha mercancía y mucha gente de otras villas

— No te preocupes por Castiel, sé de alguien que puede manejarlo a su antojo

— ¿Quien?

— Antes de quedarse en esta casa mi padre mandó a matar a la tía del omega, pero yo desestimé su orden haciéndole saber que la mujer podría ser muy importante para nosotros en un futuro. Entonces sólo debo traerla de vuelta y ella lo controlará hasta que pueda deshacerme de él. Si junto eso con la llegada de la candidata de Castiel no tendrá otra opción que cometer un error

— ¿Dices que quieres deshacerte de él?

— Tranquila Rowena, nada le ocurrirá a ese mendigo tuyo












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El barco zarpó a medio día, una lujosa mujer de cabello castaño y mirada altanera bajó del puente siendo recibida por los guardias. En sus manos traía sus maletas y en su cabello un vanidoso sombrero de copa color violeta que adornaba su presencia y la dejaba diferenciarse de la multitud. Mostró una arrogante sonrisa cuando uno de los guardias tomó su mano dando un beso en el torso de ésta

Aquella mujer se hacía llamar Naomi Novak

Detrás de ella venía una mujer de largos cabellos rubios y mirada igual o peor de arrogante. Con una camisa blanca abotonada hasta arriba y pantalones blancos a juego metidos en sus botas. Lucía un chaleco color negro con una faja de color dorado que determinaba su estatus social. Y lo más importante; a su izquierda llevaba la insignia del Reino Imperial del Norte

A su costado iba un sirviente con vestimenta blanca y reverenciando la presencia de la mujer de sangre noble

Aquella alfa se hacía llamar Meg Masters proveniente del Reino Imperial y a su lado llevaba a su sirviente personal, Balthazar Milton

Al encontrarse en el puente, Naomi miró de reojo como la mujer rubia era atendida de manera diferente a ella, y con descaro la miró de arriba a abajo con envidia

— Mi señora que bueno tenerla... — Gadreel se inclinó a besar la mano de Naomi pero fue interrumpido por un tirón de su camisa hacía adelante

— Quien mierda es esa mujer — masculló con odio

— ¿Ella? es la futura prometida del señor Novak, escuché que vino para el festival de primavera

— ¿Futura? ¿Acaso no se comprometió aún?

El Amor esta Sobrevalorado © [ Destiel / omegaverse AU. ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora