Asuntos De La Realeza

Capítulo 7

Irene no visitó a Dani durante días y decidió aprovechar ese tiempo yendo al bosque con Pitxi. Le habría gustado ir con Luna, pero estaba en el sótano, y no le apetecía volver por el momento. Aún se sentía mal por lo ocurrido y la relación estaba mal. Entonces, a Irene se le ocurrió volver al sótano para arreglar lo que había ocurrido tres semanas atrás.

Dani seguía con el corazón roto y solo podía pensar en lo idiota que había sido declarándose de tal manera. Lo único que le apetecía era volver a ver a Irene, pero no podía porque la puerta estaba cerrada y la única que tenía la llave era la reina. Por lo tanto, se llevó una sorpresa al oír el sonido de la puerta después de tanto tiempo.
-¡La puerta no se abre! -gritó Irene al otro lado de la puerta.
Dani se acercó a la puerta y empezó a darle golpes.
-Espera, he tenido una idea -dijo la chica.
Y tras un sonido metálico, la puerta se abrió. Ambos rieron.
-¿Cómo la has abierto? -preguntó el muchacho.
-Siempre llevo una llave maestra, por si las moscas -dijo riendo.
Dani comenzó hablando.
-Quería pedirte perdón por lo que pasó, no debería haber reaccionado de esa manera.
-No te preocupes -lo tranquilizó la reina- , yo tampoco debería haberme marchado.
-¿Amigos?
-Amigos -dijo Irene con una sonrisa.
Los jóvenes se alegraban de haber arreglado su relación, y esperaban que esa amistad durara mucho tiempo.
-Por favor, no le cuentes a nadie que me gustan las chicas, eso podría arruinar mi reinado -dijo la chica.
-¿A quién se lo puedo decir? -respondió el joven entre risas- Solo hablo contigo y con la yegua.
Irene rió. Poco después le dijo a Dani que tenía una reunión urgente y salió del sótano.

Irene se cambió la ropa y esta vez, cogió una falda que habían dejado, ya planchada, encima de su cama. Entonces, bajó a la sala principal.

Al llegar, vio a Ariana y a otros funcionarios muy serios. Irene empezó a preocuparse.
Hola -saludó la joven- , ¿qué pasa?
-Ha habido un problema -dijo Ariana.
La última vez que Irene escuchó la palabra "problema" fue cuando encontró a River muerto. Eso le trajo muy malos recuerdos. Irene volvió a la realidad.
-¿Qué tipo de problema? -preguntó la reina asustada y preocupada.
-Ha habido otra muerte en el reino.
¡¿Otra?! -dijo Irene- ¿Quién ha muerto?
-No sabemos si le conocerás, se llama María y trabajaba en la tienda de mascotas -dijo un funcionario.
Irene empezó a sollozar recordando a la mujer que le había aceptado en todo momento.
-¿Ha sido una muerte, un suicidio o un asesinato? -preguntó la chica aún con los ojos como platos.
-Eso queríamos decirle, su majestad -dijo Ariana- , está claro que ha sido un asesinato.
-¿Y sospecháis de alguien que haya podido ser?
-Sospechamos que ha sido la misma persona que anteriormente mató a River y a la anterior mujer.
-¡¿Dani?! -preguntó Irene casi sin aliento.
-Sí, ese mismo -respondió la funcionaria.
Irene se empezó a preocuapar cada vez más.
-¿Y q-qué vais ha hacer c-con él? -preguntó tartamudeando.
-Vuelve por la noche y te contaremos el plan -dijo Ariana teniendo presente el nerviosismo de la joven.
Irene salió de la sala principal temblando.

Estuvo en la habitación pensando en todo lo ocurrido. No podía haber sido él. Desde que se declaró había estado encerrado en el sótano. Por la noche, acudió de nuevo a la sala principal.

Al llegar no saludó y directamente preguntó:
-¿Qué tenéis pensado hacer con él?
-Hemos pensado que lo correcto es matarle.