Irene siguió por el mercado y estuvo allí un buen rato. Estaba encantada de haber conocido a otra chica de su edad, últimamente todas las personas con las que se juntaba eran de su edad. La reina agradecía mucho que Helena no le hubiera dicho nada a nadie, tenía pinta de ser una gran persona con un buen corazón.
Helena estaba encantada de haber conocido a la reina, siempre le había adorado, le parecía que era una chica muy fuerte que se enfrentaba a un difícil reino. Su vida no era muy buena, hacía ya poco que su madre, la única persona que le cuidaba, había fallecido. Eso hizo que prestase mucha más atención a su hermana pequeña Clara. Tenía diecisiete años, un año menos que ella, y le ayudaba vendiendo fruta. Justo en el momento en el que había conocido a Irene, Clara estaba tomando un descanso, eso le daba pena, le habría encantado conocer a la reina. Su hermana no tenía muy buena cara últimamente, le daba la sensación de que había algo detrás de eso pero Helena no sabía nada al respecto.
Clara era una chica muy soñadora y le encantaba leer, en todos los descansos que hacía, siempre cogía un buen libro. Era alta, tenía el pelo largo, liso y entre castaño y rubio y sus ojos eran de color avellana. Normalmente no le importaba lo que la gente pensara de ella y se quería a sí misma. Pero lo que estaba viviendo últimamente lo negaba todo.
Irene llegó al palacio pensando en todo lo que estaba pasando tan solo en dos días. Era de locos lo que estaba ocurriendo. Irene decidió que al día siguiente volvería a ir al mercado para hablar con Helena, antes se había quedado con las ganas pero se había ido sin saber por qué. Cuando entró por la puerta de entrada y salida del palacio, echó otro vistazo al despacho de Emma pero seguía sin estar allí. Eso se le hizo raro pero sin pensar más, se dirigió a la habitación de Dani.
Emma llegó al palacio y rápidamente fue a su despacho. Estaba cansada y decidió quedarse allí para descansar.
La reina estuvo en la habitación de su mejor amigo un buen rato. Estuvieron hablando de lo que estaba pasando e Irene siguió sin mencionar a Emma. En el fondo de su corazón, suponía que no quería que Dani conociera a Emma, quizá podía haber malentendidos y lo mejor era dejarlo estar. La joven también le contó a Dani que había conocido a una chica de su edad, Helena. Después de una larga conversación, Irene se dispuso a ir al gran salón para estar con Pitxi.
Iba por los pasillos del palacio y de repente se encontró con la detective.
-Hola Emma.
-Hola Irene.
-Antes no te he visto en el despacho, y ayer tampoco -hizo saber la reina.
-Ya, tenía cosas que hacer -respondió Emma. Tenía un secreto que no debía contar a nadie, si salía a la luz, podía estropear su situación.
Las dos chicas se despidieron y cada una se fue por su lado.Helena tenía una pequeña casa a las afueras del reino que compartía con su hermana. Se dirigía hacia allí porque estaba cansada y necesitaba dormir. Antes de ir a la cama, fue al baño y allí descubrió que Clara estaba llorando.
-¿Qué te pasa? -preguntó la hermana mayor.
-Nada, solo me he dado un golpe y me duele mucho -mintió Clara. No quería preocupar a su hermana.
Helena sabía que estaba mintiendo, siempre que mentía movía las orejas automáticamente. Helena necesitaba encontrar lo que le causaba tanto dolor a Clara.
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Asuntos De La Realeza
Teen FictionUna reina de 17 años a cargo de un gran reino. Tendrá que elegir entre opciones que harán el bien o harán el mal. Y todo cambia y se llena de problemas y misterios por resolver cuando un asesino que tienen preso en su palacio llega a su vida. Descub...