Helena estaba en el baño llorando, había sido una situación horrible, pero todo tenía su sentido. Era difícil, pero asumiría las consecuencias. Aunque había algo que le alegraba. El amor que sentía hacia Irene era correspondido. Eso hacía un poco más sencillas las cosas. En ese instante, la puerta del baño se abrió y la reina Irene entró. Para su sorpresa, lo primero que hizo Irene fue darle un abrazo.
-Lo siento mucho -se disculpó Helena.
-No pasa nada, ¿qué te ha pasado?
-Es una larga historia.
-Tengo tiempo, cuéntame.
-Yo asesiné a ese mercader, en parte, la asesina soy yo -dijo la tendera.
Inmediatamente, Helena comenzó a zollipar. Cuando el abrazo terminó la reina le hizo la siguiente pregunta:
-¿Por qué?
-Es otra larga historia.
-Dímelo, sigo teniendo tiempo.
-Pensé que era el causante del asesinato de mi madre -explicó Helena- . Era su ex marido y estaba tan deprimida que no busqué pruebas para asesinarlo.
Irene le dio otro abrazo y las dos se quedaron en silencio un rato.
-Todo va a salir bien -le dijo la reina.
-No, soy una asesina y deberían encerrarme.
-Solo estabas mal en ese momento, lo arreglaremos.
Helena le devolvió una sonrisa triste y asintió.Aquella noche, las dos chicas estaban demasiado cansadas por todo lo que había ocurrido e Irene se quedó allí a dormir. Había sido una noticia muy fuerte pero tenía pensado arreglarlo todo. Sabía que Helena estaba destrozada por ese tremendo error. Lo único que podía hacer ella ahora era apoyarle en todo.
Clara sabía que había pasado algo. Había visto a Helena y a Irene entrar en su habitación. Había una litera, Clara dormía en la de abajo, donde actualmente se hallaba la reina. Y su hermana dormía en la litera de arriba. Siempre habían vivido en la misma habitación. Aquella noche, cuando las dos jóvenes entraron, había notado tristeza en los ojos de ambas. Estaba preocupada y decidió salir e ir al palacio, podía ser urgente lo que les pasaba. Como había dicho su hermana el día anterior:
-Clarísimo. Pero cuando no sepas bien que ocurre, hay que ir a la enfermería -aconsejó Helena sonriente.
En este caso, la enfermería era el palacio, seguro que había alguien que pudiera ayudar a esas dos.Aunque Emma estaba cansada, no pegaba ojo, y andaba en su despacho mirando unos papeles. De pronto, se oyeron unos ruidos de alguien que llamaba a la puerta. Emma sabía que no había ningún guardia por allí, habían tenido una confusión y había quedado libre un rato de la noche. Emma no tenía prisa, por lo tanto, decidió abrir la puerta. Tras mirar quién estaba detrás de la puerta, puso una mirada confusa. Conocía a esa chica, era la hermana de la frutera. Pero esta vez venía sola, no sabía qué quería.
-Hola -saludó Emma.
-Hola -contestó Clara un poco inquieta- . ¿Eres Emma?
La detective asintió.
-Mi hermana me ha hablado mucho de ti.
-¿Necesitas algo? -preguntó Emma.
-Sí, noto a Helena y a la reina Irene bastante mal. Sé que no soy nadie para pedirte que investigues qué les pasa. Solo quiero que no tengan ningún problema.
-Está bien, ¿después de qué situación han empezado a comportarse de tal manera?
-Después de cenar, creo que era una cita, o algo así.
Emma se tragó las lágrimas, se veían felices juntas y no quería influir en aquella bonita pareja. Debía apartarse y dejarles estar.
-Bien, has hecho bien en acudir. Ya es tarde, ¿te apetece dormir aquí?
-Sí, seguro que estas camas son mucho más cómodas que mi sofá.
Emma sonrió y le preparó una cama en una sala. Enseguida se durmió y Emma consiguió dormirse también.Irene no podía dormir, sabía cuáles eran las consecuencias de un asesinato en el reino. No quería comentárselas a Helena, por el momento, debía estar tranquila. En el fondo de su corazón, había un dolor inmenso, sabía que debía dejarle tiempo a Helena, pero le quería mucho y aunque ese primer acto había salido mal, le bastaba con estar a su lado.
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Asuntos De La Realeza
Ficção AdolescenteUna reina de 17 años a cargo de un gran reino. Tendrá que elegir entre opciones que harán el bien o harán el mal. Y todo cambia y se llena de problemas y misterios por resolver cuando un asesino que tienen preso en su palacio llega a su vida. Descub...