❤ Por tí ❤ //Secuela Elite Way School 5º Año// .

16. Complicaciones

Hola mis lectores

Volví!!! Parecía que no iba a llegar el día pero lo hice y, además, antes de tiempo. ¡Qué contenta estoy, tenía muchas ganas de escribir y de pasarme por aquí!

Y mi vuelta se estrena con esta historia... Llevaba mucho tiempo sin escribir por la falta de inspiración pero bueno poquito a poco va llegando y aprovecho los momentos de "luz" para escribir cachitos. 

Espero que os guste este capítulo que termina bastante interesante. El siguiente va a sorprender a muchos/as, o eso espero. 

Muchas gracias por la eterna paciencia, sois geniales. 

Nos leemos pronto. 

Un besazo enorme. 

Cuidaros 

Complicaciones

- ¿Qué te parece?

Tomás me enseñaba uno de sus otros modelos candidatos para la noche de la reconquista, algo así llamó el hecho de tener una oportunidad de amigarse con Pilar. A mí me tenía más que podrido con aquel tema y no veía la hora de que llegasen las chicas y que Romeo y Julieta volvieran a amarse y dejar a la faz de la tierra en armonía.

- Sos un pelotudo – le dije. - ¿Quieres aclararte ya? Es lo mismo que el anterior, da igual cual te pongas sigues igual de cabezón.

- Estás muy chistoso desde que vos y Marizza... - tanteó con un deje molesto.

- Pues agradece que estoy chistoso porque hoy nos interrumpiste boludo – dije a regañadientes.

- ¿Y yo que sabía? Me sentía solo... Mis viejos vieron la oportunidad  perfecta en cuanto el médico me dio el alta hospitalaria. Se largaron... – dijo con rencor.

Su actitud hizo que riera.

- ¿Echas de menos a tus viejos? – sonreí de lado.

- ¡NO! – negó rápidamente. – Solo que parece que les molesto... Además, anda re podridos con la idea de laburar en el negocio familiar.

- Pues no lo hagas – me encogí de hombros.

Tomás frunció el ceño.

- Mira quién habla... - musitó

- Lo mío fue diferente – me defendí.

- Si vos lo decís...

- Además, no estamos hablando de mí – quise desviar el tema. - ¿Qué querés? ¿Qué es lo que te gusta?

Tomás reflexionó mi pregunta. Lo miré interesado, pero no recibía ni una sola respuesta.

- Dale cabezón – le animé

- Quiero ser... Quiero ser... - dudó – Me gustaría prepararme a las pruebas para el cuerpo de policía.

Reí.

- ¿Cana? – pregunté sin dejar de reír. – Venga Tomás si sos un cagón... Si aún te aterra encontrarte con Dunnof. No jodas... - reí, pero el rostro enojado de mi amigo alertó de que debía parar con mi actitud. El timbre de la puerta de la casa sonó y fue mi oportunidad perfecta para evitar aquella situación incómoda que se había creado. – Voy a abrir.

Bajé las escaleras a toda prisa y maldije mi metedura de pata. Pobre Tomás. Había confiado su "pequeño secreto" en mí y yo me limité a reír como respuesta.