❤ Por tí ❤ //Secuela Elite Way School 5º Año// .

4. Nadie dijo que era fácil

- Che, aun no puedo creer que estés acá - Tomás daba un sorbo a su taza de café

- Ni yo cabezón, ni yo - le dije

Me había quedado en casa de Tomás al finalizar la boda de Sonia y Franco. La boda terminó tarde, pero continuamos poniéndonos al día en casa de Tomás. Guido decidió no seguir la joda para acompañar a Laura a su casa. Según Tomás, Guido mantenía una relación bastante seria con la rubia y, parte de ello, gracias a Marizza que lo mantenía en raya. Me sorprendió saber que mis amigos mantenían una muy buena relación con la ex colorada, diría incluso que era muy buenos amigos.

- ¿Cuándo vuelves a Londres? - me preguntó con un deje de temor.

Sabía que Tomás era el que peor había llevado mi ida. De cierta manera, al cortar con Pilar, se había quedado solo y, aunque tenía a Guido, el morocho andaba re enganchado a Laura y en ocasiones no tenía suficiente tiempo para su amigo.

Para mí, también fue complicado y duro no verlos, sobre todo a Tomás, mi amigo de la infancia.

- Mi intención es no volver. - le dije dándole un bocado a una media luna.

Tomás me miró desconcertado.

- ¿Tu hermano lo sabe? - me preguntó. - No es por ser mala onda, pero ya sabes lo que pueden llegar a hacer...

- Sabe que me tome una excedencia en el trabajo y sabe que volvía a Buenos Aires. - le respondí. - Limpié la imagen de mi viejo y la suya, me lo deben.

Tomás dudaba de mis palabras.

- ¿Qué piensas? - cuestioné su actitud.

- Nada - se encogió de hombros.

- Cabezón, a mí no me engañas

- Tu familia no quiere verte feliz Pablo y en cuanto comiences a acomodar tu vida acá van a volver para arruinártela de nuevo.

- Eso no pasará. - le dije con seguridad.

- ¿Cómo puedes estar tan seguro? Después de lo que te hicieron, lo que le hicieron a tu mamá y a Marizza - enumeró angustiado a todas las personas que quería y que habían lastimado, aun dolía pensarlo. - ¿No tienes miedo a que vuelvan a intentarlo?

Mi vuelta significaba mucho. Todo estaba estudiado. La había preparado con tiempo y escatimado cada detalle. No serían capaz de dar un paso en falso porque, si eso ocurriese, tenía todas las armas suficientes para acabar con ellos.

- Tomás, no va a ocurrir nada. Hazme caso - le pedí mirándolo fijamente. Él asintió con pesar.

- ¿Tu padre?

- Mi padre está viviendo la vida a costa de mi hermano. Encontró su lugar en el mundo y es manejar a mi hermano a su antojo. Ellos se entienden - sonreí. Tomás aún seguía preocupado. - Cuéntame más. Necesito saber de todos y qué ha pasado acá durante mis años de ausencia.

Tomás aflojó la tensión de su cuerpo y comenzó a relatarme todos los acontecimientos que me había perdido, incluyendo a Pilar. Pilar se convertía en el monotema de nuestra charla. Entendía que estaba enamorado de ella y que la necesitaba, yo también necesitaba al amor de mi vida.

- Somos unos pollerudos. - reí amargamente.

- ¿Hablaste con ella? - se refirió a Marizza.

- No - negué. - Me cuesta hablar con ella cuando sé que rehízo su vida. ¿Quién soy yo para romper todos sus esquemas cuando recién armaba su nueva vida?