Ladies of the Darkness » little direction

☾ capítulo dieciséis ☽

                It was not my intention to kiss, it was only a reflection

No, no, no, no. Esto no era posible. Zayn… Zayn no podía hacernos esto. El era uno de los mejores, tenía la cabeza sobre la tierra. Él no podía ser un ladrón desalmado.

—Díganme que no soy el único que está pensando que Zayn es un sospechoso —dijo Niall al cabo de unos minutos de silencio.

—Descuida, no lo eres —le contestó Harry, saliendo también del trance.

—¿Significa que…

—No significa nada hasta que no probemos nada —lo corté.

—Y entonces… ¿qué haremos? —preguntó Niall.

Si. ¿Qué haremos? No podemos estar seguros de que Zayn fuera un soplón, aunque todos caminos nos llevaran a eso. Todo nos decía que él era el culpable de todo…

—¿Y si lo seguimos? —Sugirió Louis, frotándose la pera y haciendo un gesto con las manos—. Podríamos ver que hace cuando esta a solas.

—O cuando esté con Louise —continué, entendiendo su idea. Él asintió—. Eres un genio, amigo. Buena idea.

—¿Y cómo lo haremos? —Preguntó Niall—. No tenemos idea de donde está ahora.

—En realidad, si lo sabemos —dije, sacando mi teléfono—. Todos sus celulares tienen un rastreador; un GPS integrado para poder localizarlos —expliqué.

—¿Qué? —chillaron.

—Ya me escucharon —rasqué mi oreja; gritaban fuerte—. Los puso la agencia, no yo. Ahora, dejemos esto y busquemos a Zayn.

Rodaron los ojos y asintieron.

Busqué la aplicación y escribí el nombre del chico. Unos segundos después, el aparato estaba localizando al moreno.

—Está en el parque Hyde —les dije, mirando como el pequeño cursor se detenía justo ahí.

—Pues vayamos.

Tomamos las cosas, cerramos la puerta y entramos al auto.

—No los veo —dijo Niall, mirando hacia la enorme alfombra de césped delante de nosotros. Unos niños jugaban en los columpios mientras las madres los observaban; ancianos descansaban en los bancos alimentando a las palomas y un par de personas lanzaba monedas al agua pidiendo algún deseo.

El parque Hyde era uno de los parques más grandes de Londres, hasta uno de los más grandes de Inglaterra. El lago Serpentine separaba el parque con el contiguo; el Kensigton Gardens, uno de los viejos jardines de la realeza. Era famoso por ser un lugar hermoso, donde podías disfrutar un día de sol sin la preocupación de que te robaron; había guardias por todos lados. Sería bastante difícil encontrar a Zayn en este lugar; eran aproximadamente 1,4 km2.

—¿Cómo encontraremos entre todo este lugar? —preguntó Louis poniendo su mano para hacerle sombra a sus ojos. El sol estaba bastante fuerte hoy.

—Seguiremos el rastreador —contesté, sacando de nuevo el celular. El pequeño cursor seguía señalando el lugar donde Zayn se encontraba—. Vamos, hay que caminar.

Empezamos a caminar por el parque siguiendo la señal de Zayn. Resultaba que se encontraba en el corazón del lugar. Según se había oído, hay iba la gente que intentaba ocultarse. ¿Qué haría él ahí dentro? ¿Él también quería hacer eso?

Seguimos la señal de Zayn por unos cinco minutos, cuando de repente, el celular se apagó.

—¿Qué demonios? —solté. Golpeé un par de veces el aparato e intenté volver a prenderlo. Nada. Maldije—. Maldito celular.