☾ capítulo veinticuatro ☽

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«Espero verte pronto», fue lo último que dijo antes de cortar la llamada. Saqué el celular de mi oído y rápidamente empecé a llamarlo de nuevo, pero nadie respondió. Miré a los chicos.Harry y Niall me miraron en busca de una respuesta.

—Tienen a Louis.

Ambos se me quedaron mirando unos segundos con los ceños fruncidos, analizando las palabras que habían salido de mi boca. Luego, abrieron los ojos como platos.

—¿Qué? —murmuraron con los labios, sin emitir ningún sonido.

—Lo... capturaron —expliqué a medias, sintiendo un nudo en garganta. «¿Que le harán?», me pregunté, temiendo lo peor—. Lo tienen en su guarida... encerrado.

Sentí un enorme mareo recorrerme de pies a cabeza. Mis pies se desestabilizaron, perdiendo la conexión con mi cerebro para mantenerse derechos. Me sostuve de la pared de cemento para no caer. Llevé una mano a mi frente. Estaba ardiendo.

—¿Quién, Liam? —Harry me sujetó de los hombros y zarandeó mi cuerpo que, en estos momentos, era como si fuera de plástico—. ¿Quién? —repitió.

Lo miré a los ojos.

—Zayn.

Volvió a fruncir el ceño. Luego, me soltó y dio un paso hacia atrás, quedando a la par de Niall. Me despegué de la pared ya que el mareo había terminado. Volteé hacia los chicos. Harry me miraba como si le estuviera contando un chiste de mal gusto.

—¿Qué?

—¡Zayn! ¡Zayn! ¡Zayn está detrás de todo! —Exclamé con paranoia, llevándome ambas manos al pelo, intentando arrancarlo. «¿Por qué no lo vi antes? ¿Por qué fui tan ciego?»—. ¡Él es el nuevo líder de las Damas de la Oscuridad!

Ambos se dieron una rápida mirada entre ellos.

—Liam, estas cansado, necesitas dormir... —Niall apoyó una mano en mi hombro y me dio un pequeño apretón.

La quité rápidamente con asco. Retrocedí y negué repetidamente con la cabeza.

«Creen que estoy loco. Que perdí la cabeza», pensé, observando cómo los chicos mantenían su mirada fija en mi. En ella, había un rastro de melancolía y tristeza. Me trataban como si fuera un niño pequeño.

—¡Necesita nuestra ayuda! —les grité, retrocediendo otro paso. No tenía idea de adonde estaba caminando, pero por ahora, solo quería alejarme de ellos—. ¡Van a matarlo!

—Hay que llevarte a un médico, Liam, estas mal. Vamos... —Harry avanzó un paso hacia mí, con la mano alzada para que la tomara. Me negué a aceptarla. Volví a retroceder, chocando contra el cordón de la acera—. ¡Ya para, Liam! —gritó enojado, volviendo la palma en un puño.

Me di la vuelta y comencé a correr. Escuchaba los pesados pasos de Harry y Niall detrás de mí, pisándome los talones y soltando maldiciones. La densa niebla no me permitía mirar hacia donde iba exactamente, pero no paré en ningún momento. Los otros pensaban que yo estaban locos y me entregarían a un loquero. No iba a permitir eso. Tenía que ayudar a Louis.

Di la vuelta en la esquina y continué corriendo.

—¡Liam! ¡Para! —exclamó Niall. Luego agregó con desesperación—: ¡Para!

Mi pie tocó la calle y los gritos de los chicos se intensificaron. Mis piernas no pudieron continuar corriendo y me detuve finalmente por el cansancio. Giré para mirarlos. Estaban a un par de metros de distancia.

—¡Cuidado!

Harry se tiro hacia mí. Sentí mi cabeza sacudirse violentamente y mi pecho oprimirse por el enorme cuerpo del castaño sobre el mío. Nuestros cuerpos cayeron al suelo bruscamente, a salvo del automóvil que pasó velozmente a centímetros de nosotros.

Ladies of the Darkness » little directionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora