She was my queen when we were six
Perrie
—Damas, hora de atacar —dijo Jesy. Estábamos en el techo del museo central de Londres. Las chicas vestían su ropa completamente negra y nuestros cabellos estaban atados en coletas—. Jade, ¿ya están ahí los polis?
—Estarán allí en unos minutos —dijo mientras revisaba su reloj de muñeca.
—Perfecto. ¿Dejaste abierta la puerta de atrás?
—Sí. El guardia de hoy es el señor Fellis, así que no tendremos problemas por la seguridad. —Se escuchó una alarma y Jade miro su reloj—. Hora de atacar.
Bajamos por las escaleras de incendio rápidamente sin hacer ruido. Tomamos el callejón y abrí la puerta. Las cuatro entramos ocultándonos entre las sombras y observando cada rincón, vigilando que ninguna persona estuviera cerca y pudiera vernos. Subimos las escaleras y entramos al cuarto en remodelación. Las paredes blancas vestían grandiosas telas de colores y había cuadros de las joyas más caras de la historia. La esmeralda se encontraba en una mesa en medio de la habitación.
Caminé hacia él y estiré las manos para tomarlo, pero antes de hacerlo me detuve.
—Esto es demasiado fácil —murmuré para mí misma.
—¡No tenemos tiempo Perrie, tómalo ya! —gritó Leigh mirando por la ventana y observando las luces azules y rojas viniendo hacia el museo.
Rodé los ojos y tomé la joya. Una sirena comenzó a sonar y las ventanas y puertas se cerraron con rejas de metal.
—¿Qué es esto? —gritó Jesy viendo las rejas y empezando a agitarlas.
—¡El sistema de seguridad! —Exclamó Jade llevándose las manos a la cabeza—. ¡Olvidamos apagarlo!
La sirena me empezó a aturdir los oídos. Las luces policiacas estaban más cerca y seguían aproximándose. Las chicas empezaban a perder el control. Todo era un desastre.
—¡Debemos salir! —exclamó Jesy. Comenzó a caminar en círculos y miró un ducto de ventilación escondido a unos metros de nosotros—. Por allá.
—¿Estás loca? No cabemos por ahí —dije—. Solo alguien pequeño podría entrar...
Las tres miramos a Jade.
—¿Qué están...? Oh no. No me meteré por ahí.
—¡No veo nada! —Gritó desde el ducto—. ¡Las odio!
—¡Ya nos lo dijiste! ¡Ahora sigue avanzando! —respondió Leigh.
Luego de unos minutos habíamos conseguido que Jade se metiera dentro del ducto. Los nervios y las alarmas acercándose nos hicieron perder la cabeza, obligándonos a empezar a amenazar.
—¡Ya veo una luz! —dijo luego de unos momentos. Se escuchó el ruido de un objeto cayendo al suelo y luego un quejido—. Ya estoy afuera.
—Apaga la alarma y sácanos de aquí.
Jade no respondió, por lo que suponíamos que ya estaba yendo a apagarla. Unos segundos después, las rejas se abrieron y la puerta quedó libre. Salimos corriendo de ahí y bajamos las escaleras rápidamente.
—Jade, ya estamos fuera —grité, pero no se escuchó ninguna respuesta—. ¿Jade?
—Algo me huele mal aquí —dijo Jesy mirando entre las sombras. Frunció el ceño y dio un paso hacia adelante, desafiante—. Muéstrate, Liam.
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Ladies of the Darkness » little direction
Fanfic❝Las estrellas no pueden brillar sin oscuridad❞, dijeron ellas, admirando el cielo nocturno plagado de manchas blancas mientras corrían de la policía. En ciertas ocasiones, es difícil elegir entre el bien y el mal. #782 en fanfic 18/02/15 (es un log...