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Laury estaba dando vueltas en su habitación, su vecina y su esposo besándose. Era todo lo que podía pensar, si bien no escucho la plática de ambos. No la necesitaba para romperse, porque ya estaba rota.
La castaña sabía que ese matrimonio fue algo arreglado, no fue por amor, solo porque su padre obligo a Andy a estar con ella. Sin embargo la mujer de ojos cafés oscuros lo amaba.
Y no entendía como tú pudiste enamorarlo en tan pocos meses, que ella en tantos años. Porque ella suponía que su aventura era de meses.
Laury se sentó en la cama a pensar, ¿Qué haría para no separar a su familia? Entonces miro la prueba de embarazo tirada en el suelo y una idea brotó de su cabeza.
...
Andy y tú se encontraban revisando unos expediente de unos casos que tenían juntos, pero Andy no se aguanto las ganas y te abrazo por la espalda.
Reíste por lo bajo y seguiste con tu trabajo, pero el rubio oscuro empezó a dejar beso en tu cuello.
—andy estamos en el trabajo —dijiste para detenerlo, pero siguió besando tu cuello.
—lo hemos echo miles de veces aquí —dijo en un susurro, asiendo que temblara y tú estómago sintiera un cosquilleo —que más da una más.
Tu negaste y te separarte de el, el te miro y tú te sentaste en el escritorio. Andy pensó que iban hacerlo, hasta que hablaste.
—¿Que te dijo laury? —preguntaste mirándolo seriamente, Andy por su parte camino asea el escritorio y se sentó a tu lado.
—cuando volví de dejarte, ella estaba dormida así que aún no le e dicho. Tal vez le diga cuando salgamos del trabajo —dijo tomando tu mano y tú sonreiste, aunque tenías miedo de que se fuera arrepentir.
—andy —hablaste asiendo que el contestara con un "hum". —estas seguro de esto... Digo ellas es tu esposa por cuantos años... Seis y yo solo soy tu vecina de unos cuantos meses y no quiero que te arrepien....
No pudiste terminar tu oración, Andy te tomo de la mejilla con su mano libre, para atraerla asea el y unir sus labios en un beso tierno, suave y dulce.
Tu por el otro lado pusiste tu mano en la mejilla de Andy, acariciarte con tu dedo gordo su mejilla mientras ese beso tierno se alargaba. Cuánto hubieras dado para que no se terminará ese beso.
La falta de aire invadió amabos y se separó, tu seguías acariciando su mejilla y el solo te miraba con una sonrisa en los labios.
—eres mi flor —dijo asiendo que tú le dieras un pequeño beso en la frente, acariciarte su barba mientras el seguía mirando tus ojos.
También Andy hubiera dado todo para que ese momento no hubiera terminado.
En eso la puerta se escuchó y ambos se separaron, miraste a Laury venir asea ustedes con una sonrisa de oreja a oreja.
