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Estaba con el profesor Abraham Erskine, hablando de quién sería el indicado para aplicar su nuevo suero, mientras caminaban por la convensa Stark.
—no lo sé profesor, no es por desafiar las órdenes del coronel, pero no creo que ningún soldado sea digno —dijiste, mientras pasaban por un pasillo de fotos.
—creo lo mismo "T/N"—erskine apoyo tu idea y empezó a pensar quien será el hombre indicado para aquella tarea. -pero necesitamos alguien.
En eso el profesor y tú miraron asea unos mejores amigos, que discutían en voz baja, pero era escuchable y notaste como un joven delgado y pequeño, que te daba la espalda discutía con su amigo porque quería ingresar al ejército, pero por obvias razones no podía.
—pienso que el sería bueno —dijiste, en voz baja apuntando al hombrecillo que se despedía de su mejor amigo con un abrazo.
—tambien lo creo doctora —dijo Abraham, con una sonrisa en sus labios de alegría porque al fin había encontrado a quien podría ser digno de aquel suero.
...
Mirabas todos los nombres falsos que se uso aquel jovencito que era de tu edad, algo de ti se enternecido al saber el espíritu de lucha de aquel hombre.
—y ¿Cómo se llama?—pregunto Erskine, tu te encojiste de hombros y le diste todos sus documentos.
—parece que el joven engañaba a los doctores en los exámenes —contestaste, caminando juntos al profesor que iba asea donde estaba el hombre.
—ya veo.
Abraham abrió la cortina dejando ver al joven delgado, un poco asustado y por la presencia de los guardias.
—déjenos a solas—pidió erskine, haciendo que los guardas salieran y los dejarán solo con aquel hombre.
El hombre delgado rubio miraba con cierta curiosidad y temor al profesor, tú solo mirabas aquellos ojos azules que tenía eran muy lindos para ti.
—¿Cómo se llama?—pregunto Abraham, sacando los papeles que le diste segundos antes. —y sin mentiras.
—steve —contesto, con seriedad, por una razón ese nombre te hizo sonreír y Abraham lo noto. —steve Rogers.
—mucho gusto, soy el profesor erskine —el hombre extendió su mano asea Steve, Steve la estrecho y asintió con la cabeza.
—y ella—el profesor te miro y tú arrugaste la frente, y el profesor prosiguió. —la doctora "T/N", estamos aquí para ofrecerle algo.
