NO ACEPTO LECTORES FANTASMA
Su vida no volvería a ser la misma. Para bien o para mal, vivir con sus hermanos realmente le va a cambiar la vida.
Lo siento, nos soy buena con esto, mejor lean la historia y vean de que trata ustedes mismos xd.
𝐃𝐢𝐚 �...
—Estoy bien, señora McGibbon –contesté a la madre de Tj, cuando me preguntó si quería algo más..
Un encanto la señora.
—Por favor, dime Kimberley –sonrió.
—Muy bien, Kimberley –se sintió raro pero si eso quería, eso haría.
—Y bien ¿Me van a decir porque se vinieron antes? –preguntó a Tj sentandose en la mesa con nosotras.
Tj y yo nos miramos al mismo tiempo pensando en una escusa para que dejara de preguntar sobre algo que claramente no íbamos a decirle, pero algo interrumpió el momento, o mejor dicho alguien me mandó mensaje, la madre de Tj se levantó de la mesa y nos dejó solas.
Aidansito<3: Linda, ¿estás bien?
Yo: Oh, si. Estoy bien. Perfectamente. ¿Cómo estás tú? Aprovechaste y te seguiste besando con esa hija de la...
Eso es lo que hubiera querido responderle. No era ni lo más cercano a lo que en realidad respondí.
Yo: Si, estoy bien.
Aidansito<3: ¿Estás segura? ¿Dónde estás? Puedo ir a verte.
Yo: Estoy en casa de una amiga. Necesito descansar. Adiós.
Aidansito<3: Bien, ya hablaremos. Buenas noches.
Lo menos que quería era hablar con él en este momento, prefiero esperar a estar calmada porque si hablamos ahora voy a terminar con él y eso no es lo que quiero.
—¿Está todo bien? –preguntó.
—Si, todo bien –sonreí de lado.
—Bueno, pues mira te puedes dar una ducha en mi baño, vamos –caminamos hacia las escaleras y luego por un pasillo hasta llegar a una habitación.
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Es muy linda, era una vibra que quedaba perfecta con Tj.
—Y este es mi cuarto –volteó– Por ahí está el baño, puedes ir a ducharte mientras yo preparo más cobijas y almohadas –sonrió.
—Muchas gracias, Tj –la mire sonriendo.
—No es nada, T/n. Esto es un secreto entre tú y yo, ¿De acuerdo? –asentí sonriendo.
Me levanté de la cama y fui al baño para darme la ducha que tanto me hacía falta. Después de 5 minutos me salí y cambié con la pijama que Diego había metido a mi mochila.
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