C32. Detención 2.

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[T/n Sprouse]

No se en que puto momento Aidan se encontraba conmigo en detención, junto con Noah y otra chica.

Resulta que se enteró de que estaría aquí después de clases y ahora El también lo está. Estábamos en silencio esperando a que nos llamarán para entrar al salón, le avisé a Diego que iba a llegar tarde a la casa, más no le dije porque.

-¿Porqué estás aquí? -preguntó mirándome serio. No quería hablar con él pero de igual forma no podía ser tan... mala.

-Hablar en clases -contesté sin mirarlo- ¿Y tú? -sentí la necesidad de saberlo, que curioso que a él también lo mandaran a detención el mismo día que a mí.

-Interrumpir una clase -dijo con la cabeza agachada.

Yo no dije nada más.

-Jóvenes, pasen para pasar dos horas reflexionando en lo que hicieron mal hoy -salio un profesor del salón, después nos metimos y estuvimos casi la mitad del tiempo escuchando los sermones insoportables.

[...]

Al cabo de una hora y media ya estábamos tan aburridos que hasta el maestro se estaba quedando dormido. Yo, por otro lado, había encontrado la letra de canción que escribí hace un tiempo en el parque. Me dieron ganas de seguir, creo que con el aburrimiento llegó la inspiración.

-Se ve que te hizo daño -dijo la otra chica que estaba con nosotros en detención. La mire por unos segundos, era tipo grunge pero tenía algo que me gustaba de como se vestía, ella dibujaba algo en su cuaderno no alcancé a ver y no sé cómo ella leyó lo que escribí.

Tipo:

-Creo que jamás te había visto -le dije sin contestar a lo que dijo

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-Creo que jamás te había visto -le dije sin contestar a lo que dijo.

-Nunca lo hacen -resopló divertida- Toda la bola de actores y actrices de la escuela siempre están en lo suyo como para notar que alguien más existe aparte de ellos -murmuró con sarcasmo y eso me ofendió un poco pero lo entendí.

-Yo... voy a pretender que no escuché eso -volví mi vista a mi cuaderno y seguí escribiendo la canción que por cierto estaba quedando muy bien.

La media hora restante se pasó rápido y el maestro dió la orden de salir. Yo salí rápido era la que más quería irme de ahí, los dos chicos se estaban mirando serios y yo no quería estar en medio de lo que pasara después.

-T/n, ¿Podemos hablar? -gritó Aidan caminando detrás de mí, Noah ya se había ido así que solo quedábamos él y yo.

-Yo ya dije todo lo que tenía que decir -silencio- Yo no estoy mal contigo, te fui sincera con lo que pasó ayer y allá tú si no me quieres creer. Cuando tú estés de mejor humor o ya hayas olvidado el tema, puedes ir a mi casa para pasar tiempo juntos, punto -aclaré lo más amable posible, no quería estar mal con él y es todo. Si él estaba de acuerdo pues bueno seguimos como siempre, si no pues ni pedo.

Él solo asintió, entendió que por su bien y por el mío, principalmente por nuestra relación, es mejor pensar las cosas antes de entablar una conversación.

[...]

-Diego y si mejor ¿Vamos el miércoles? -pregunté sin siquiera ver si estaba en la sala cuando entré a la casa, solo abrí la puerta y lo dije- De verdad, estoy abrumada.

-Hola.

Oh no.

-Hola, hermanito -sonreí falsa- ¿Que haces aquí tan temprano, Cole? -dejé la mochila en el sillón.

-Pues terminamos de grabar -dijo obvio- ¿Tú que haces llegando apenas? -preguntó mirándome con los ojos entrecerrados.

-Me quedé... haciendo esto... lo que te dije -empecé a balbucear.

-Aprende a mentir mejor y luego hablamos -dijo y marchó por la puerta principal.

-¡Diego! -grité buscándolo por la casa- ¡Diego! -nadie me contestó- ¡MARCO!

-¡POLO! -contestó y fui a donde se había escuchado, estaba en la habitación de juegos.

-¿Qué haces? -pregunté mirando que estaba sentado sin hacer nada, ya sé. Estúpida pregunta.

-Esperándote -se levantó y me llevó a su habitación- ¿Por qué fuiste a detención?

-Una estupidez -reí- No fue nada en serio -silencio- ¿Quien te dijo? -me quejé.

-Dante, tal vez no me caiga tan bien pero él lo sabe todo lo que pasa en tu escuela.

-Tengo que hacer tarea -bufé.

-Te acompaño, yo también -bajamos a la sala por mi mochila- Oye y si hacemos unas palomitas o algo para comer mientras la hacemos -propuso y estuve de acuerdo.

-Hazlas tú -pedí mientras me sentaba en la barra de la cocina- Yo tengo que mandarle mensaje a Majo.

-Uy pero que linda -dijo mientras me tomaba una foto encima de la barra- Directo a Instagram -rió.

-Atrévete -amenacé levantándome a él.

-Demaciado tarde -silencio- Ya la publique.

-Cómo sea -me volví a sentar.

-¿Por qué tan amargada? -preguntó poniendo las palomitas para calentar.

-Bueno... -le conté todo lo que pasó en la escuela- Y estoy tan cansada de esto.

-Todo va a terminar bien, vas a ver -él ya se estaba comiendo las palomitas- Tal vez deberías llamarle para que hablen -con la boca llena.

-No, yo le dejé claro que si quería hablar, lo hiciera cuando se tranquilizara -aclaré y nos fuimos arriba para hacer tareas.

-Buen, veo que lo tienes todo bajo control.

-Ya quisiera -murmuré.

[Al día siguiente]

-¿Entonces estamos bien? -pregunto Aidan acercándose para darme un abrazo.

-Si, estamos bien, pero más vale que te olvides de esos celos -alcé una ceja y él asintió rápidamente con la cabeza- De acuerdo, si me disculpas... -me miró con el ceño fruncido mientras me separaba de él lentamente- ...debo ir a casa a arreglarme para salir.

-¿A dónde? -pregunto tomándome de la mano.

-Al cine, con Dante, ayer le dije que saldríamos -contesté y al final le di un beso corto en los labios.

-De acuerdo, yo debo hacer los últimos detalles de la canción de la que te conté hace unos meses -mencionó emocionado.

-¿Voy a ser la primera en escucharla cierto? -pregunté con una ceja alzada.

-Lo prometo--se puso la mano en el pecho con una sonrisa- Te la escribí a ti después de todo.

Hice cara tierna y lo volví a abrazar.

-¡T/n! -gritó Dylan tocando la bocina del auto.

Resulta que ahora él había tenido la oportunidad para pasar por mí después de unos trámites que tenía que hacer.

-Debo irme -le dije a Aidan dándole un beso en la mejilla y él en la mía.

-Nos vemos luego -dijo más alto mientras yo me alejaba y asentía con la cabeza.

Me metí al auto y solo pude ver la expresión de Dylan donde claramente podía ver qué no le gustaba ver esas muestras de afecto en frente de él. Él arrancó sin decir nada, cosa que disfruté mucho.

La Pequeña Sprouse [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora