La Pequeña Sprouse [COMPLETADA]

C22. San Valentín.

[T/n Sprouse]

Han pasado tres días, hoy es el baile de San Valentín, encontré un vestido que me queda como anillo al dedo, negro, corto, perfecto para mí.

En los últimos días Hanna había intentado pasar más tiempo con Aidan mientras él estaba conmigo, traté de tolerarlo pero no es mi fuerte. Era muy constante su intento por separarnos.

Aidan va a pasar por mi en 20 minutos para ir.

-¿Cuál se me ve mejor, el de serpiente o el de esmeralda? -pregunté bajando las escaleras.

-El que sea que elijas está bien, te vez hermosa de cualquier forma -contestó Cole y sonreí tierna.

-Eres tan lindo cuando quieres serlo -me emocioné.

-Ay, ya sé -dijo apenado pero cursi.

-Te quiero -lo abracé- A ambos -aclaré cuando ví a Dylan

-Oh, ambos sabemos que tienes un gemelo favorito -Dylan rió.

-Claro que no -negué indignada.

-Claro que sí -interrumpió Diego y lo fulminé con la mirada.

-Bueno, como sea, en un rato viene Aidan para llevarme al baile -subía las escaleras.

Quería pensar en esta noche como la mejor de todas, aún no era el baile de graduación pero para eso aún faltaba un tiempo y debía disfrutar al máximo todo el tiempo posible antes de decidir a qué universidad ir.

No había mucho que decir, Stanford me rechazó, aún esperaba respuestas de Berkeley y de la NYU (Universidad de Nueva York), al igual que la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

Había estado pensando sobre Yale, y en realidad no me entusiasma la idea, me gustaría ir a alguna de las tres antes mencionadas, pero si ninguna me acepta tendré que ir ahí.

-¡T/n! ¡Ya llegó Aidan! -gritó Cole desde abajo.

-¡Ahora voy! -grité.

Me decidí por el collar de serpiente al final, el de esmeralda lo puedo llevar al de graduación.

-Bien, no quiero que pongan horario, si ponen tendrán que ser justos, en serio -mandé bajando las escaleras.

-¿Dónde está la diversión para nosotros si no tienes hora de llegada? -Dylan dijo con sarcasmo y lo miré mal.

-Hablo en serio -abracé a Aidan pasando un brazo por su espalda.

-Bien, ¿Que tal antes de las 12? Me parece suficiente -propuso Cole parándose frente a nosotros.

-Me parece bien -acepté y sonreí.

-Si, a ti pero no a mí -hablo Diego- Tu debes estar aquí antes de las 11, señorita -reí leve.