XXIII

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Nota de autora: Después de siglos vine actualizar, este capítulo es algo largo y esta lleno de información sobre plantas, me pase varios días leyendo sobre ello para traer algo bien estructurado, espero que no les aburra por los términos pero les prometo que son necesarios para lo que viene a continuación en la historia ¡Gracias por leer a mis niños! 

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 —Si sigues aquí dentro de media hora, llamo a la policía por acoso, pervertido. Chist, no te di permiso para hablarme, vagabundo, irrespetuoso, acosador y pervertido, Dios que horroroso ¿qué? ¿qué? ¿qué? ¿Qué me ves horrendo? No me hables, ya lárgate que me da dolor de cabeza verte.

Con aquello dicho, el joven pelirrojo entro a la oficina golpeando la puerta con demasiada fuerza, dejó su ice americano sobre su escritorio pellizcando el puente de su nariz levantando un poco sus anteojos— ¿Puedes creer qué ese sujeto sigue allí Dr. Hong? En serio, no entiendo como todavía no se ha marchado si ya le ha dicho que no.

Hong se recargo en la silla soltando un resoplido, su asistente tenía razón. Aquel moreno llevaba dos semanas siguiéndole por todo el hospital con papeles en mano gritando que si le escuchaba haría el mayor descubrimiento de su carrera médica. Aquello era absurdo ¿cómo un chiquillo gritón y acosador se atrevía a decir algo como eso cuando él ya había hecho grandes descubrimientos? Aún así, había momentos donde la curiosidad le ganaba, quería invitar al joven a su despacho y permitirle hablar, pero, estaba aquel pequeño detalle llamado Boo Seungkwan, su asistente no permitiría que eso pasara dado a que "era una pérdida de tiempo". Primero lo atacaría a él por irracional y después al joven, no sería una escena agradable, Boo podía ser bastante emocional y agresivo cuando menos te lo esperabas.

—Es raro que sea tan persistente —concedió el médico jugueteando con un lapicero pasándolo entre sus dedos— me gustaría escucharlo, claro, después de una pequeña prueba.

—Oh, ¿qué clase de prueba quieres Joshua? —tanto asistente como doctor compartieron una sonrisa maliciosa.

—Creo que escuche que llamarías a la policía ¿no? —pregunto el de cabello caramelo revisando el reloj— en cinco minutos se cumplen la media hora. Puedes darle la sorpresa.

—Entendido —con una sonrisa Seungkwan tomo el celular tarareando de la emoción dándole un trago a su café— ¿Policía?




—Por última vez, no estaba acosando al Dr. Hong y no planeaba hacerle nada "raro". Se lo juro, no tengo malas intenciones ¡Es todo lo contrario!

El policía solo tecleo algunas cosas en la computadora lanzándole su mejor mirada de "nadie te cree chiquillo" a Mingyu —Entonces ¿por qué has pasado las últimas dos semanas siguiéndole a todas partes y esperando afuera de su despacho sino lo estas acosando y no pretendes nada raro? O ¿acaso me dirás que el señor Hong y su asistente Boo están mintiendo? Dame una buena explicación y te dejaré usar el celular de la comisaría para que llames a alguien para que pueda corroborar tus intensiones.

Ante el silencio del moreno que se removía incomodo en su lugar el policía se dirigió hacía el Dr. Hong que se encontraba agitando la cabeza con los brazos cruzados sobre el pecho a forma de decepción, a su lado se encontraba un pelirrojo que a cada cinco o diez minutos fingía golpear al moreno, sin dudarlo volteo a ver al pobre hombre con los brazos en jarra con una mirada suspicaz —Lo único que le dirá ese lunático es que él  ayudara al Dr. Joshua Hong quién tiene una especialización en fitopatología, a realizar la investigación de su vida ¿en verdad le vamos a creer a un chiquillo? Dios, todos saben que Hong ha ganado el premio Albert Lasker de investigación médica en dos ocasiones, una por los tumores de corona en plantas y la otra por fitohormonas ¿ayuda de un acosador? Por favor, ya enciérrelo oficial.

The Flower on my Garden •Meanie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora