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Toda mi vida he tenido miedo.

Toda mi vida me he sentido perdido.

Toda mi vida pregunte quién era.

Toda mi vida me sentí inútil.

Toda mi vida escuche a los demás.

Un día, todo cambio.

Un día, él entro a mi vida.

Un día todo se volvió silencio.

Un día me sentí completo.

Un día me sentí yo.

Un día deje de escuchar a los demás.

Un día sostuvo mi mano y no la soltó jamás.

Hoy soy yo cuando estoy a tu lado.

Hoy lo único que escucho son nuestras voces.

Hoy somos nosotros.

Hoy no tengo miedo.

Hoy ya no estoy perdido.

Hoy sé quién soy.

Hoy soy mío.


Mingyu sonrió, releyó una y otra vez aquel párrafo. Tenía el pecho hecho un nudo, de seguro Wonwoo lo mataría si descubriera que había leído aquel pasaje de su libreta, aunque si era sincero, lo había leído por accidente.

Seguía arreglando las pertenencias de Wonwoo mientras este se había marchado a su cita con Hansol, cuando regresará se irían juntos al hospital para que fuera a terapia física y Mingyu probaría los nuevos fertilizantes. Por lo cual se dedicó a tiempo completo a limpiar y ordenar la casa, según Wonwoo, todo estaba impecable y casi podía ver su reflejo en el suelo, por su parte Mingyu si era capaz de ver la suciedad y ya le daba igual que su esposo le cantara constantemente Cenicienta, Cenicienta, lava, plancha, dobla la ropa... le parecía algo gracioso y tierno considerando la voz chillante que hacía Wonwoo para imitar a los ratos de la película.

Mientras al fin sacaba la ropa sucia de la mochila de Wonwoo, dejo caer la libreta que se abrió como mariposa y no pudo evitar leer la primera frase, que, a primer momento, le había asustado en caso que Jeon estuviera decayendo, pero, lo único que encontró fue consuelo y amor por su pareja.

Y no solo eso, encontró que admiraba la fortaleza de Wonwoo. Desde el inicio tenía cero probabilidades de tener una vida pacifica, buena o hasta larga, si bien, tuvo y tenía sus altibajos emocionales, seguí enfrentando y atravesando cada etapa de su vida con valentía.

Tal vez Wonwoo era el caballero de brillante armadura y Mingyu en definitiva era su Cenicienta.

A veces olvidaba que Wonwoo había tenido una vida difícil, que había sido recluido. Cuando esos momentos eran olvidados, por arte de magia los recordaba, ya fuera por la dificultad que tenía Wonwoo para hablar con extraños o en los frascos de antidepresivos que ahora descansaba en la mesita junto a su cama, o esos pequeños momentos cuando el viejo Wonwoo salía a la superficie y se recluía o lloraba por tener miedo.

O también estaban aquellos días dónde su pareja era reemplazada por un ser furioso y frustrado que intentaba alejarlo con amargura y reproche, intentado hacerlo ver que era un error estar con él ¿cómo podía ser un error estar con la persona que más amaba?
quería preguntarle aquello, no estaba muy seguro de querer escuchar la verdadera respuesta. Después de todo, Wonwoo se había especializado en tener comentarios mordaces y tajantes para evitar a la gente, tal vez ahora era su esposo, aún existía la posibilidad que esa parte de Wonwoo resurgiera y todo podría terminar mal. No por su parte, no, jamás sería capaz de herir a Wonwoo aunque este le lastimara, aceptaría cada palabra y golpee, esperaría hasta el final del día para estar de nuevo juntos.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2022 ⏰

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The Flower on my Garden •Meanie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora