VII

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Cuando Wonwoo recuperó la conciencia se encontraba en la camilla de la enfermería, a su lado se encontraba Mingyu que suspiro con alivió y tomo sus manos entre las suyas con un ligero temblor para después comentarle que una ambulancia iba en camino para recogerlo puesto que su presión había bajado demasiado y el doctor de la institución prefería que le hicieran un examen completo.

Desde entonces habían pasado dos días y Wonwoo ya estaba cansado de estar en el hospital. Al verlo llegar el personal del hospital se precipitó a llamar a su doctor personal, todos sabían de él y lo propenso que era a enfermarse y decidieron ingresarlo de inmediato para monitorearlo, su sistema era tan débil que la última vez que no se había cuidado de un resfriado había terminado con pulmonía, por ello entendía que estuvieran teniendo cuidado con él pero lo único que quería era regresar a casa y descansar desde la comodidad de su hogar.

Cansado ajusto mejor la almohada y continuó leyendo uno de los libros que uno de los enfermeros del lugar le había prestado para pasar el rato.

Ese día sería aburrido, justo como el anterior, ni siquiera Seungcheol lo iría a visitar ya que se encontraba ocupado con el trabajo, no se animaba a llamar a sus padres quienes no sabían que se encontraba internado, no quería preocuparlos por nada y por último, bueno, no había a nadie más que llamar para que le hiciera compañía ¿O sí? Agitó su cabeza alejando el rostro sonriente del colmilludo, no estaba tan desesperado como para pedirle que llegara además, no tenía forma de contactarlo.

-Si continúas viendo así mi libro, me lo devuelves -comento un enfermero entrenado a la habitación con un carrito para tomar signos vitales- parece que quisieras arrojarlo por la ventana.

-Que gracioso Jeonghan -musito el pelinegro presionando el arco ente sus cejas- no tengo nada contra el libro, solo pensaba.

-Vaya, eso lo explica todo, se te estaban muriendo las neuronas al esforzarte tanto -bromeo el de cabello rubio- y ¿En qué pensabas?

Wonwoo presionó los labios mientras Jeonghan le colocaba el esfigmómanometro para medir su presión arterial. El de risos estaba seguro que nunca se acostumbraría a ello, siempre le ponía nervioso el sonido que hacía el aparato cuando se inflaba y soltaba el aire, aparte que la presión que ejercía sobre su piel le molestaba.

Aunque en comparación de otros enfermeros, Jeonghan era sin duda alguna uno de los mejores. Su atención a los pacientes era de en sueño, su técnica no era para bromear y era extremadamente inteligente, sin duda alguna su vocación era aquello y por ello solo atendía a pacientes "especiales", más aquellos que se encontraban en el área de cuidados intensivos. Había nacido con manos agraciadas y benditas del conocimiento médico.

Por lo que Jeonghan le había contado a Wonwoo, había nacido bajo la bendición de un crisantemo, una de las flores más usadas por los médicos-botánicos dado a su amplia variedad de usos como mejorar la digestión hasta ser un excelente analgésico para algunas personas.

Desde pequeño le gustaba asistir a su abuela, una vieja comadrona, cuando atendía a las personas. Cuando creció, fue natural que escogiera una carrera de carácter médico y se encontraba en aquel hospital ejerciendo su profesión desde los 20 años, ahora a sus 24 años era llamado constantemente Ángel y probablemente, era uno de los pocos amigos que tenía Jeon.

-Solo cosas -solto Wonwoo al sentirse liberado de aquél aparato.

-Pues no parecen solo cosas -menciono el enfermero apuntado algunos datos en su informe- pero supongo que no hablaras de ello por tu ceño, te van a salir arrugas en la frente si sigues haciendo eso y nadie te va a querer desposar... Por cierto ¿En dónde está tu perro guardián?

-Trabajando, dudo mucho que venga a verme.

-Oh, es una pena, debería pasearse de vez en cuando para que pueda ver su cara bonita.

No era un secreto, a Han le gustaba Seungcheol y se notaba a simple vista, cuando el cara de camello andaba cerca, todo alrededor de Jeonghan se volvía más brillante y solía taradear. Cuando Seungcheol no se presentaba, Yoon le solía preguntar mucho por él y suspiraba con pesadez.

De igual forma, Wonwoo había notado como su amigo veía a su enfermero o como solía tardarse más de lo usual durante la visita para ver a Jeonghan llegar para los signos vitales. Sin duda alguna siempre había un roto para un descosido y aquellos dos lo eran, el problema es que ninguno daba el primer paso para que surgiera algo más que un simple coqueteo casual.

-¿Cuándo podré irme? -pregunto Wonwoo observando al rubio.

-Pronto, por lo que he visto y lo que me ha dicho el doctor, todo está bien en ti. Al parecer solo tuviste un cuadro de estrés ¿Hay algo que te esté estresando?

-No. Por supuesto que sí, mide 1.86, es moreno, tiene cara de perro y es mi vecino. Para nada, no hay nada que me estrese.

-Hmmm ya qué, lo más seguro es que te den el alta mañana o pasado, claro, sino se encuentra algo anormal en tus estudios. Bien es todo por hoy.

Jeonghan se despido del de mirada felina para dirigirse a otra habitación dejando nuevamente a Wonwoo solo quién solo podía suspirar. No quería estar en ese lugar.


The Flower on my Garden •Meanie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora