—¡Mire, señorita! ¡Por fin ha llegado el nuevo conjunto que le encargamos al sastre para el día de hoy! ¿Qué le parece?—entraron a la habitación emocionadas Hye y Mae mostrando unas prendas de ropa ligeras.
—Mmm... Supongo que están bien—respondió Owen.
—Pero, señorita, ¡si ni siquiera las está mirando! ¿¡Puede dejar de jugar a las cartas de una vez!?—.
Owen ignoró a las dos sirvientas y atizó un golpe de frustración sobre la mesa y sus compañeras de juego se rieron con su característica risa burlona:
—¡Maldita sea! ¿¡Otra vez!? ¿¡Cómo es que habéis ganado seis veces cada una y yo ni una sola!? ¡Malditas trillizas de la desolación!—tiró sus cartas por el aire y Chloe, Khloe y Cloey volvieron a burlarse mientras que presumían los montones de fichas en su posesión—...¡Seguro que estáis haciendo trampa! ¡Sois demasiado espabiladas para ese tipo de cosas!
—Es una mala perdedora, señorita. Si ya sabía que no podía ganarnos, ¿por qué nos propuso jugar?—las trillizas elevaron el nivel de tensión.
Harta de que la ignorasen, Hye explotó y lanzó su brazo contra la mesa y tiró toda la baraja y las fichas al suelo:
—¡¡¡Porque sois las únicas que nunca hacen su trabajo y se entretienen con esta clase de jueguecitos, trío de vagas!!! ¡Dejad de perder el tiempo, hay cosas que hacer! ¡Mae y yo tenemos que preparar a la señorita!—las tres criadas entendieron el mensaje al instante y pusieron pies en polvorosa en cuanto el sermón de Hye terminó. A pesar de que era la criada más joven y habitualmente era dulce e incluso un poco introvertida, nadie la igualaba cuando se enfadaba o se impacientaba.
—¡Y usted, señorita! ¡No puede dedicarse a estas tonterías ahora mismo! ¿¡Acaso no es consciente de qué día es hoy!?—.
El espíritu de Hye dejó su cuerpo cuando vio el rostro vacilante de la señorita.
—¿¡No me diga que no se acuerda!? ¿¡No lo he repetido millones de veces estos últimos días!? ¿O es que también me ha estado ignorando mientras que jugaba a la oca y al parchís con todo el personal de limpieza?—.
Mae intentó calmar a Hye antes de que llegase a las manos y su puesto como sirvienta peligrase.
—Señorita Vivienne...—dijo Hye con mucha paciencia una vez se tranquilizó—...Hoy es el primer día de la preparación del festival. Ya sabe, el festival de Yrifwuel... en Zeakya. Dentro de unas horas debe estar allí. Fue a la reunión de la preparación del festival la semana pasada.
—Ah, es verdad...—bostezó desinteresado—...Aunque ya se me ha olvidado lo que dijeron. Bueno, da igual, no debe ser tan important-...
—¡Por supuesto que lo es!—explotó de nuevo Hye—Señorita, ¿no se da cuenta de lo que este evento representa? ¡La preparación es incluso más importante que el festival en sí! Es su oportunidad de demostrar su valía como candidata, de acercarse a los ciudadanos y de formar un lazo de confianza con la población; de ganarse su simpatía. Además, existe la posibilidad de conseguir el respeto y el aprecio de la familia real y tener en el bote a su alteza el príncipe. ¡Es una ocasión que ninguna de las candidatas desperdiciaría!—.
Owen le miró como si estuviese hablando una lengua desconocida.
—¿Por qué querría hacer todo eso?
—¡Para ser la candidata favorita del reino, por supuesto!
—¿Y...?
—¡...Convertirse en la próxima reina de la nación!
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La luna es una acosadora
RomanceUn joven campesino llamado Owen despierta en el cuerpo de la dama más reconocida del reino: la hija del duque Drummond, que posee belleza, poder, elegancia... Todo, excepto el amor del príncipe heredero. Owen se encuentra cautivo en el cuerpo de la...