𝘖𝘯𝘦-𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 𝘛𝘰𝘬𝘺𝘰𝘳𝘦𝘷¡!

Takashi Mitsuya.

Pido perdón por mi desaparición pero estoy en proceso de mudanza, aún así ya volví besties, intentaré ponerme al día con sus pedidos lo antes posible!

encarnimo♡

La pelinegra rió al ver como todos sus amigos corrían directo al agua aún sin siquiera haberse quitado la ropa, Emma a su lado negó por lo idiotas que se veían.

—Amor, ¿Me ayudas a poner el quita sol?.—Pero claro que su novio era la excepción a esa bola de animalitos.

Mitsuya y ella llevaban ya casi cinco meses saliendo y definitivamente era el mejor chico que podría haber pedido, siempre tan atento y transmitiendole esa sensación de comodidad, de hogar.

—Claro, amor.—Asintió dejando a la rubia junto a Hina para buscar junto al pelimorado un lugar perfecto.

Aquella visita a la playa había salido totalmente de imprevisto, Mikey sólo dijo "que ganas de ir al mar" por la mañana y ahora en la tarde ya estaban todos ahí metiendo sus pies en la arena.

Taka obviamente había sido el encargado de preparar las Meriendas de todos, en general hizo un sándwich para cada uno y especial para su novia preparó unos Muffins que llevaba en su mochila como contrabando secreto, el resto se los había dejado a Luna y Mana para que los llevarán a la casa de la amiga con quien se iban a quedar.

La brisa salada junto al sonido de algunas gaviotas era ciertamente relajante, vió a lo lejos como Baji estaba empujando a Takemichi al agua y este se llevaba a Chifuyu en el camino. Rió, pues probablemente ni siquiera habían tenido tiempo de dejar fuera sus teléfonos.

Su novia llevaba aquel vestido color lila que él mismo le había confeccionado a su figura y semejanza, se veía preciosa con el cielo azul de fondo. Cuando esta volteó para ver las olas dejando su cabello fluir con el viento no se aguantó de sacar su teléfono para fotografiarla. Esa iría directo al álbum que quiere hacer para darle de regalo cuando cumplieran un año.

La ayudó a encajar la sombrilla fuertemente en la arena y ella se encargó de cubrir la base con arena para que esta no se soltara. Emma Y Hina habían corrido al agua luego de quitarse su ropa y dejar sus cosas al lado de la pareja.

Técnicamente ellos contaban como los padres del grupo.

—¡Akane, Mitsuya, vengan al agua!.—Gritó Draken quien tenía a Mikey sobre sus hombros.

—¡Ya vamos, esperen!.—Respondió el chico.—¿Quieres ir o prefieres quedarte tomando sol?.

—La verdad prefiero no meterme al agua, amor, le tengo respeto al mar.—Asintió comprendiendo para sonreirle y dejar un beso en su cabeza.

—Entonces me quedo contigo, ¿Trajiste una manta?.

—Sí, está en mi bolso.—Siguiendo la indicación se acercó a este para abrirlo y sacar la tela suave, la puso bajo la sombra que el quitasol daba y se sentó ahí dando pequeños golpecitos a su lado dando a entenderle a su novia que quería que se sentara a su lado.

—Ven, te pondré bloqueador.—Akane asintió yendo al lugar indicado, Mitsuya sacó de su mochila el bote de color amarillo para dejar un poco de la crema en su mano y así esparcirla por los hombros y espalda descubiertas de la fémina.

—Mejor me quito el vestido.—Murmuró ella para deslizar el cierre y quitarse la prensa para quedar sólo con su bañador color rosa.

Takashi sólo pudo felicitarse en su mente por haber elejido aquel, se veía como una muñequita con los vuelos en las puntas dando una sensación delicada y femenina.

Como si ella fuera una pieza de cristal, aplicó en el resto de su espalda y sus brazos, Akane se volteó para déjalo aplicar en su cuello, estómago y rostro.

Le sonrió dejando un poco de bloqueador en la punta de su nariz, ambos soltaron una carcajada sintiendo como una pequeña brisa pasaba entre ellos aliviandolos del calor.

—Te amo.—Murmuró él para dejar un besito en sus labios.

—También te amo.—Respondió ella quitando la crema de su nariz para manchar la mejilla del chico con ella en una travesura inocente.

Los chicos que estaban saliendo del agua, congelandose pues realmente estaba muy fría, vieron la escena con ternura, pues ellos siempre fueron una pareja sencillamente adorable.

Menos Baji, él les gritó que se fueran a un hotel.