Takashi Mitsuya.

6.4K 649 383
                                    

02LenkaKagamine

Segunda parte del one-shot idol!

Mikey lo veía con una sonrisa burlona y Baji y Draken directamente se estaban riendo, Chifuyu y Hakkai estaban intentando callarlos y Pah junto a Takemichi veían con brillos en los ojos las photo cards que tenía el chico en un rincón de su cuarto.

Pues en un momento de distracción mientras cocinaba, ellos habían entrado a su habitación y ahora estaba sintiendo la humillación más grande de toda su vida.

Bueno en realidad no era la peor, esa no quería ni recordarla o iba a llorar.

—Sólo falta que seas furro, Mitsuya.—Él no era violento, claro que no, pero del golpe en el estómago que le dio a Baji no lo salvaba nadie.

Además, lo que más le ofrendía de toda la situación es que no eran fotos de "una idol", ¡Ella ya era casi su novia!.

Pues claramente llamó al número y habían agrandado una salida, y luego otra, y otra, y cuando se dió cuenta Akane estaba jugando a las princesas con Luna y Mana mientras él estaba haciendo un bownie para todas. Y ya no gritaba -tanto- al estar cerca de ella.

¡Tenía derecho a vivir su historia de telenovela coreana y nadie, ni si quiera sus amigos, iban a burlarse de él!.

—¡Déjenme en paz!.—Advirtió antes de escuchar como tocaban la puerta del departamento.

Fruncio el ceño confundido ¿Sería su madre?.

—Yo voy a abrir, tranquilo Taka-chan.—Asintió agradeciendole levemente a Hakkai mientras corría a quitarle a Takemichi uno de los discos que tenía antes de que lo rompiera. Ese imbécil tenía manos de mantequilla y si lo dejaba caer al piso iba a correr sangre.

—Yo pensé que Mitsuya era el único otro hombre aquí, que decepción.—Se lamentó Draken con una mirada desinteresada.

—Con Akane no te metas, aún así soy más hombre que todos ustedes juntos.—Gruñó.

Mitsuya salvaje solo aparecía cuando era necesario, defender a la chica de sus sueños era más que eso.

—¿Entonces te haces la paja viendo a chicas vestidas de Maid?, Que enfermo eres amigo.

—Baji, o te callas o te juro que te mato.—Amenazó.

La ausencia del Shiba comenzó a preocuparlo, le dió un empujón a todos para sacarlos de su habitación y así volver a cerrar. Luna y Mana seguían dibujando en la mesita de centro.

—Niñas ¿Y Hakkai?.

—Ahí.—Apuntaron ambas al recibidor.

El peliazul estaba en el suelo, casi desmayado.

Se acercó rápidamente a ver cómo estaba, parecía conmocionado. ¿Qué diablos había visto?.

—Oye ¿Estás bien? ¿Quien era?.—Se agachó a su lado para tocar su frente. Al menos no tenía fiebre, no podía estar alucinando.

𝘖𝘯𝘦-𝘴𝘩𝘰𝘵𝘴 𝘛𝘰𝘬𝘺𝘰𝘳𝘦𝘷¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora