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ㅡPapá

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ㅡPapá.

Heeseung mira sobre su hombro cuando escucha la voz adormilada de su hijo, este recién despierto.

Le da una sonrisa mientras le acerca el desayuno, besando la frente de su cachorro mientras se sentaba junto a él.

Como todas las mañanas.

Minho bostezó, frotando sus ojos, mirando a su papá con sus ojitos brillando cuando dijo:

ㅡPapá... ¿Podemos ver al señor otra vez?

Y al alfa no le cuesta entender ni medio segundo de quién habla, sintiendo su estómago dar un brinco extraño mientras trataba de disipar con un poco de jugo, con la mirada de ojitos miel en él.

ㅡNo lo creo, mi vida.

En sus planes no está ver de nuevo al omega bonito que cuidó de sus hijos. De solo pensarlo sentía una sensación extraña e incómoda en él.

Ugh.

ㅡPero papá prometió a Chaeyeonie y a Minie que veríamos a el señor Jaeyun otra vez, por favor, papá. -Minho puchereó mientras decía, siendo de sus deseos pequeños y bonitos.

Heeseung solo se quedó en silencio, analizando la situación.

Antes de siquiera animarse a responder, su ceño se frunce cuando escucha un llanto provenir de una de las habitaciones, no dudando en correr hacia donde venía el sonido.

Ah... Chaeyeon.

Cuando estuvo con la pelinegra, su corazón dolió cuando vio la mirada de su bebé aguada, llorando desconsoladamente, con su naricita roja, estirando sus brazos al aire cuando olió a su papi cerca.

Heeseung no dudó en acercarse a su bebé, estrechando a la misma en sus brazos, repartiendo muchos besos en su pequeño rostro mientras le daba pequeñas caricias en su cabellera oscura, viendo a Minho de reojo mirarles, dudando apenas en unirse a ellos.

ㅡNo pasa nada mi vida, papá está aquí... -Trató de consolar, meciendo a su hija en brazos, mientras esta cesaba el llanto. ㅡPapá cuida de Chae.

Difícil era aceptar que la situación era tan repetida y cansina, provocando que poco a poco el alfa se fuera deteriorando, que en lugar de ser un dolor inexistente, su corazón cada día doliera más.

Pero ese dolor jamás cesaría si sus cachorros sufrían por su ineficiencia.

Era un mal alfa, y odiaba no poder cambiarlo.

Criaba a sus hijos solo, con un trabajo que ocupaba la mayor parte de su tiempo. Con Minho de seis años actuando como un adulto en múltiples ocasiones, mientras cuidaba de Chaeyeon, misma que hasta sus cuatro años cumplidos, no decía media palabra, comunicándose solo por señas, mientras experimentaban días en que era despertada por pesadillas, con el llanto fuerte y su pecho agitado.

Twinkling || HeejakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora