"Donde Heeseung es un padre soltero, sobrellevando la crianza de sus dos niños después del abandono de su omega.
Y donde Jaeyun tenía un lobo lastimado con los años.
"Con la misión de reparar el corazón roto de su papi, Minho decide buscar un omega...
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Se sentía perdido, con un vacío en su pecho.
Miraba a los presentes desesperado, sentir ese dolor en su pecho aumentar conforme pasaban los minutos y no sabía de la cachorra.
Entonces sin medirlo, se acercó al alfa, tomándolo por los hombros para que lo mirara, exigiendo respuesta.
ㅡ¡¿Dónde está Chaeyeon?!
Para entonces Heeseung reaccionó, titubeante mientras lo guiaba a metros de ellos, adentrándose al cuarto donde estaba la cachorra con su oxígeno, no esperando que su lobo reaccionara cuando el omega soltó un jadeo angustiado, viéndolo correr hacia la camilla, teniendo sumo cuidado en tocar a la cachorra.
ㅡO-oh Chae... -Sollozó más el omega, con cuidado acariciando los cabellos oscuros de la cachorra. ㅡBonita... Jaeyun está aquí. -Le habla bajito, tratando de sonreírle aun así la menor no lo viera. ㅡ Prometí que nos veríamos de nuevo, tardé demasiado, ¿no es así?
Diciendo esto, se dedicó a mimar a la cachorra, acariciando con cuidado una de sus manitas y sus cabellos oscuros, mientras regulaba su llanto, sin dejar de ser consciente respecto a la presencia del alfa a sus espaldas.
Quién hasta entonces sólo se había mantenido en silencio, prestando suma atención a la interacción de ese omega con su hija.
No entendía por qué su cachorra iba a necesitar a ese omega.
No entendía por qué.
Él quería entender, pero su momento de preocupación no se lo permitió. Preguntándose una y otra vez quién era ese omega y por qué sus hijos parecían tener una conexión especial con él.
Si era un desconocido.
Heeseung ingenuamente ignoró el hecho de que ese omega era desconocido para él, pero para sus cachorros era una historia diferente.
El pelinegro se movió de lugar, sentándose sobre un banquillo al lado de la camilla de la cachorra, quedando así, de frente al alfa, más Jaeyun no lo miró, su atención puesta totalmente en mimar a la cachorra, buscado cómo consolar su lobo quién no hacía más que llorar en su interior.
El alfa posó su mirada detenidamente en el omega, por primera vez logrando apreciar un poquito sus facciones.
Bonito.
Era muy bonito, tenía sus ojitos bonitos, pequeños y dorados, un dorado muy bonito, y sus ojos eran expresivos. Tenía una nariz mediana y recta.
Posó su mirada en los labios ajenos, admirando lo pequeños y regordetes que eran, poseyendo un natural rojizo que los hacía lucir muchísimo más lindos.
Bonito, todo en él era bonito.
Cuando regresó sus orbes a los ajenos, sintió sus orejas calentar, porque ya tenía la mirada triste del omega en él, quién ignoró totalmente la acción del alfa, absorbiendo su nariz mientras carraspeó después.
