"Donde Heeseung es un padre soltero, sobrellevando la crianza de sus dos niños después del abandono de su omega.
Y donde Jaeyun tenía un lobo lastimado con los años.
"Con la misión de reparar el corazón roto de su papi, Minho decide buscar un omega...
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ㅡ¿Te molesta si vamos a casa?
Cuando tuvo los orbes dorados y bonitos en él llenos de sorpresa, Heeseung se retractó de inmediato, sintiendo la vergüenza subirle al rostro.
Ugh.
ㅡQ-quiero decir... ayer te pedí que habláramos hoy, ¿te molesta si es en mi casa?
El omega entonces negó, sintiendo sus mejillas un poco calientes, agachando su cabeza cuando tuvo dos manitas en sus mejillas, posando su mirada en la cachorra quién yacía en sus brazos, mirándole con sus ojitos miel.
Bonitos, muy bonitos.
ㅡNo hay problema. -Le respondió, sonriendo cuando la cachorra apretó sus mejillas hasta provocar que hiciera una boca de pato, abultando sus labios en un puchero exagerado, siguió el juego de la cachorra. ㅡCuak.
Cuando la cachorra carcajeó y escondió su rostro en el hueco libre entre su cuello y hombro, Jaeyun sintió su pecho llenarse de calidez, perdiéndose la mirada suavecita que estaba siguiendo todos sus movimientos.
Heeseung tuvo que apartar su mirada cuando la escena le hizo doler poquito su pecho.
Hola Diosa Luna, estás siendo muy dura con él.
Entonces abrazó más a su cachorro a su cuerpo, Minho mirando todo con sus ojitos curiosos, escondiendo lo muy bonito que su lobito se sentía junto a la bonita presencia del señor Jaeyun.
Minho quiso pedirle de favor jamás abandonarlos, porque le gustaba ver los ojos de su hermana brillar mientras reía junto a él, y amaba un poquito muchísimo que su papi lo viera de lejos con cautela, y que sus mejillas se colocaran de un bonito carmín.
Más el cachorro solo optaba por mantenerse en silencio, convenciendo a su lobito que lo mejor sería no decir nada, no decir palabra por miedo.
No quería, dolía su pechito de imaginar lo que no quería decir en voz alta.
La soledad, esa sensación horrible de pérdida.
Minho no lo sabía, porque aun era pequeño para darle nombre a todo lo que sentía. Pero de lo único que estaba seguro, es que quería mucho al omega, y por nada del mundo quería que lo dejara solo.
Pero ni cómo decirle.
Cuando los cuatro llegaron a la sala de espera, el omega castaño alzó su mirada a ellos, sonriendoles lo mejor que pudo, casi pareciendo una mueca.
Y Heeseung lo notó, muchísimo.
Con su ceño fruncido poquito, se acercó al omega, éste notando sus intenciones de inmediato.
Y luego de darle un rápido saludo a la cachorra Lee, Beomgyu se acerca tímidamente al alfa, sintiendo la mirada interrogativa en él.
ㅡ¿Pasa algo? -Y Beomgyu negó, mordiendo poquito su labio, mientras jugaba con su abrigo. ㅡBeom-
