Capítulo 118:
Septiembre, 2019
Hogar Magico
Los chicos estaban cenando como de costumbre un domingo a la noche en la casa. Tina preparó la comida, que en realidad parecía para un escuadrón. Ya no podían comer en la cocina, porque era chica. Y como era una hermosa noche primaveral, decidieron comer en el patio.
Después de la tercera llamada a comer, finalmente todos se sentaron en sus lugares. Los chicos tenían una mesa aparte, para ellos solos. Estaban charlando animadamente y jugando.
Mientras tanto, en la otra mesa se oían discusiones, risas, algunas peleas y muchas charlas. Tefi estaba muy entretenida hablando de un nuevo tratamiento de belleza con Melody y Malvina. Mar, Vale, Kika y Jaz charlaban sobre una película. Caridad reía de uno de los tantos chistes de Tacho.
En el medio de la comida, Kika recibió un llamado
Kika: Ya vuelvo
Un minuto después volvió a su lugar, pero no se sentó. Las chicas, que reían de algo, se callaron cuando la vieron así
Jaz: Qué te pasa, Kika?
Vale: Parece que viste un fantasma
Kika: Era de la clínica….
Mar: Pasó algo?
Kika: El bebé. Ya está por nacer
Las tres reaccionaron casi al mismo tiempo, gritando, hablando apresuradamente y llamando la atención de toda la mesa
Tacho: Qué les pasó ahora?
Mar: Kika, decile!!
Kika: El bebé está por nacer
Rama: Qué?
Kika: Me Acaban de llamar de la clínica. Están internando a la chica. Y el bebé ya va a nacer
Todos en la mesa reaccionaron igual que las chicas, gritando y hablando.
Nico: Basta! Vamos a organizarnos ya
Rama: tenemos que ir a la clínica ya
Cielo: Con quién se queda Bauti?
Rama: Yo quiero que vengan conmigo. Los necesito
Luca: A quién le hablás, Rama?
Rama: A los chicos. Quiero que Mar, Thiago, Tacho y Jaz vengan
Tacho: Obvio que vamos, hermano
Cielo: Por favor, escuchen! Y los chicos?
Vale: Nosotros nos podemos llevar a Bauti
Tefi: Mora viene a casa
Car: Y Brunito con nosotros
Bruno: No me digas Brunito
Cielo: Bueno, que Alai y los mellis se queden acá
Mar: Gracias
Nico: Vayan, qué esperan!
Todos saludaron rápidamente a Kika y Rama, y salieron casi corriendo a la clínica.
Una vez allí, los médicos les dijeron que en una hora más o menos realizarían una cesárea. Mientras tanto, debían esperar. Rama y Kika se dirigieron a la habitación en donde estaba la chica
Mar: Ya va a nacer…
Tacho: No lo puedo creer. Ramita va a ser papá por segunda vez
Jaz: Bauti va a estar feliz
Thiago: Pasaron rápido los meses
Mar: Muy rápido
En ese momento, Rama y Kika volvieron
Mar: Y? Como está?
Kika: Bien. Un poco nerviosa
Jaz: Es obvio
Tacho: Hay alguien con ella?
Rama: Un amigo. Ni los padres ni el novio aparecieron
Thiago: Era obvio. Pobre chica
Rama: Pero esta contenta. Nunca pensó en quedarse con el bebé
Jaz: pero le está dando su bebé a unos padres increíbles
Thiago: No saben qué es?
Rama: No todavía
Mar: Y ustedes cómo están?
Kika: Un poco nerviosos también
Rama: Pero felices. Acabamos de hablar con Bauti, y también está contento. Quiere conocer a su hermanito o hermanita
Jaz: Ya tienen nombres?
Kika: Sí, pero son sorpresa
2 horas de larga espera pasaron hasta que el médico salió
-Felicidades, chicos
Rama: Ya está?
-Sí, acaba de nacer
Kika: Salió todo bien?
-Perfecto. Ya pueden pasar, si quieren
Los seis entraron en la sala de natalidad, donde una enfermera los guió hasta la cuna
-Este es su hijo, chicos
Tacho: Hijo?
-Sí, es un hermoso varón. Felicitaciones
La enfermera dejó al bebé en brazos de KIka, y ninguno de los seis pudo evitar emocionarse. Era hermoso
Rama: Fabricio
Kika: Fabricio Ordoñez
Mar: Es perfecto
Thiago: Felicitaciones
Kika: Queremos que seas la madrina, Jaz
Jaz: De verdad? Gracias- Jaz los abrazó, y tomó la mano del pequeño bebé
Rama: Y vos Thiago, el padrino
Thiago abrazó a Rama y le susurró un gracias, a lo que él respondió con una sonrisa.
Algunas horas después, ya estaban listos para volver a casa, con su nuevo bebé. Su familia los esperaba
ESTÁS LEYENDO
Guardianes de la felicidad
FanfictionLuego de una impactante revelación, los chicos vuelven a estar metidos en un problema, esta vez más grande y peligroso: Juan Cruz quiere destruir Eudamón y sus vidas para siempre, y ellos deben impedirlo. Ahora, armados solo con su fe, su amor, su u...