Guardianes de la felicidad

Capítulo 185

Capítulo 185:

Pero no todo fue color de rosa. Al contrario, meses después de ese día todo pareció oscurecerse. Una tragedia sacudió a la familia, dejándolos desestabilizados.

Thiago: Cómo? Pero, qué pasó? Qué? Dónde estás? Ya vamos para allá, tranquilo

Mar: Qué pasó?

Thiago: Mi amor, quedate tranquila por favor

Mar: No me asustes, qué pasó? Quién era?

Thiago: Era tu papá

Mar: Por? Qué te dijo?

Thiago: Tu abuela está internada, tuvo un ataque

Mar: Cómo? No puede ser...

Thiago: Mi amor, tranquila. Vamos a ir a la clínica, y...

Mar: Cómo un ataque? Vos estás seguro? Por ahí nos estamos confundiendo, y...

Thiago: Mar, me lo acaba de decir tu papa

Mar tenía los ojos llenos de lágrimas. Thiago se acercó a abrazarla

Thiago: Vamos a la clínica, sí? Va a estar bien, no te preocupes

Mar: No puede ser.. Dora, un ataque?

Thiago: Vamos, mi amor. Quedate tranquila, por favor. Le va a hacer mal al bebé

Mar: Vamos, por favor. necesito verla

Poco tiempo después, se encontraban cruzando las puertas de la clínica buscando a Terremoto. Mar tenía un nudo en la garganta

Terremoto: Mar!

Mar: Qué le pasó? Está bien?

Terremoto: Ella....- Terremoto ahogó un sollozo, con lo cual Mar se dio cuenta que no estaba bien- Estaba en su casa, y de repente se cayó al piso...

Mar se tapó la cara con ambas manos. No podía creer lo que le estaba contando

Mar: Qué dijeron los médicos?

Terremoto:: Hace media hora que no salen. 

Mar: Por favor....

Se derrumbó sobre una silla, escondiendo su cara. Thiago se sentó junto a ella, acariciando su espalda. Terremoto estaba parado. Ambos sabían qué debían hacer. Mar conocía demasiado bien a su papá. Sabía que no debía acercarse a consolarlo, porque eso lo hacía sentir débil y se enojaba, pero también sabía que él no se acercaría a ella por el simple hecho de que no sabía qué hacer. Ya era algo normal, así habían pasado todos esos años.

Thiago: Querés que te traiga algo para tomar?

Mar: No. Llamá a casa, por favor. Preguntale a Cielo cómo están los chicos

Thiago: Bueno, ya llamo. Te sentís bien?

Mar: Sí.  Andá

Thiago: Ya vengo

Terremoto: Cómo estás? Me refiero a... cómo está tu embarazo?

Mar: Bien- Se acarició la panza, aún pequeña- Por ahora está todo bien

Terremoto: De cuánto estás?

Mar: Cuatro meses

Terremoto: Hija, vos sabés que tu abuela no está bien

Mar: Sí, ya sé

Terremoto: Bueno, pero por eso...

Justo en ese momento volvió Thiago, interrumpiendo la charla

Thiago: Los chicos están bien. Un poco preocupados, pero no pasa nada. Están Cielo y Nico con ellos, y llevaron a Paz

Mar: Gracias

El médico salió de la sala de urgencias, y los tres se acercaron al mismo tiempo

Terremoto: Doctor?

-Lo lamento muchísimo, pero no hubo nada que pudiéramos hacer. Dora falleció, pocos minutos después de entrar a urgencias. Lo siento mucho

Y se retiró sin más, dejando sus palabras flotando en el aire. A Mar se le llenaron los ojos de lágrimas, que no tardaron en salir. Terremoto se giró para que no lo vieran llorar. A fin de cuentas, no era de piedra, y Dora era su mamá

Thiago: Mi amor...

Mar no respondió, y se lanzó a los brazos de Thiago, quien la abrazó con fuerza. Lloraba desconsoladamente. Thiago no dijo nada, solo la abrazó, acariciándole el pelo. La llevó a unas sillas para que se sentara, donde ella escondió la cara en su cuello.

Mar: papá?

Mar se levantó y sin pensarlo, lo abrazó. El se mostró agradecido por su gesto. Mar se veía muy pequeña al lado de Terremoto.

Casi una hora después, decidieron volver a su casa. Al día siguiente sería el entierro, y debían descansar. Julia acompañó a Terremoto a su casa.

Fue bastante duro comunicarles a los chicos la noticia. En la noche, sus amigos pasaron por su casa a verlos. Mar no se sentía nada bien. Le dolía mucho la pérdida de su abuela, su única abuela. A pesar de que muchas veces se peleaban, Mar sabía que todo lo que hacía era porque la quería mucho. Y ella también la quería. Y la iba a extrañar para siempre, eso era seguro.