Capítulo 130

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Capítulo 130:

Thiago: Tranquila, no tenés que hacer mucho esfuerzo

Mar: Mi amor, ya te dije que estoy bien

Thiago: El médico dijo que te cuides

Mar: Sí, pero eso no me impide poder levantar a mi hija

Mariana lloraba, pero en cuanto Mar la levantó de su silla dejó de hacerlo y comenzó a sonreir

Mar: Ves? Solo queria algunos mimos

Thiago: Te extrañó, eso es lo que pasa

Mar: Yo también los extrañé, mucho. Cuando pensé que…

Thiago: No digas nada. Por favor

Mar: Está bien

Thiago: Tenés hambre?

Mar: Mucha! Voy a cocinar algo

Thiago: Ni lo pienses. Vos no vas a hacer absolutamente nada

Mar: Pero…

Thiago: Nada. Por favor, dejame cuidarte

Mar: Vos siempre me cuidás, mi amor. Voy a llamar al delivery

Thiago: No, para?

Mar: Para pedir la comida. O querés que salgamos a cenar a un bar?

Thiago: Tu falta de fe me duele

Mar: Por?

Thiago: Tu marido, tan atento y responsable, va a preparar la cena hoy

Mar: Cambiaron a mi marido y yo no me di cuenta?

Thiago: Veo que volviste graciosa de tu operación. Y no, yo te voy a cocinar

Mar: Tengo que ver eso

Mora: Mami!!!!

Mar: Mi amor! Pasa algo?

Mora: Podés venir a jugar un ratito conmigo?

Thiago: Mi amor, mamá no…

Mar: Sí, puedo

Thiago: Mar, te podés lastimar

Mar: No, no va a pasar nada. No vamos a jugar a nada difícil, no?

Mora: No! Vamos a jugar a construir

Mar: Dale, vamos

Mar se fue a jugar con Mora a su cuarto, y Thiago estaba pensando seriamente en escaparse. No había planeado cocinar nada. Pero se le había olvidado el detalle de que Mar no podía cocinar. Así que para hacerle notar que había pensado en todo, eso fue lo primero que se le ocurrió. Ahora tenía que cocinar algo por lo menos pasable, y no tenía ni la menor idea de qué hacer.

Mar descubrió que jugar con Mora podía ser muy divertido. La nena era muy creativa e imaginativa. En ese momento estaban construyendo un teatro, que según Mora, es como en los que toca Mar. A ella le conmovió ese gesto

Bruno: Ma!- Bruno entró corriendo al cuarto de Mora

Mora: Bruno, te dije que toques la puerta!

Bruno: Callate enana. Ma, papá quemó la cocina

Mar: Qué?

Bajaron lo más rápido que pudieron. En la cocina había mucho humo, y olor a quemado. Las puertas que daban al patio estaban abiertas

Mar: Qué pasó?

Thiago: No es nada

Mar: Qué hiciste, pela?

Thiago: Un error de cocinero.

Mar: Estás bien?

Thiago asintió, y al ver que tanto Bruno como Mora intentaban contener la risa, no pudo aguantar tampoco. Los tres estallaron al mismo tiempo, riendo muy fuerte

Thiago: De qué se ríen?

Ninguno podía contestar, no podían dejar de reírse

Thiago: De mí? Qué malos que son

Mar: Mi amor, yo sabía que no te podía dejar cocinando solo

Thiago: No fue nada, un pequeño incidente

Mora: Casi quemás la casa, Pela!

Thiago: Vos chiquitita, mejor no hables

Mora soltó una pequeña risa. Mar, al ver la cara molesta de Thiago, se acercó a él y lo abrazó

Mar: No tenías nada preparado, no?

Thiago: No

Mar: Sos un dulce

Thiago: Y eso por qué?

Mar: Por querer preparar algo para mí. Gracias

Thiago: No me dejes cocinar más, Mar

Mar: Dalo por hecho. Quién quiere comer pizza?

Luego de cenar, todos se fueron a dormir, puesto que estaban muy cansados

Mar: De verdad no te quemaste?

Thiago: No mi amor, estoy bien. Vos sos la que se tiene que cuidar

Mar: Yo estoy bien así. Ya me siento mucho mejor

Thiago: Bien. Te quería pedir perdón

Mar: Por qué perdón?

Thiago: Porque si hubiera visto que vos estabas mal, te hubiera llevado al hospital antes, y no pasaríamos por todo ésto. El médico dijo que si llegábamos más tarde no ibas a sobrevivir

Mar: Mi amor, vos no me tenés que pedir perdón de nada. Lo que importa es que yo estoy acá, bien

Thiago: En el hospital tuve un sueño. Soñé que te morías, estábamos en el cementerio. Cuando me desperté, me puse a llorar. Lo que sentí en el sueño no lo quiero pasar nunca. Me asusté mucho

Mar: Yo también estaba asustada. No quería dejarlos. Pero sentía que no podía más

Thiago: Te juro que nunca más vas a pasar por eso

Mar: Si lo paso o no, lo importante es que vos estés conmigo

Thiago: Eso siempre. No te vas a separar de mí tan fácil

Mar: Vamos a dormir? Estoy muy cansada

Thiago: Dale

Ambos se acostaron,Mar sobre el pecho de Thiago. Esa noche ambos pudieron por fin dormir en paz, sin ningún sueño.

Guardianes de la felicidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora