Guardianes de la felicidad

Capítulo 48

Capítulo 48

No entendía nada. Sentía su cuerpo pesado. Intentó abrir los ojos,pero era como si se los hubieran cosido. Escuchaba una voz lejana,como si proviniera de muy lejos. Intentó concentrarse en esa voz,y en nada más. Trató de comprender sus palabras. Y de a poco, esa voz lejana se volvía cada vez más fuerte, y pudo reconocerla. Era la voz más dulce que había escuchado en su vida. Una voz rasposa y tranquila, pero que en ese momento parecía muy asustada. Repetía su nombre sin parar. De a poco, fue volviendo en sí. Comenzó a abrir los ojos lentamente, aunque seguía viendo borroso. Y de repente, pudo enfocar la vista en los ojos que podían hacerla derretir en un instante. Unos ojos verdes, que estaban llenos de lágrimas. Pero en cuanto fijó la vista en ellos, pudo ver el alivio que se produjo. Pronunció una sola palabra, muy débil, pero que él pudo escuchar

Mar: Thiago…

Thiago: Tranquila, no trates de moverte. No pasa nada

Mar: Qué me estabas diciendo?

Thiago: Qué?

Mar: Antes de que me desmaye,dijiste algo que no pude entender…

Thiago: te dije que te amo más que a nada en el mundo,y que también amo al bebé que vamos a tener.

Mar: De verdad?

Thiago: Sí, mi amor. No podría no quererlo ni aunque quisiera. Mis hijos y vos son lo mejor que tengo en la vida, y eso no va a cambiar nunca

Mar: Perdoname…

Thiago: No, perdoname vos. Por haberte gritado. Pero quiero que sepas que nunca, pero nunca, me voy a poner mal, ni a enojar, ni mucho menos a no querer, cuando me digas que estás embarazada. Esas son las palabras más perfectas que escuché alguna vez

Mar intentó levantarse, pero no pudo. Su cabeza estaba apoyada en las piernas de Thiago

Thiago: Tranquila, no te muevas mucho. Te puede hacer mal

Mar: Quiero tenerte cerca… por favor

Entonces Thiago, muy despacio, dejó a Mar apoyada contra el techo, cosa que le produjo un dolor en el pecho, y enseguida se acostó él también, de frente a ella, y así quedaron de costado,mirándose

Mar: Perdoname por pensar algo así. Realmente,no creo eso de vos

Thiago: Si lo creíste fue por mi culpa. Por haber reaccionado tan mal

Mar: Basta de lamentos, por favor. Vos no tenés la culpa de nada. Ya pasó

Thiago: Te amo,y eso no lo cambio por nada del mundo

Mar: Yo también te amo

Thiago se acercó a ella,pero en vez de besarla, como había previsto, la abrazó muy cerca de sí

Thiago: Estás congelada… 

Mar: Sí, tengo mucho frío

Thiago comenzó a frotarle la espalda, y de repente frenó, y se separó  para mirarla a la cara

Mar: Pasa algo?

Thiago desvió la atención de su cara a su panza, en donde estaba creciendo su hijo. Con una gran sonrisa en el rostro, apoyó su mano en ella, para luego hacerle una suave caricia. Ella sonrió, y con gran emoción, apoyó su pequeña mano sobre la de Thiago

Thiago: Te amo… los amo

Y ahora sí fue Mar la que se acercó para besarlo,poniendo en él todos los sentimientos que recorrían su corazón. Thiago volvió a abrazarla, y ella enterró su cara en la curva de su cuello. De repente, comenzó a reír

Thiago: De qué te reís?

Mar: De vos tratando de subir al techo por el árbol…- Mar no podía parar de reír- te juro que fue muy gracioso verte

Thiago: Me viste? Yo pensé que estabas muy ocupada llorando

Mar: No, me tomé la molestia de mirarte

Thiago: Sos muy graciosa. No todos podemos trepar a los árboles con mucha facilidad

Mar: Qué? Vos pensás que llegué acá trepando ese árbol?

Thiago: Qué,no lo hiciste?

Mar volvió a reír, esta vez más fuerte

Mar: No mi amor!!! Subí por la escalera

Thiago: Qué escalera?

Mar: La escalera que está atrás de la casa. Parece que éste techo lo usaban como terraza, por eso está tan nivelado,y pusieron una escalera para subir

Mar no podía parar de reír, y esta vez Thiago se sumó a ella

Thiago: Admití que fue más romántico así

Mar: Obvio que fue más romántico. Me podés explicar por qué hace tanto frío, si estamos en Misiones?

Thiago: No sé. El clima es raro. No te parece que deberíamos bajar?

Mar: No,vamos a quedarnos un ratito más acá

Y dicho ésto, Mar volvió a su lugar, con su cara en la curva entre el cuello y el hombro de Thiago, su cuerpo relajado junto al suyo, sintiendo sus manos frotando su espalda, y luego en su cabello, mientras apoyaba su cabeza en la suya propia, todavía riendo un poco.

Thiago:Mi amor?

Mar no se movió de su lugar

Mar: Sí?

Thiago: Por qué dijiste que el bebé corría peligro?

Mar: Por las visiones

Thiago: Qué visiones?

Mar: Por favor, no quiero hablar de éso ahora. Además,tiene que estar Jazmín presente. Ella es la que vió todo,y lo puede explicar mejor

Thiago: Está bien. Pero este bebé no va a correr ningún peligro, te lo aseguro

Y en ese momento, Mar lo sintió real. Sabía que su bebé estaría bien.