Capítulo muy tierno y emocionante!! Espero que les guste!
Capítulo 86:
Esa noche la recordarían como una de las más crudas y horribles que debieron pasar. Dormir en el pasto,en el medio de la nada, a la deriva, en un descampado. Las noches en Misiones eran frìas.
Mar casi ni durmió esa noche. Le dolía el alma al ver a sus hijos durmiendo en el suelo,sin nada. Bruno abrazaba a su oso, y Mora dormía junto a su muñeca, aunque ella no estaba enterada. Eran una de las pocas cosas que habían logrado sacar, pero porque los tenían en el momento de las explosiones. Lo demás,casi nada. Por suerte, los mellis se durmieron enseguida. Pero a Mar le preocupaba el hecho de que no tenía ni siquiera leche para alimentarlos.
Sintió ganas de llorar hasta quedarse dormida. Su hija estaba completamente desmayada, y no se despertaba. Su marido tenía una grave herida en la pierna,había perdido mucha sangre y estaba muy débil. Ni siquiera se movía. Su hijo dormía abrazado a su oso de peluche, tiritando. Y sus bebés se habían dormido sin comer, y probablemente cuando se despertaran seguirían en las mismas condiciones. Y ella no podía hacer nada
Sintió una mano sobre su hombro, y Rama se sentó junto a ella
Mar: No dormís?
Rama: No puedo
Mar. Yo tampoco
Rama: Te pasa algo?
Mar lo miró a los ojos, y las lágrimas comenzaron a salir.
Mar: Miralos, Rama. Están mal. Y no sé que hacer
Rama: Vos no tenés la culpa
Mar: Tendría que haberlos cuidado mejor. Mi hijo que tiene 7 años se ocupó de sus tres hermanos, y los mantuvo a salvo. Y yo que soy la madre los tengo durmiendo en el pasto,muertos de frío
Rama: Todos estamos igual, Mar. Yo siento lo mismo, te lo aseguro. Pero mañana vamos a encontrar una salida
Mar: Y Thiago… qué está así porque nos sacó del sótano. Tendría que haberlo dejado salir primero
Rama: Sabés que Thiago nunca hubiera subido sin antes asegurarse de que ustedes estén bien. Los ama demasiado como para que les pase algo
Mar: Todo esto es horrible… cómo llegamos a ésto?
Jaz: Lo mismo me pregunto yo
Jazmín se sentó con ellos,con Alai en sus brazos,completamente dormida
Mar: Como está?
Jaz:Bien. Se durmió rápido
Rama: Nada de ésto es nuestra culpa. Es de Juan Cruz
Mar: Juro que si me lo llego a cruzar no dudaría en matarlo
Jaz: Yo te acompaño. El le disparó a Tacho
Mar:Yo nunca quise ésto para ellos
Rama:Ninguno lo quiso, Mar. No quiero que pasen por lo que tuvimos que pasar nosotros
Jaz: Yo tampoco. No quiero que mi hija crezca sin sus papás, como nosotros
Mar: Juro que me mataría antes de dejar que les pase algo
Rama: es tan raro escucharlas hablar así… a todos, en realidad
Mar: Así como?
Rama: Con tanto amor
Jaz: Yo no imaginaba un amor tan grande hacia otra persona que no sea una pareja. Pensé que no existía
Mar: Es diferente. No lo sentís hasta que te toca
Rama: Pero ahora no sé que haría sin mi hijo. Saben que estamos pensando en adoptar a otro?
Mar: De verdad? Me encanta
Jaz: Qué lindo, Ramita. Bauti va a estar re contento
Rama: Lo veo tan grande y me dan ganas de llorar
Mar: A mí igual
Rama: Pero a veces pienso en Juli. En qué hubiera pasado si la teníamos. Sería un poco más grande que Mora
Jaz: Yo estoy segura de que ella los mira desde arriba, y los cuida. Está con mis papás
Mar: Y con Barto, aunque nunca pensé que lo diría, pero sé que desde arriba mira y cuida a sus nietos
Rama: Yo tampoco. Nunca imaginé a Barto como abuelo tampoco. Pero los debe querer
Jaz: Y con Salvador. Y ahora Fede y Maira
Mar: Eso espero. Los extraño, a todos
Rama: Todos tenemos a un ángel guardían. Tanto en el cielo como acá. Nosotros a Juli, Jaz a sus papás, y Mar a Barto, aunque nunca lo hubiéramos imaginado. Y acá la tenemos a Cielo, a Nico, y a todos ellos
Mar: Y nos tenemos a nosotros
Jaz: Eso siempre
Rama: Basta, que me van a hacer llorar
Jaz y Mar rieron y abrazaron a Rama, que también las abrazó. Miraron hacia el cielo, y luego entre ellos, uniendo sus miradas para siempre.
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Guardianes de la felicidad
FanficLuego de una impactante revelación, los chicos vuelven a estar metidos en un problema, esta vez más grande y peligroso: Juan Cruz quiere destruir Eudamón y sus vidas para siempre, y ellos deben impedirlo. Ahora, armados solo con su fe, su amor, su u...