El chico de las flores • kookv

🌻Capítulo•2

—Já—la chica peina su cabello hacia atrás con desespero —No puedo creerlo—cierra sus ojos y luego los amplía con clara molestia—¡¿Te has asqueado? !¡¿Es en serio?! ¡¿Pero qué clase de hombre eres?!—se acerca de nuevo al azabache.

—Yu‐yuna. ¿Por qué? —pregunta Jungkook incrédulo ,asustado aún por lo ocurrido.

El azabache nunca había besado a alguien, no de esa manera. En el pasado por motivación de sus amigos sí que había dado uno que otro beso inocente a ciertas chicas de la escuela, pero luego de dichas experiencias se había jurado no volver a hacerlo por el simple hecho de no encontrarle sentido. Pero ahora después de mucho tiempo una persona en la que no está interesada de forma amorosa y quien es su compañera de trabajo desde hace meses, lo besa con esa pasión y por su falta de experiencia en estos casos que son tan comunes para otras personas pero que para él no lo son, no sabe cómo reaccionar. Mucho menos entiende las palabras de Yuna. Para él, ella habla un lenguaje del que él mismo se ha excluido y del que no ha ido ni a clases introductorias.

—¿Vas a preguntar eso?...Ay es que no puedo creerlo ,simplemente no puedo—se pone más furiosa si es que eso es posible— ¡Te estoy coqueteando desde que llegué aquí imbécil! ¡Pensé que te hacías el difícil pero ya veo cuál es tu problema!

—Y-yo no lo sabía Yuna—no entiende los sentimientos de Yuna y eso lo frustra.¿Desde cuándo le estaba coqueteando? ¿Por qué tuvo que pasar eso para que él lo percibiera?¿Tan distintas son las lenguas en las que dialogan?

—¡Claro que no y ese es tu problema!.¡Y me lo decían mucho pero yo seguía detrás de ti!. ¡Dios!—hace una pausa preparándose para lo que dirá, se acerca más y lo mira con ojos negros penetrantes que muestran un odio fuera de lo normal, o que Jungkook piensa que no amerita esa situación. Él no merece tanto odio cuando lo único que hizo con la de pelos rizos fue brindarle su amistad. Jungkook siente que le están clavando dagas en los ojos y no, no estaba preparado para lo siguiente—¡ERES UN HOMOSEXUAL DE MIERDA!

—¡YUNA!—la puerta detrás de ella es golpeada con una fuerza tremenda y una furiosa Haneul que nunca ha visto está en frente de los dos causantes de su estado —¡Vete de mi tienda ahora mismo!—señala la salida.

—¿Qué?¿Por qué? —primero siente miedo por perder su empleo, luego confusión por lo que le exige la de lentes ahora despojados de su rostro. Como si no supiera lo que acaba de decir.

—¡Porque estas despedida, obvio!

—N-no puede. Discutimos en horario no laboral—alega Yuna en su defensa porque en serio no cree que merezca ser despedida.

—Motivo número 1 por el que te despido—enumera con sus dedos—hiciste un escándalo en MI florería; motivo número 2: ofendiste a mi empleado y tú EXcompañero ; y motivo número 3: me caes mal— saca la lengua de forma infantil sin importarle la situación. Ese era el motivo principal de su despido, lo ocurrido sólo era una excusa y Yuna lo entendió con claridad— ¡Ahora sal! ¡Mañana vienes a buscar tu dinero y no te vuelves a cruzar por aquí!.

La situación se había salido del control de Yuna. Su cara mostraba sorpresa e indignación. De todos modos, pensaba ella, Haneul siempre se había mostrado poco tolerante con ella y como gran narcisista que es la pelinegra, no se mantendría más tiempo en esa florería. Se tomó sólo unos segundos procesar todo y sobre todo su despido para arrojar su delantal a Jungkook , coger su bolso e irse corriendo de la florería, casi que echando humo por los poros y soltando inslultos al viento.

Hubo algunos incómodos segundos de por medio antes de que en esa habitación volvieran a hablar los presentes. Un silencio incómodo en el que Haneul se sentía mal consigo misma por haber contratado a esa víbora, aceptando y apiadandose de ella en un principio por ser una joven solotaria y desempleada; y por parte de Jungkook, él rememoraba la discusión aún fresca en su memoria buscando en qué falló para que la pelinegra se pusiera en ese estado, porque la Yuna que había visto ese día, no era la que le sonreía meses atrás o se mostraba comprensiva con cualquier desliz ocasionado por él.