El chico de las flores • kookv

🌻Capítulo•8

—¿Qué hacen aquí? —Jungkook miraba asombrado la entrada de su casa por donde entraban Haneul y Namjoon, ambos vestidos como para asistir a una embajada con bolsos negros incluidos, mientras él, aún traía puesta su pijama gris con conejitos; su madre le exigía ponérsela, cabe aclarar.

—Vinimos a crear un estrategia —Haneul se adentró pasando por alto al Jungkook recién despierto por el ruido del timbre.

—¿Eh?—vio como Nam le seguía el paso y se sentaban en el sofá color crema de la sala, ya iluminada por los tenues rayos de luz. Si agregamos que ambos llevaban sus típicos lentes, parecía que Jungkook estaba apunto de tener una entrevista de trabajo de la que apenas se enteraba.

¿Conocen a esas personas que tienen sus días planeados? Personas que se hacen una lista mental o en físico de lo que harán en el día con horario incluido, como la típica secuencia de clases que ponían en los burós informativos de las escuelas, pues Jungkook era una de ellas. Su preciado domingo, destinado únicamente a hacer de holgazán en casa viendo películas y sin siquiera cambiarse el pijama, había sido interrumpido, sobre todo se había violado demasiado su hora para despertar. Él se pretendía despertar a las diez de la mañana, no a las siete. Y ahora no sólo estaba despierto a esa hora sino que también estaba a punto de oír y vivir el debut de las situaciones extrañas y vergonzosas con las que contaría su vida a partir de ese día. Y un domingo, que flojera.

—Tu madre nos llamó para ayudar—respondió Nam como si fuera de lo más normal que alguien visitara tu casa un domingo a las siete de la mañana vestido como embajador de la República.

—¿Pero estrategia para qué?—reclamó el chico de cabellos revueltos.

—Para que conquistes al chico—y al percibir ésta voz femenina, volteó todo su cuerpo para ver que su madre hacía acto de presencia cruzando la sala con un pizarrón en mano y una cajita de tizas en otra. Lo casual de todos los días.

—¿Eh?

Vaya que el cambio le chocó fuerte a Joon. Tal vez tomarse las cosas más lento hubiese resultado mejor. Pero ella dijo que quería ser una buena madre para su Lucero y eso estaba haciendo. Utilizará sus habilidades planeando estrategias empresariales en crear una para su hijo.

🌻Operación: "Conquista al chico del girasol" da inicio.

—Bien ,necesitamos ideas frescas, originales y en las que implique que el sujeto número 1 vaya conociendo al sujeto 2—explicaba Joon con extraños dibujos en la pizarra. Su mamá era accionista de una empresa ,no dibujante, y los muñequitos de palitos que veía Jungkook ni las líneas de sus extremidades eran rectas. Además ¿por qué le llamaba sujeto número 1? ¿Tenía cara de experimento?

Oh....ya entendía. Lo que pasara para los presentes era sólo eso, un experimento, pues en verdad todos dudaban de la posibilidad de que Jungkook pudiese enamorar al chico. Aunque mejor es no creer en la idea de que es un experimento.

—Permiso—levantó la mano desde su posición en el brazo del sofá, y no es lo que piensan. No va a opinar sobre las evidentes obras de arte de su madre ni refutar en que no es un sujeto de prueba.

—No lo tiene. En fin, como decía. Primero tienen que conocerse e interesarse el uno por el otro. Si pensaban que esto sería amor de telenovela están muy equivocados. Todo paso a paso.

—¡Si!—respondieron Haneul y Nam enérgicamente anotando los jeroglíficos de la pizarra.

Jungkook por su parte pensaba cómo hacerle para no parecer amor de telenovela si su encuentro fue de esos, con un corazón latiendo desbocado por alguien de quien hasta nombre desconocía y en una panorama repleto de flores. Si eso no es una escena digna de un drama de amor, entonces no sabe que más lo sea. Mucho menos piensa en cómo debería hablarle al chico después de lo ocurrido y comportarse de acuerdo a la estrategia de su madre.