Reunión - Capítulo 38

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La lluvia continuaba fuertemente, las gotas golpeaban el techo de aquel pequeño templo que cubría a la chica junto a el líder, este la abrazaba fuertemente tratando de que el viento helado no la tocara en lo más mínimo.
Desafortunadamente comenzó a oscurecer, Douma esperaba a que la lluvia se calmara para poder llevarse a la joven dormida en cuanto antes al santuario, si esta se llegase a enfermar en una situación tan delicada, acarrearía terribles consecuencias para ambos.
Miraba a la joven y comenzó a acariciarla lentamente mientras le daba un pequeño beso en su cabeza, no sabía como tomar aquella noticia que tenía tan ansiosa.

¿A esto se refería Akaza?

Pensó mientras recordaba vívidamente sus palabras y apretó fuertemente los dientes. Si él se continuaba entrometiendo en sus asuntos, tarde o temprano el rey de los demonios se enteraría y no tendría otra opción que asesinar a la joven.
La lluvia poco a poco se transformó en una débil y delicada brisa, este se levantó mientras la sostienía con cuidado.

¿Y si...la asesino justo ahora?...

Pensó mientras la observaba inexpresivo. Si la mataba, podría quitarse un peso de encima de una vez por todas, podría encubrir el caso diciendo que se perdió en el bosque y fingir tristeza por un tiempo.
Sin embargo, este sonrió mientras comenzaba a dirigirse al santuario.

¿Por qué te mataría ahora que eres lo más preciado que tengo?

Se decía a si mismo para luego abrazarla con fuerza tratando de llegar lo mas pronto al edificio.
Después de unos cuantos minutos, el líder con la joven en brazos llegó al umbral de la entrada principal. Esperando ansioso, Neun estaba sentado esperando alguna señal de su hermana, cuando se dió cuenta que el líder llegaba con esta, corrió y torpemente abrió el fusuma dejándolos pasar para luego hacer una reverencia educada.

- ¿E-Está bien? -

Preguntaba nervioso tirando de su ropa sin tener idea de lo que había sucedido realmente.
Douma asintió con una sonrisa amable mientras le contestaba tranquilo.

- Está bien, solo necesita descansar. La llevaré a su habitación, deberías ir tu también Neun. -

- Bien. e-eh, ¿L-Le puede decir a mi hermana que me visite mañana temprano? -

Decía más que nervioso desviando su mirada tratando de esconder el miedo que tenía, le causaba cierto temor tener que pedirle favores al líder del culto. Por otra parte, este solamente asintió mientras sonreía amablemente.

¿Será buena idea dejarla sola con él?...

Pensaba el joven mientras veía como este se marchaba lentamente.
Douma continuaba su camino con cierto paso apresurado, el kimono de la chica estaba empapado; una vez que llegaron finalmente a la habitación, el líder comenzó a desnudarla con cuidado con cierta preocupación. Al finalizar, soltó un suspiro mientras la observaba.

- ¿Cuánto tiempo estuviste bajo la lluvia?... -

Murmuró mientras la apreciaba en la penumbra: acariciaba su cuerpo con delicadeza hasta que una idea se le ocurrió haciendo que se emocionara de cierta forma, se acercó y le dió un pequeño beso en sus labios.

Definitivamente le diré.

Al separarse, frunció su ceño imaginado lo que podría llegar a ocurrir si las demás lunas superiores se llegasen a enterar de todo lo que había pasado.

- Si ellos... Si él... tratan de hacerte algo, yo lo impediré. -

Susurraba suavemente cerca del oído de la joven, para darle nuevamente un beso en sus labios al mismo tiempo que acariciaba sus mejillas con amor; en cuanto se tranquilicen las cosas un poco, le contaría su reciente plan.
En cuanto abrió los ojos, este estaba perplejo ante la escena: las paredes estaban girando, los fusumas y las escaleras estaban en todas partes conduciendo al infinito.
Douma estaba en uno de los pasillos mirando con cierto temor el lugar recorriéndole un escalofrío mientras se daba cuenta que se ubicaba en menos de un parpadeo en la horrible fortaleza infinita del señor Muzan.
El líder nervioso volteaba a todas partes buscando a sus compañeros sin éxito hasta que solo vislumbró a Nakime, uno de los demonios más cercanos a Muzan, esta tocó el biwa repetidas veces hasta que Douma se encontró cara a cara con el mismísimo rey de los demonios.

𝐿𝑜𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝐻𝑖𝑒𝑙𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora