9: Protagonistas

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Utahime

El primer trimestre terminó con los exámenes finales y le dimos la bienvenida a las ansiadas vacaciones de verano. Todo suena como la vida estudiantil perfecta ¿cierto? ¡Pues no lo es cuando eres estudiante de tercer año! A raíz que debemos tomar el examen de admisión a la universidad nos adelantan el cronograma de clases, debemos hacer dos trimestres en uno solo y es... desesperante. Se supone que debemos dedicarle el antepenúltimo trimestre a la preparación universitaria, pero a este ritmo... aún no sé a qué profesión quiero dedicarme por el resto de mi vida.

— Vendremos a buscarla después de clase, Utahime-sensei — informó Noritoshi logrando sacarme de mi trance. Hoy era sábado por la mañana y mis alumnos decidieron escoltarme a la escuela; porque sí, damas y caballeros, estaba en la escuela un jodido sábado de "vacaciones".

Le sonreí a mis alumnos en respuesta, ellos se despidieron de mi persona y los vi caminar por las calles hasta que se encontraron con los estudiantes de Gojo; supuse que también lo escoltaron a la escuela el día de hoy. Al verse ambos grupos de preadolescentes iniciaron su típica lluvia de insultos y discusiones, sin embargo ahora se llevaban mejor. Ya no se caían a golpes, fue muy difícil lograr ese avance.

— A tus chicos les gusta mucho meterse con los míos — di un respingo al verlo de pie junto a mi, levanté una ceja ante su comentario. Me había encariñado demasiado con mis alumnos al punto de poner mis manos al fuego por ellos.

— ¿Y los tuyos son unas santas palomas? — ironicé dándole la espalda e ingresando a la escuela — Acéptalo, mis alumnos son mejores que los tuyos — espeté con orgullo. Escuché como bufó y caminamos hasta el patio principal.

Ir a su lado en silencio me recordaba mucho la conversación no intencional que tuve con su madre hace unas semanas. Cuando Gojo se desmayó y tuve que llevarlo a rastras hacia mi habitación, créanme que fue una batalla titánica cargar su enorme y pesado cuerpo por las escaleras, lo más problemático fue cuando su móvil comenzó a vibrar. Casi se me salía el corazón del susto.

«
Tomé el móvil temblorosa y atendí la llamada, no tuve tiempo de articular palabra porque la voz que me recibió al otro lado me bombardeó con interrogantes.

— Satoru ¿dónde estás? ¿por qué demoras tanto en ir a la tienda? ¿No te da vergüenza ser casi un adulto y preocupar a tu pobre madre? ¿Te ocurrió algo? ¿Estás en una posición donde no puedes hablar? ¿Quién te está amenazando hijo? ¡Dímelo! — aquella mujer hablaba tan rápido que me preocupaba saber si respiraba al momento de decir tantas cosas a la vez. Me despegué el móvil de la oreja para leer el nombre del contacto y pude divisar «Mamá dramática».

Eso explicaba muchas cosas, exhalé y traté de hablar.

— Buenas noches señora Gojo — saludé con la voz colgando de un hilo — Su hijo está bien, no se preocupe — traté de sonar lo más convincente posible y evitar que mi nerviosismo me delate — Go... Satoru está en el baño en estos momentos y no pudo contestar el celular.

Hubo un pequeño momento de silencio donde lo único que escuché fue un suspiro por parte del otro lado.

— ¿Eres una chica? — musitó la mujer y sentí el rostro arder, ¿Qué pensará su madre de mi? — Espera... ¿Cuál es tu nombre? — su tono de voz era demandante, me sentía tan pequeña y débil solo con escucharla.

— Utahime Iori — contesté en un susurro lastimero, tuve que quitarme la bocina del la oreja porque el grito que que escuché casi me deja sorda.

— Si eres Utahime, no hay problema — su tono de voz pasó de uno preocupado, a uno ¿emocionado? — ¿Mi hijo está en tu casa? ¡Oh cariño, Satoru está en la casa de una chica! ¡Y no de cualquier de chica, en casa de Utahime!

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙧𝙤𝙢𝙖𝙣𝙘𝙚𝙨 𝙮 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨  (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora