26: Último día del festival

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Utahime

Me separé de sus labios lentamente al escuchar los aplausos del público, abrí los ojos encontrándome con su mirada color zafiro observándome con atención; nos sonreímos mutuamente y nos alejamos.

Podía oír los chillidos de la maestra de historia desde el otro lado del telón, el beso no estaba escrito en el guión. Satoru y yo nos habíamos dejado llevar por las emociones del momento... Sin embargo los gritos y aplausos del público solo podían confirmarnos una cosa:

La obra había sido un éxito.

Todo el elenco de actuación se unió a nosotros en el escenario, nos tomamos de las manos e hicimos la respectiva reverencia en agradecimiento. El telón bajó ante nuestros ojos despidiéndonos de la audiencia, Shoko y Geto corrieron hacia nosotros sonrientes para llenarnos de felicitaciones.

— El beso no estaba planeado, pero ¡demonios! ¿A quién quiero engañar? ¡Estuvieron increíbles! — felicitó la maestra abrazándonos, reímos y después de algunos halagos más pudimos cambiarnos el vestuario para poder continuar con el último día del festival.

— Fuiste la Sakura más hermosa — chillaba Yuki abrazándome por la espalda, ambas nos encontrábamos en ropa interior en los vestidores femeninos.

— ¡Tu fuiste el hada del bosque más bonita que mis han visto mis ojos! — comenté besándole la mejilla, ella sonrió altiva abanicando su rostro.

— Lo sé, a qué estuve muy linda ¿verdad? — rodé los ojos ante su egocentrismo y salimos del auditorio una vez listas, Yuki lloriqueaba que no quería quitarse el maquillaje de hada del bosque ya que la hacía lucir "sexy y exótica", escuchaba sus quejas y le respondía con halagos de forma automática puesto que mi mente seguía maquinando que... ¡Joder, oficialmente soy la novia de Satoru Gojo!

Un ramo de flores apareció frente a mis ojos, logrando sacarme del divague mental y emoción que sentía al recordar la declaración del albino el día anterior, sonaba como una chica cursi enamorada.

Lo estás Utahime.

Levanté la mirada encontrándome con Kusakabe tendiéndome aquel pequeño presente, lo tomé con nerviosismo mientras Yuki apretaba mi brazo.

— Fue una interpretación increíble, felicidades Utahime — dijo con las mejillas ruborizadas, no negaría que Kusakabe era un chico muy lindo y tierno más no podía aprovecharme de su amabilidad. No quería darle falsas ilusiones ahora que tenía a Gojo como mi pareja.

Pareja... se sentía bien decirlo.

Yuki entendió el ambiente con facilidad y nos dejó a solas, agradecía aquel gesto. Aclaré mi garganta y con las mejillas rosas tomé las flores acercándolas a mi pecho.

— Yo... gracias — musité un poco cohibida, Kusakabe rascaba su nuca con una mano mientras desviaba la mirada — Kusakabe yo... no quiero herirte... — mi discurso se vio interrumpido por él mismo.

— Las flores blancas tienen muchos significados — comentó posando las manos en los bolsillos de sus vaqueros — En nuestra cultura japonesa simbolizan desear lo mejor a alguien, sin embargo, para mi tienen otro significado el día de hoy — tomó aire por un momento y me encaró con una tenue sonrisa — El blanco del día de hoy representa mi derrota, Utahime.

El desconcierto y asombro se instalaron en mi rostro al instante, el joven pelinegro rió y colocó un mechón de cabello detrás de mi oreja.

— Me rindo en el amor — explicó con una sonrisa triste en el rostro — Ese chico albino parece querer asesinarme con la mirada solo por estar a tu lado — mis ojos viajaron a un costado encontrándome a Satoru mirándonos fijamente con mucha molestia mientras era retenido por Geto.

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙧𝙤𝙢𝙖𝙣𝙘𝙚𝙨 𝙮 𝙢𝙖𝙡𝙙𝙞𝙘𝙞𝙤𝙣𝙚𝙨  (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora