Quise levantarme de la cama, para entablar mejor la conversación con Donna, pero al intentar, la sensación de vértigo no me dejó, "Perdiste mucha sangre, es mejor que no te muevas, te haré traer algo de comida", diciendo esto salió, lo raro es que no estaba con Angie, pensé demasiado rápido porque en unos segundos después tenía a la marioneta mirándome atenta, "Te has portado mal, ¿que hiciste?", "Un impulso… digamos que le dije algunas palabras feas", "Uhhh mal, Alcina es muy orgullosa, poco podrás hacer o bueno ruega por tu perdón, porque no quiero estar aquí todo el tiempo viendo a Donna atender tus heridas" dijo esto cruzando los brazos, "¿Por qué no simplemente me matan?" dije golpeando mi puño a un lado de la cama, "Te diría un secreto pero no sé", sabía que Angie hablaría más, esperando que no hubiera alguna interrupción le exigí decirme prácticamente, "Dime te lo suplico", un par de segundos de silencio, dudosa, "El secreto es…. es...Donna piensa que eres importante para Madre Miranda", "Eso no es nuevo Angie, ella misma me lo dijo", dije con decepción, este asunto era algo que sólo Alcina y Miranda sabía, así que difícil lo tendría, la puerta se abrió de nuevo, Donna traía un plato con comida y agua, lo dejó a un lado mientras decía, "Perdón si Angie te molesta, estaré por unos días para revisar las heridas, te dejaré descansar", sin poder mencionar nada, se retiró rápidamente de la habitación con Angie.
Descansé hasta el siguiente día, ya mejor, conseguí poder seguir con las obligaciones del día, a menudo Donna pasaba revisando que todo estuviera bien, el tiempo pasaba tan lento, no había visto a Alcina en todo el día, ¿me estaba evadiendo? Lo más seguro era que si, una vez terminado la limpieza, me necesitaron en la cocina, era mi oportunidad de verle, si les iría a servir la comida, casi que corrí a la cocina, los platillos estaban listos y me dieron la orden de llevarlos, feliz los tomé directamente al comedor y ahí estaba tan espléndida como siempre, pero sin siquiera mirarme, absorta en una lectura, tomando vino junto a sus hijas y Donna, las demás sirvientas entraron para servir los demás platos, me tocó servirle a Daniela y Donna solamente, mirándola por mi mirada periférica en cada momento, por mi falta de concentración tropecé regando un poco de agua al suelo cerca de Donna, "Lo siento mucho", le dije a Donna, "No pasa nada, tranquila", diciendo esto tomó mi mano para ver la herida, "Buscame más tarde para cambiar el vendaje", sus manos presionaron las mías como símbolo de apoyo, a lo cual sonreí dulcemente por el gesto, me mantuve ahí, hasta que la voz de la señora se escuchó, "En la mesa no se habla con la servidumbre querida hermana, retirate ya" dirigiéndose a mí con un tono de fastidio, sin más salí de ahí huyendo, se veía realmente molesta, la acción de su hermana no le había agradado para nada.
Al pasar el rato me dispuse a buscarla como me había dicho, al encontrarla estaba en el salón del teatro, con lo que parecía estar diseñando otro vestido, toqué la puerta para que se diera cuenta que estaba ahí, "Hola… pas…pasa", su timidez de nuevo era más de notarse, "¿Todo está bien?", esperando una respuesta directa de ella, pero la que se lanzó a contestar con cierta urgencia fue Angie, "Nos han silenciado, es injusto…¿ la libertad de expresión donde está en esta casa?", no entendí realmente al principio, "Entiendo, supongo que no es bien visto que una sirvienta hable con mucha confianza con una señorita", Donna negó con la cabeza, empujando a Angie hacía atrás, para que callara, "No me importa eso… sólo que me han encargado solamente atender las heridas no más", ahora lo entendía perfectamente, Alcina no quería saber de mí pero también evitaba que los demás me dieran algún tipo información, era tan frustrante, respiré hondo para que no se notara mi furia acumulada.
Mientras abría los vendajes, la veía algo incomoda con el velo negro en su cara seguro que le dificultaba más, "Te puedes quitar el velo, puedes estar segura de que no diré nada", "No querrás ver mi horrible rostro", dijo siguiendo cortando la seda, "Ten un poco de confianza, nadie es perfecto en esta vida, además seguro que no eres fea", tan pronto como lo mencioné, Angie salto diciendo "Eso le digo todo el tiempo, eres hermosa", lo que hizo después fue quitarle el velo rápidamente descubriendo su rostro, tenía una cicatriz que cubría media cara, pero el resto de ella era bastante joven y linda, corrió para volverse a poner el velo muy asustada por mi reacción, pero la detuve, "No es para tanto, ¿ves? Estoy normal de hecho puedo decir que eres hermosa realmente", no sé qué me pasó pero mi mano acarició su mejilla sonrojada, mirándome con desconcierto, "Graci… gracias" sonrió, detuve mi acción al notar que ya no estábamos solas, Alcina había entrado sin siquiera darnos cuenta, lo cuál hizo que Donna se colocará el velo de nuevo velozmente, ¿lo había visto todo? pensé, me incorpore de pie haciendo una reverencia, como era de costumbre lo hacían las demás sirvientas así que supuse que ahora lo tenía que hacer, podía notar su respiración exaltada, pero su expresión seria como si tratase de controlar, lo único que pronunció fue, "Donna buscame cuando termines, necesito pero el diseño primero", diciendo esto se retiró, me disculpé con Donna pero tenía que hablar con ella, no aguantaba más no saber exactamente mi papel en toda esta locura, así que la seguí, no me importaba si me lastimaba aún más.
Caminando detrás de ella, unos pasos hasta que se dio cuenta que estaba siguiéndola, se detuvo bruscamente, lo cual provocó que chocara con su cadera, “¿Qué demonios haces?, fui clara cuando dije que no queria verte, tu presencia debería ser como un fantasma para mi, sin embargo aquí estas” , sus palabras sí que dolían, pero no me iba a doblegar, la imagen de la muerte de Ingrid todavia la tenia en la cabeza, me arme de valor y le conteste, “No quisiera molestarla señora, créame que es lo último que desearía, pero últimamente estoy en una situación algo complicada, verá usted, fui atacada y lo seguirán haciendo, mientras hay una conspiración detrás de todo esto y exijo saber que carajos quieren de mi”, dije exaltada, rodeándola hasta ponerme al frente de ella, “No tienes ni siquiera el derecho de exigir algo, de mi parte no sabrás nada, mucho menos de Donna, se tus intenciones, ahora la tratas tan bien pero ¿no se te olvida algo niña? que ella es básicamente como el monstruo que ves en mi”, poniendo su mano en la cintura, inhalando el cigarrillo que llevaba, ¿acaso me estaba reclamando por el leve contacto con su hermana? sonreí en mis adentros para contestarle con algo mejor, “No he sido amable con Donna por eso, te equivocas, es la única que no ve como un objeto o me ha tratado de matar en este lugar”, podía notar la tensión subir, “ ¿Se te olvido el primer dia en que la conociste? o ¿te lo recuerdo?, la única que ha sido buena contigo… eres una pequeña cínica malagradecida“, dijo mientras se agachaba a mi altura, sabía que la conversación no llegaría a nada , me lastimaria, porque después de todo ahí estaba con mi corazón a mil por su simple acercamiento, me maldije a mí misma, tenía que ganar, así que conteste “Al menos se disculpó, nunca pedí nada, en primera estoy encerrada en este lugar por tu culpa, no sé para qué porque ya me han dejado muy en claro que para ser una simple sirvienta no lo es, así que te pido sinceridad por favor”, suplique, en cuanto termine, se volvió a incorporar, esta vez sonriendo… ok no entendía ni un carajo.
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Mi Dama de Fuego
Fanfic¿Qué sucedería si un día te vuelves la sirvienta de una de los lords de un pequeño pueblo en Rumania? Y está fuera ni más ni menos que Lady Dimitrescu, la dueña del castillo y su "viñedo", si así le podemos decir a los horrible actos que comete, per...