Collar

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Después lo sucedido, las sirvientas se veían sorprendidas al mirarme con toda normalidad, viva todavía, finalmente ni yo misma me lo creía, pero bueno, me dirigí hacia el salón, las tres hijas, Cassandra, Bela y Daniela, estaban sentadas mientras escuchaban música, algo así como jazz, relajante, las tres estaban absortas en sus lecturas, al parecer es lo único que pueden hacer, entretenerse torturando personas y leyendo libros, bueno supongo que no es lo único que hacen, pero la verdad es que no las veo mucho en el día, ni siquiera me doy cuenta cuando desaparecen en ese enjambre de moscas, solamente vuelvo a mirar y ya no están, Cassandra se dio cuenta que las miraba así que baje la mirada rápidamente, "Vaya vaya que sorpresa sigues viva, una mala suerte para mi", río para luego acercarse más, tenía miedo, si, en algún momento no se iban a controlar y les iba a importar una mierda lo que dijera su madre, pensé que era mejor callar, "¿Mi madre te comió la lengua o qué?, quise reír porque digamos que… algo así pasó, mire al frente y contesté,"No señorita, sólo que no tengo nada que mencionar, Lady Dimitrescu me ha perdonado la ofensa de ayer", "vaya que aburrida eres", diciendo esto se volvió a sentar, Bela y Daniela sólo rieron al unísono, de nuevo Cassandra habló, "No te quedes ahí y traenos algo de beber, tengo sed", asentí y justo cuando iba cumplir la orden, la voz de Lady Dimitrescu al otro lado de la habitación se escuchó firme, "Ella ya no es vuestra sirvienta, ya no hará ninguna actividad de servidumbre", las tres hermanas miraron, a punto de reprochar, pero la mirada de Alcina hacía ver que estaba hablando realmente en serio. 

Estaba confundida, si ya no iba a ser una sirvienta, ¿entonces para qué me necesita?  Ahí estaba ahora siguiéndole, hasta llegar de nuevo a su habitación, sentó al frente a la chimenea y me hizo señal para que me acercara más, tomó un trago de su copa y se dirigió a mi, "Desde ahora eres mi mascota, no quiero que me llames señora, quiero que me llames ama, harás lo que yo diga y necesito que estés conmigo todo el tiempo que yo quiera", bueno lo mismo que una sirvienta pero ahora más denigrante pensé, "Y no, no harás nada labores de una sirvienta normal, como había dicho", respondí a eso con incertidumbre, "¿Entonces…. Ama qué exactamente tengo que hacer?", se inclinó hacía mí, mirándome fijamente, "En serio no te lo imaginas o ¿ te haces la inocente?" río, me había sonrojado, bajé la mirada, había entendido, ya no sería una simple sirvienta, ahora sería una clase de puta. "Ya entendí…" respondí, tenía una duda así que no me callé, "Me matarás cuándo te aburras de mi?", no sabía porqué había sacado semejante pregunta al segundo deseaba no haber preguntado, eso así que tape mi boca, su reacción fue de sorpresa, por primera vez pude notar   que ella no sabía qué decir, me había quitado la mirada para volver a beber de su copa, su actitud autoritaria se esfumó por unos segundos, por fin me había respondido, "Pórtate bien, solamente"... Ahora tenía que ser complaciente en temas en los cuales mi experiencia era nula, genial…

"Arrodíllate mascota y acércate más" y así lo hice, tenía mis manos en sus muslos, encima de la tela del largo vestido, mirándola con ojos de borrego, no quería ser lastimada, otra vez tenía miedo, pero su tacto fue reconfortante, de pronto su mano me acariciaba el rostro, sonrío y es que su olor era jodidamente mágico, algo tenía pero quería estar aún más cerca, sin saber cómo reaccionaría, me subí a su regazo, inclinando mi cuerpo al suyo, no me detuvo, no me jalo, solamente posó sus manos en mis caderas, al segundo sus labios se habían posado encima de los míos, cerré al instante los ojos, tímidamente, sentí su lengua  entrelazando con la mía profundizando el beso, sus labios eran suaves, su respiración tranquila, eran dulces, besos dulces, una maldita droga serían, eso iban a ser para mi, al terminar el beso me dijo "Buena niña, pero ahorita no quiero jugar", me alzó para ponerme en el suelo de nuevo, ¿qué? Me pregunté, estoy jodidamente caliente, el beso me había puesto deseando más, pero no podía reprochar, iba a salir de la habitación pero no me dejó, se levantó de su asiento y sacó de un de sus cajones un tipo de collar  negro de cuero , se dirigió hacia a mí, "Pontelo, ahora todos sabrán que eres mi mascota, mis hijas no podrán tocarte y las sirvientas deberán tomarte respeto, como si de mi se tratase", lo tomé mirándolo fijamente, me dispuse a colocarlo en mi cuello, me mire al espejo de su mueble, no se veía mal pero sabía que ahora para los ojos de las demás seria la puta que follan como juguete…

Después de ese momento me retiré de su habitación, tenía que respetar sus momentos de privacidad, además que la escuché hablando con una tal "Madre Miranda" al teléfono, ¿quién será esa? Ahora que lo pienso no es la primera vez que la oigo mencionar, otra señora de alto nivel, como los otros lords que he escuchado hablar en el pueblo, nunca los he visto al igual que a Lady Dimitrescu, mi familia no era muy devota a la creencia de algunos campesinos y recuerdo que hablaban de una Madre Miranda y demás lords, es decir no era un Dios, si existe, también recuerdo que el pantano era un lugar prohibido para ir y que era mejor no acercarse al castillo ni a los terrenos de alrededor, lo que pasa en este pueblo es surrealista, detalles a los cuales nunca puse atención, de igual manera sólo he vivido aquí por unos cuatro años, será mejor investigar que carajos pasa aquí.

Pasé el resto del día en la biblioteca, aburrida, ya no tenía que hacer deberes pero el tiempo se pasaba más rápido cuando me encontraba ocupada, ahora sólo era un juguete esperando a que jugaran conmigo, ¿qué rayos se supone que haga el resto del día?, nada exacto, al menos lo aproveché para estudiar, un poco de literatura y matemáticas, no eran para incultas, tenían una gran cantidad de libros, de historia, ciencia, física, entre otros, también novelas y cuentos cortos, lo cuál no era para nada un problema, pero mi mente curiosa se cansó de estudiar cultura general, quería buscar algúna pista que me dijera quienes son, su historia y la de los demás lords, ¿en que clase de lugar mi familia llegó?.

Mi Dama de Fuego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora