Mi Dama de Fuego

Labial Rojo

La poca luz que entraba anunciaba la llegada de una nueva mañana, como otro día normal, aún desnuda entre sábanas con mi ahora novia, me sonrojaba sólo con pensarlo, oculté mi rostro debajo de las sábanas sin darme cuenta que Alcina estaba mirando todo ese tiempo, "Me encanta lo penosa que puedes ser a veces" dijo mientras jugaba con mi cabello, acercándose a mi rostro con un beso pequeño, "Sólo recordé lo bonito que suena decirte novia",  "Oh, es lo que usualmente se dice, me hubiese gustado una mejor propuesta pero se me ha escapado decirte así", "Está bien después de todo lo de anoche fue perfecto" dije colocándome encima de ella, mis piernas alrededor de su cintura aún desnuda, baje lentamente a sus labios, esto se había convertido en una adicción, interrumpió el beso poniendo su dedo en mis labios tirando hacia atrás, "No quiero descontrolarme, he quedado con el mercader, tengo nuevas telas y vestidos que seguro te quedarán y las telas para Donna", "Así que es él quien consigue todo lo que necesiten los lords, que es mago o ¿cómo?", "Difícil de explicar y muy poco tiempo, digamos que es un simple mercader, a cambio de dinero puede ser muy útil, ahora me voy a levantar", "Inténtalo" dije con una sonrisa traviesa, mientras mis garras se clavaban a un lado del colchón, "Querida ni toda tu fuerza podría detenerme", diciendo esto de un jalón fuerte me puso debajo de ella, admirando su belleza desde ese ángulo, el problema es que me había ganado en segundos me había hecho a un lado, se levantó para colocarse su bata, entrando al cuarto que daba para el baño, bien no iba a seguir molestándola, aunque fuera divertido desafiarla. 

La reunión para tomar el almuerzo iba algo normal, excepto por las veces que Alcina tomaba mi mano por encima de la mesa, sus hijas notaban todo el cambio de su madre, Daniela lejos de disgustarse hacía muchas preguntas y entre esas que me ponían incomoda y a su vez molestaba a Cassandra fue la que que mayor importancia tuvo, "A todas estas entonces ¿qué eres ahora?", intenté contestar pero fui interrumpida por Cassandra, "Una molestia en el zapato eso es hermana", no me ofenderia por eso pero la respuesta no gustó mucho a su madre, "Silencio Cassandra, desde ahora la señorita es parte de esta familia y parte de la familia de Madre Miranda, lo que quiero decir y para tu disgusto que está en autoridad de castigarte si así desea y además hemos formalizado lo nuestro",  bien eso había sido jodidamente incómodo, mientras quería que la tierra me tragase, Cassandra se levantó de la mesa furiosa contra su madre, por primera vez había presenciado su rebeldía hacia Alcina, "Está mortal sigue siendo nadie para mí y no voy a dejar que este encima de mí, no es parte de la familia, los únicos lords que les debo respeto es a Heisenberg, Donna y ya tengo mucho con Moreau y por otro lado jamás aprobaré tu estúpida idea de una relación con esta", dijo entre gritos cada vez más desesperada, sus hermanas sólo observaban la escena sin nada que decir, cuando finalizó Alcina se levantó de su asiento, proporcionando una bofetada a la castaña de manera que se tranquilizó, de otra manera estaba segura que en cualquier momento estaría encima de mí intentando matarme, estando ofendida todavía con su mano en la mejilla, la estaba pasando muy mal así que decidí arreglar la situación, "No tienes porque estar a la defensiva, respecto a mi puedes estar segura que no haré nada que no te guste, no vengo a dictar órdenes, tampoco es que pueda pasar encima de todos de igual forma no lo haría, sólo fui considerada dentro de la familia y estoy bien con ello, por favor escucha, nada va a cambiar ", " Por mi está bien" dijo Daniela limpiándose con una servilleta la sangre de sus labios, Cassandra la miró con furia sin poder creerlo que una vez más sus hermanas no la estaban apoyando, con su ego pisoteado salió convertida en moscas para desaparecer. Alcina volvió a sentarse a mi lado, "Se le pasara, la conozco bien, tranquila no has hecho mal", expresó con más tranquilidad, Daniela prosiguió con la conversación, "Creí que ya lo había asimilado y aceptado, creo que escuchar a mi madre defenderte le ha molestado mucho, es muy impulsiva", "Y terca" continuó Bela, ambas hermanas rieron y unos minutos aquella comida había terminado. 

Estaba con un mal sabor de boca, lo menos que quería eran conflictos entre madre e hija por lo nuestro, Alcina no reaccionó mucho pero se que por dentro estaba algo triste por la reacción de su hija, pero creo que era imposible cambiar de idea a Cassandra, lo había intentado la última vez y pensé que ya estaría todo bien entre nosotras, pero al parecer no fue suficiente. Me encontraba leyendo en la biblioteca, cuando las puertas se abrieron, ante mí se formó Daniela sonriente, la verdad que últimamente era más agradable, "Oye si serás parte de la familia, entonces puedo darte esto" de su mano extendida había un collar con un dije, como un cristal de color azul, muy hermoso, lo tomé, admirando la piedra de cerca, "Vaya no te hubieras molestado es precioso, me encanta", dije intentando colocarlo en mi cuello, "Te ayudo, no es nada es que siempre me pareció que necesitas un cambiazo de look, vamos para que seas toda una lord, mi madre siempre ha sido muy elegante, en cambio los otros tres bueno al menos Donna hace lindos vestidos", terminó diciendo después de colocarme el collar, se veía muy bien, después de un momento entró Bela con prendas en sus brazos, "He traído lo que el Duke pudo conseguir, madre me ha dicho que te lo llevara", "Si, si, Bela trae el maquillaje y toma prestado el labial rojo de mamá", " ¿Su favorito? ¿estás loca? nunca lo presta", "Iré yo misma por él, quédense aquí, tú no te muevas" dijo señalandome, Daniela estaba muy emocionada y no le quitaría esa felicidad, me quedé mirando la ropa, bastantes elegantes, algo que nunca había sido mi estilo, pero ¿qué más da? esta era yo ahora. La puerta volvió abrirse con una Daniela cargando el pintalabios en su mano, "Lo encontraste, creo que estamos listas, pero movámonos  a un lugar sin posibles interrupciones" dijo Bela tomando las prendas de nuevo, lo siguiente fue que rápidamente me dirigieron por todo el castillo hasta su habitación, una vez ahí frente al gran tocador, Daniela empezó a peinar mi cabello, mientras Bela estaba dudosa de cual vestido elegir, me estaba divirtiendo después de todo, las risas no faltaban. 

La tortura fue el maquillaje, pocas veces en mi vida había usado y la verdad que te intente poner máscara de pestañas era realmente difícil, "Si te mueves no voy a poder terminar", "Lo intentaré pero siento que me sacarás un ojo", "Tranquila ya no quiero hacer eso" dijo riendo, "Listo, para lo que me ha enseñado madre no lo he hecho nada mal", finalizó diciendo con tono orgulloso, Daniela había hecho un buen trabajo, no me reconocía en el espejo, Bela camino hacía, "Woh te ves muy bien, pero más cuando te pongas esto", mostrando un vestido largo muy fino, color verde oscuro, de mangas larga, parecido al de una princesa. Me lo probé en el baño, el vestido dejaba ver sutilmente mi escote, con una tela aterciopelada, muy suave y una caída que dejaba notar más mis curvas, salí de ahí para mostrarles el resultado final, ambas hermanas se chocaron las manos, misión cumplida al parecer, di una pequeña vuelta a pedido de Daniela, "Gracias por esto son muy lindas", "Después de todo es nuestra manera de disculparnos" dijo Bela, "Ya quiero que te vea mi madre, se va a derretir" dijo Daniela acercándose más para darme un pequeño codazo, "Creo que si le va a gustar pero es mejor que devuelvan su labial antes de que se entere" reí, hace mucho tiempo no me sentía hermosa y con la mutación mucho menos, pero con esto había podido recuperar un poco más el autoestima. De pronto la puerta se abrió de golpe, Alcina estaba preocupada al no verme por ningún lado, estaba buscándome, entró diciendo, "Niñas han visto a…." su expresión de preocupación cambió totalmente al verme, congelada por unos segundos me volví a reír no esperaba una reacción tan notoria, "Madre cierra la boca, vuelve a respirar" dijo la rubia riendo a carcajadas junto a su hermana, "Perdón no me esperaba esta sorpresa, había pensado que tú estabas discutiendo con Cassandra en algún lugar del castillo", "Cof, cof no le dirás nada sobre su nuevo look, eso no te hace una buena novia mamá", expresó Daniela cruzando los brazos, "Me he quedado sin palabras, estas hermosa de verdad… mucho, tanto que mejor nos vamos de aquí", dijo tomando mi brazo rápidamente, "Será mejor que obedezca mi señora, hasta luego chicas" dije cerrando la puerta, la noche de nuevo sería muy larga.