Mi Dama de Fuego

Cassandra

Había terminado la lección, Alcina recibió una llamada de Heisenberg, asuntos privados así que salí del salón, en cuanto empecé a caminar sola por los pasillos, Cassandra apareció, estaba dispuesta a dejar en claro todo de una sola vez, rogando que no me matara en ese instante, se acercó a mí, por su aspecto sangriento había terminado de comer, "No sé cómo manipulas a mi madre, realmente no se que planean ustedes dos y está situación ya llegó al punto de estresarme", haciendo con su mano un puño controlando no golpearme, quise tranquilizarla, esperando una explicación de mi parte empecé a sincerarme, "Se que es difícil de entender, porque ni yo lo logro asimilar, todo fue muy rápido e incluso pensé que estaba soñando, pero…" en ese momento fui interrumpida por la castaña que estaba ansiosa, "Puedes llegar al punto maldita sea", asentí y continúe nerviosa, sin saber cómo colocar mis palabras lo único que se me salió decir fue, "En resumen tú madre me hace muy feliz y creo que yo la hago sentirse muy feliz también", dije cerrando los ojos, sonrojada por lo dicho, pude sentir como Cassandra se abalanzó sobre mí, ambas caímos al suelo, con ella estando encima, tomando mis brazos para que no intentara escapar, "Basta de juegos, ¿me estas diciendo que están enamoradas? Voy a vomitar si digo esa palabra una vez más, ¡voy a destruirte! ", su ataque venía directo hacia mí cara, pero una mano la detuvo, Daniela la había empujado, haciéndola a un lado, "¿Qué mierdas haces Daniela? "  "Evitando que te maten o no lo que nos dijo madre? Ella es el próximo intento de Miranda", "No le tengo miedo a Madre Miranda", dijo mientras se levantaba arreglando su vestido, sin saber qué decir sólo me quedé sentada en el suelo viendo como discutían sobre mí, "No seas impulsiva Cassandra o harás que destruyan a nuestra madre", dijo Bela acercándose desde el otro extremo, "¿Tú también estás de su lado? aghhh", "No estoy en ningún bando, la mortal me importa muy poco, pero si para mi madre es importante lo dejaré pasar", bueno al menos no me odiaba, pasaba de mi existencia, así que me levanté ordenando mi falda, en eso habló Daniela con mucha emoción, "Madre la ama, es una historia de amor y amo el romance, no puedo permitir que arruinen el momento", "Lo que dices me provoca náuseas, en fin dejaré esto, lo único que quiero es que no le hagas daño", "Jamás, no volverá a pasar lo prometo, en cuanto a ustedes no tienen que preocuparse, no vengo a reemplazarlas es más me gustaría empezar de nuevo", terminé diciendo estrechando mi brazo en símbolo de hacer las pases, pero sólo fue respondido por Daniela, Bela sonrió y se alejó de la escena y Cassandra era realmente un hueso duro de roer, pero finalmente sólo se relajó bajando sus hombros, suspiró afrontandolo, "Sólo no muestren sus sentimientos frente a mí", rodeó la mirada para después desaparecer. 

Me relajé, había terminado bien, estaba feliz de que no saliera tan mal, había tenido suerte una vez más, pero esta vez fui salvada por Daniela quién aún seguía a mi lado, "Entonces…", "Entonces ¿qué? pregunté, "¿Qué si mi mamá y tú son pareja? ", que contestar a eso cuando ni yo misma sabía lo que éramos exactamente, "No exactamente, digamos que tu madre no me lo ha dicho en palabras exactas", penosa mi respuesta, ahora que lo pensaba mejor ni siquiera he recibido una declaración oficial, "Mmm tranquila eso queda en mis manos", riendo desapareció, sin poder preguntarle lo que haría, ¿qué pensaría Alcina de todo esto? ¿Hice bien hablar tan deliberadamente? Mis preguntas fueron contestadas en un instante, al escuchar sus pasos aproximadamente, acercándose a mí, abrazándome por detrás, reconfortante, dejé de sentir aún la sensación temblorosa que tenía y sonreí, "Lo has logrado, bien hecho" pronunció en mi oído, su respiración en mi cuello encendían todas mis alarmas, era incontrolable lo único que hice fue voltearme rompiendo el abrazo, "¿Escuchaste todo? ", "Oh no sólo el final pero al verte entera sin heridas y mi hija Daniela saltando como conejilla alegre me deja en claro que todo está bien ahora", "No hice mucho, Daniela y Bela fueron las que me ayudaron más que todo", "Igual forma han controlado a su hermana impulsiva, ahora ven conmigo". 

Regresamos a su habitación, dejándome entrar primero, su expresión al cerrar totalmente la puerta, era de preocupación, en silencio esperé a que se sincerara conmigo, sabía que no eran buenas noticias, "Hablé con el insoportable de mi hermano, no entiendo el interés de él hacía a ti, ¿te ha mencionado algo?" en ese momento recordé la nota que me había dicho, pero no vi viable contarle eso, "No, nada, sólo que era importante algo así", me miró analizando mi respuesta, "Está muy extraño, me preocupa que te use para algo en contra de Madre Miranda, su devoción es cuestionable, no es alguien para confiar, ¿me entiendes?", asentí, "Entonces, tienes miedo de que si termino siendo la anfitriona perfecta el me use para destruir a Miranda?", "Me temo que de eso se trata todo, por otro lado no logré convencer a Madre Miranda, lo siento tanto, yo…" tomé sus manos al notar su voz quebrándose, "Entiendo que no puedes hacer mucho por tus hijas, estoy dispuesta afrontar mi destino, no te preocupes", una de sus manos rozó mi mejilla, "Sólo prométeme que estarás ahí conmigo", "No me voy a despegar ni un segundo lo prometo", respire hondo, estaba aceptando mi cruel destino, en el cual no sabía cómo iba a terminar, la posibilidad de quedar viva era realmente poca, lo que me fueran a introducir, podía mutar convirtiéndome en un cuerpo andante sin conciencia o ser perfecta para Miranda y morir como sacrificio o lo que sea, Alcina se dio cuenta que no me encontraba del todo bien, se arrodilló al frente para decir, "Hay una posibilidad de que al final no seas perfecta si no casi perfecta, como yo, como Karl, entonces te dejaría a un lado y serías mía finalmente", eso no sonaba tan mal, quizás si tenía suerte eso mismo podría pasar, lo que hacía por consolarme, que dulce es, sin más la besé con fervor respondiendo al instante. 

Interrumpió el dichoso beso para decir "Bajemos a cenar cariño"  mientras se incorporó caminando hacia la puerta, la seguí, comería en la mesa con las hijas a mi lado, vaya momento incómodo, al sentarme junto a mi señora, Daniela entró sentándose justo a mi lado, mirando el vendaje de mi brazo dijo "Por cierto una disculpa por el corte",  "No pasa nada Donna hizo un gran trabajo en curarlas" dije moviendo mi brazo, terminó sonriendo, en verdad que estaba feliz después de todo, como poco a poco me volvía parte de este lugar, empecé a probar bocado satisfecha y tranquila.