Capitulo 11:

93 7 0
                                    


Ayer estuve todo el día en el hospital. Recuerdo perfectamente que eran las nueve cuando me hecharon de la habitación. Mi madre se quedó a dormir allí con mi hermana y yo vine a casa en el taxi.

Son las diez cuando me despierto con una ligera musiquilla que proviene de la mesilla de noche que tengo al lado de mi cama. Abro los ojos para apagar esa cosa que me esta molestando y me doy cuenta de es el telefono y de que me están llamando. Es Eve asique a duras penas, descuelgo.

~llamada telefonica~
- ¡Buenos días Jany!

- Hola Eve...¿que pasa?- contesto con voz de sueño para ver si se da cuenta de que estoy medio dormida y me llama mas tarde.

- ¿Estas bien? Te noto rara.

- Si, lo que pasa es que estaba durmiendo.

- A vale no lo sabía. Bueno seré breve.

- Dime.

- Peter, Jake y yo habíamos pensado en ir al cine esta tarde y tomar algo y queremos que te apuntes.- me dice entusiasmada.

- Lo siento Eve. No tengo cuerpo para ir a ningún lado e iré al hospital a ver a mi hermana.

- ¿Está bien?- me dice pero esta vez con tono de preocupación.

- No.- contesto con tono seco.

- Lo siento mucho Jany. Iré a veros al hospital esta tarde sin falta.

- No, tu vete al cine y diviertete. No quiero que dejes de ir al cine por estar en un hospital. Enserio Eve, vete al cine.

- ¿Que habitación es? - me dice como si no le hubiese dicho nada antes.

- Tengo que colgar. Adiós Eve.- digo colgando antes de que me vuelva a preguntar por la habitación.

~fin de la llamada telefonica~

Después de dos minutos hablando por teléfono decido levantarme. No tenía pensado despertarme hasta una hora y media mas tarde pero ya que Eve me ha despertado, aprovecharé la mañana. De modo que me pongo unos jeans con una sudadera y unas deportivas para estar lo mas cómoda posible. Peino mi larga melena de color castaño claro hasta la cintura, me lavo la cara, cojo el teléfono y bajo al piso de abajo. Iba a desayunar pero no tengo hambre asique cojo las llaves y salgo de casa cerrando la puerta con llave ya que estoy sola.

Odio estas mañanas en las que me despierto sola, sin nadie que me diga buenos días ni me acompañe en el desayuno. Sé que no sirvo para estar sin nadie cerca asique procuro no estarlo nunca. Pero mi hermana esta en el hospital y mi madre esta con ella así que me esfuerzo en dejar de pensar en mi para pensar en ella, o mejor, en ellas ya que ni madre lo está pasando muy mal. No la culpo de sus sentimientos. Es su hija pequeña y es la que tiene mas vida por delante. Si fuera yo la que estuviera en su lugar, las cosas serían mejores ya que el sufrimiento para mi madre sería mas leve.

Despierto de mis pensamientos cuando la puerta da un golpe fuerte al cerrarse a causa del viento.

Me dirijo al hospital andando. Se tarda mas o menos media hora a pie y diez minutos en taxi o en bus, pero iré andando ya que no tengo dinero ni para el bus ni mucho menos para un taxi. Además, caminar nunca viene mal y menos cuando de vez en cuando sopla un aire calido que me hace sentir muy a gusto.

Después de diez minutos caminando, noto cómo va desapareciendo la luz y el cielo se vuelve cada vez mas oscuro. A los dos o tres minutos, empieza a llover. Camino cada vez mas rápido para mojarme lo menos posible ya que no tengo paragüas y simplemente llevo una sudadera como abrigo. Además, no me gustaría llegar al hospital con una pulmonía. Lo que faltaba. Camino rápido pero a un ritmo considerable ya que me estoy mojando y quiero llegar lo antes posible aunque todavía me quedan al menos veinte minutos de trayecto.

De repente, una mano me coje por el brazo y tira de mi hacia un callejon oscuro pero con techo sacándome de mis pensamientos. No consigo ver nada y alguien me está agarrando por el brazo con una mano tan fuerte que no consigo soltarme y con la otra parece que busca algo. Me quedo inmovil para no llamar mas la atención de esa cosa que se hace llamar persona aunque lo que mas deseo es darle una patada y salir corriendo. Cuando noto que ya deja de manipular cosas con la única mano que tiene libre, me tenso aún mas de lo que estoy. Me tiene pegada a la pared y no se porque pero no me puedo mover. Tengo miedo. Me apunta con una luz muy cerca de mi cara, pero no puedo ver la suya. Esa luz me esta dejando ciega por momentos y desearía cerrar los ojos pero me duelen demasiado como para hacerlo. Lo único que puedo ver es esa gran luz y una masa humana detrás de ella. Me estoy poniendo nerviosa porque no consigo distinguir a esa persona a causa de la poca luz pero su olor me es muy familiar. Es un olor que ya he olido antes, un olor a una colonia que me gusta demasiado y que solo usa una persona. Huele a una mezcla de muchos olores que es imposible describir. Huele a...

- ¿Jake? - digo cuando porfin me doy cuenta de quien es.

- Mierda Jany, quería darte un susto. - me dice tirando la linterna o lo que sea al suelo.

- Susto me has dado bastante así que sueltame que llego tarde. - pero en vez de soltarme, me agarra la otra mano con su mano libre y me acorrala aún mas a la pared. - Sueltame Jake, me tengo que ir. - estamos a pocos centímetros de distancia y nuestras caras casi pueden tocarse.

- No te vas a ir a ningún lado. - me dice justo cuando intento soltarme para retomar el camino hacia el hospital.

-Jake lo digo enserio. Me están esperando.

- ¿Quien? ¿Tu novio?

- ¿Que dices? Yo no tengo de eso. Joder sueltame ya.- estoy enfadada. Necesito llegar al hospital a las once para que mi madre pueda descansar en casa antes de ir a trabajar a las dos y mi queridisimo amigo no me deja en paz.

- Bien, entonces te quedas conmigo. Lo vamos a pasar muy bien.- Me guiña un ojo de manera juguetona.

- Jake por favor necesito llegar al hospital para que mi madre pueda irse a dormir a casa así que te ruego que me sueltes. Por favor.- se que le estoy suplicando pero necesito que me suelte para llegar a tiempo. Solo son las diez y tengo tiempo de sobra pero se que si nos entretenemos no llegare ni de coña.

- ¿Al hospital?- me pregunta mirándome de arriba a abajo.

- Si, a ver a mi hermana.

- ¿Que le pasa?

- No lo saben ni los médicos pero esta cada vez peor así que tengo que ir a verla.- se me están llenando los ojos de lágrimas y no quiero llorar. Ahora no.

- No lo sabia. Yo te llevo. Tengo el coche ahí mismo.- me dice mientras me suelta y me arrastra hacia su coche. La verdad es que le estoy muy agradecida.

Cuando ambos nos subimos y comienza a conducir hacia el hospital, ahogo un sollozo mientras le digo «gracias».

- No te preocupes, se pondrá bien.- me dice poniéndome su mano derecha sobre mi muslo para darme apoyo.- Si es tu hermana seguro que es tan dura de pelar como tu y nada puede derribarla.

No puedo evitar sonreír al oír sus palabras y como agradecimiento por lo que me acaba de decir, decido cojerle la mano que tiene sobre mi muslo.

The last summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora