Capítulo 45.

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Dos días. Dos días han pasado desde que me contaron que Madison es mi hermana. Dos días desde que se llevaron a Jake a no se dónde. Dos días que no como nada y nadie aparece por aquí. No se si es bueno o simplemente quieren que me muera de hambre, pero desde luego, como sigan así, no voy a durar mucho mas. Mis tripas rugen y no puedo hacer otra cosa que intentar no pensar en comida. Por suerte me dejaron una botella de agua de tres litros y en esta habitación hay un pequeño retrete.

Estas últimas 12 horas más o menos he conseguido no pensar en nada ni nadie, pero pronto vuelven los recuerdos. No sé si alguna vez lo he dicho pero siempre pensé que viviría una vida de cuento de hadas con mi príncipe azul y mis reyes esperándome en casa para regañarme por salir fuera de las murallas del castillo en un acto de rebeldía impulsado por mi príncipe. Sin embargo aquí estoy, viajando en los recuerdos, viajando a lugares que no pensé recordar nunca, pensando en lo que odio a mi padre pero lo mucho que lo he querido cuando estaba con nosotras. No puedo olvidar los momentos que he pasado con Jake y me pregunto ahora ¿a dónde os lo habéis llevado? Sólo con pensar en que me dijeron que posiblemente no lo vuelva a ver me pone los nervios de punta.

Y así me paso los días, reconstruyendo algo que podría ser perfecto para mí pero que sin embargo es una mierda.

Echo de menos a Evelyn y a Peter pero sobre todo a mi madre y mi pequeña Sussy. Sabiendo lo que es capaz de hacer Thomas, sólo me preocupo aun más

No sé en qué momento de mis delirios mentales me he quedado dormida pero para cuando me despierto empapada en sudor por culpa de mis constantes pesadillas, una bandeja con un sándwich, una manzana y un zumo se encuentran a mi lado. Me faltó tiempo para lanzarme sobre ella y devorarlo todo en menos de lo que canta un gallo. Pensándolo bien podría haber tenido algún tipo de veneno o droga pero en este momento es lo de menos. Quizá morir sería una de mis mejores opciones, la cual la he intentado llevar a cabo pero esta gente es lista y lo único con punta que hay aquí son las esquinas de las paredes y, para mi desgracia, no cortan.

Abro los ojos de nuevo, que no sabía ni que los había cerrado otra vez, y lo primero que veo es una sombra. Tengo que frotarmelos bien para comprobar que quién tengo delante realmente es Madison. No me sorprende que sea ella en sí, lo que me sorprende es que por fin han dado señales de vida.

- Lo siento.- es lo primero que dice y por un momento me parece ver que realmente se arrepiente, hecho que cuando la luz ilumina su cara se confirma.

Tiene grandes ojeras bajo los ojos y varios moratones en sus mejillas. Parece cansada y ha adelgazado en los dos días que no la he visto. Sé que han pasado dos días por intuición pero bien pueden haber pasado tres o dos quién sabe.

Mi mirada de desconcierto parece a darle a entender que no sé de qué habla pues continúa hablando.

- Thomas está realmente mal de la cabeza. No sabía lo que estabas soportando y cuando me di cuenta ya era tarde.

- No sé de qué hablas .- murmuro con dificultad. Estar dos días sin hablar ni una palabra no es bueno.

- Cuando salimos de aquí después de contarte toda la historia, comenzó a golpearme y a decirme que soy igual de zorra que mi madre y ahí te entendí. Nadie merece que su padre la trate de este modo. Por eso te pido disculpas aunque sé que con eso no basta.- se acerca a mi con cautela y toma asiento a mi lado.- Sé que no vas a olvidar lo que te hice porque te jodi la vida durante mucho tiempo y aún más cuando llegó Alexander, pero necesito que por lo menos tú me entiendas y me perdones. No sabes lo que se ha montado ahí fuera. Thomas y Alexander se han vuelto locos. Es insoportable.- solloza.

- No puedo olvidar todo sin más pero te perdono. Al fin y al cabo somos hermanas y no creo que tengas la culpa de tus actos.

- ¿qué quieres decir?

The last summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora