Capitulo 7.

122 11 1
                                    


Me despierto notando un fuerte dolor en la cabeza, resaca. Estoy dentro de una cama que no es la mía. No conozco este lugar en el que estoy. Es una habitación grande con una cama hipergrande y muy calentita en la que estoy en este momento. En un lateral hay muchos muebles y en el otro lateral esta el escritorio.

En frente de mi puedo ver una puerta que seguro que lleba al baño así que me levanto poco a poco de la cama y voy hasta alli. Es amplio. Me lavo un poco la cara y regreso a la habitación.

En cuanto me acuesto otra vez en esta cama desconocida, Jake entra por la puerta con una bandeja en la mano.

¿Que hay en la bandeja? ¿Sera para mi? No, no creo, seguro que es para el. Pero, ¿estoy en su cama? ¿Que hora es y que ha pasado? ¿Que hago aquí? Demasiadas preguntas sin respuesta.

Cuando cierra la puerta se aproxima a mi con una leve sonrisa maliciosa en la cara. ¿Porque me mira así? Inmediatamente le miro extrañada y a la vez con odio. No se que es lo que hago yo en su cama pero de seguro que no es nada bueno si se trataba de su cama, la cama del mismo me me mojo con un charco aquella noche.

Esta parado delante de mi cama, bueno, de su cama. No deja de mirarme con esa mirada tan de diablo y con una sonrisa que le hacia una bonita cara.

- ¿Porque me miras así? - digo finalmente.

- Porque estas en mi cama.

- No se que hago aqui , la verdad. - digo mientras me levanto para irme. Pero justo antes de posar un pie en el suelo me interrumpe dándome la bandeja con la comida. Oh si, es para mi.

- Toma. Come un poco para recuperarte del todo.- me dice mientras se sienta en frente de mi en su cama.

- ¿Recuperarme de que Jake? Estoy perfectamente. - intento levantarme de nuevo pero me frena otra vez.

- Come y te cuento lo que pasó, que no es gran cosa pero si insistes... - y otra vez pone esa sonrisa de diablo.

- Esta bien, pero solo un poco.- le respondo justo antes de mirar la bandeja.

Esta llena de comida. Hay una enorme taza de café y un croissant, magdalenas y un par de tostadas con mantequilla. ¿Me quiere hacer engordar o que? Esto es mucha comida. Normalmente solo tomo un café para desayunar, aunque no se si esto sera mas bien la cena que el desayuno.

Empiezo a comer una de las magdalenas cuando Jake empieza con lo que pasó.

- Estábamos jugando a un juego. El de decir cosas y beber si las has hecho. - asiento con la cabeza ya que parece que lo cuenta como que no lo entendiera.- estábamos en la segunda ronda y vi como que te mareabas un poco pero no te hice mucho caso. Sin embargo, quedaba bebida para la ultima ronda y ya no reconocias nada de lo borracha que estabas así que te cojí en brazos y tras acomodarte en mi cuello te traje a mi habitación para que durmieras y descansaras. Y ahora son las nueve y esta es tu cena. - dice señando la bandeja llena de comida.- Y antes de que digas nada de tu madre, ya la avisamos de que te quedabas a dormir en mi casa para estudiar mejor esa asignatura que suspendiste en junio.

Mientras me cuenta todo eso yo sigo con mi segunda magdalena y mi tazón de cafe, que estan muy ricos la verdad. No se como se creyó mi madre lo de que yo estaba estudiando lengua nada mas acabar el curso pero no voy a pensar mucho en ello y sigo comiendo.

Pero cuando me doy cuenta de que dijo que yo, o sea YO, me había acomodado en su cuello paro de comer inmediatamente y lo fulmino con la mirada.

- ¿Como puedes decir que me acomodé en tu cuello?- le digo mirándolo con cara de asco.

- Porque es la verdad. - no me esta gustando nada esa chulería al responderme.

- Mentira. Nunca estaría cómoda encima de ti. Te odio.

Justo en ese momento, coge mi bandeja y me la quita de encima de las piernas para ponerla sobre su gran mesita de noche. ¿Que hace? ¿No ve que estoy comiendo? Le miro confundida y a la vez cabreada. No entiendo nada.

Miro hacia la ventana, confundida y entonces noto que una mano busca la mia, hasta que la encuentra y se me hacelera el pulso. Nunca nadie me había cojido de la mano de esa manera. Si que me habían cojido de la mano pero no de esta forma tan suave y cuidadosa como lo acaba de hacer Jake. Por mucho que lo odie a el y a su manera de hablar no puedo evitar que se me forme un nudo en la garganta cuando me toca, y la verdad no se porque.

Una vez que encuentra mi mano, yo sigo mirando por la ventana. Es entonces cuando noto que esa mano tira de mi tan fuerte que me caigo sobre el dueño de dicha mano.
Me encuentro sentada sobre Jake, a algunos centímetros de el, pero aun así estoy muy incomoda no por el hecho de estar sobre el, sino porque no me gusta estar tan cerca de un chico. Asique tiro un poco de mi mano para soltarme pero él me la agarra con mas fuerza. Nos miramos a los ojos y me dice:

-¿Estas cómoda?- hay algo en su mirada que me atrae. No debería de haberle mirado a los ojos ya que soy muy manejable cuando lo hago, pero me atraen demasiado esos ojazos azul cielo.

- No.- le respondo con una mirada extrañada. Al oír mi respuesta tira un poco mas de mi para acercarme a él.

-¿Y ahora?- vuelve a preguntarme con una sonrisa.

-No.- mierda, me está temblando la voz. Al oír de nuevo mi respuesta negativa vuelve a tirar de mi para acercarme mas a él. Ya estamos a pocos centimetros el uno del otro y puedo notar mi respiración entrecortada y como se nos acelera el pulso a ambos. Nuestros alientos se funden en uno solo y no puedo negar que me guste. No me di cuenta hasta ahora de que estoy sentada a horcajadas encima suyo y que el tiene las manos en mis caderas, cosa que odio porque me hace estremecer. Intento quitarle las manos de mi propiedad y cuando el se da cuenta, me aprieta mas contra el.

-¿Y que me dices ahora?

Mierda, mierda, mierda. Se que tengo que decirle que no porque no quiero que sepa que estoy a gusto encima de el, pero ese es el problema, no quiero estar a gusto sobre sus piernas. Pero si le respondo que no me acercara mas a el y creerme cuando os digo que como nos acerquemos mas no seran solo nuestros alientos los que se junten. Me niego, así que le responderé que no.

-No.- me tiembla demasiado la voz. Es en ese momento cuando pega el ultimo tirón y se acerca despacio a mi oído.

Pone una risita malvada y me da un beso justo debajo la oreja que me hace estremecer, que hace que surja de mi cuerpo un escalofrío y que se me pongan los pelos de punta. Y el se da cuenta de todo eso así que se rie todavía pegado a mi oreja. O se quita ya de ahí o enloquezco. La verdad es que no sabía estas partes tan sensibles de mi cuerpo hasta que Jake me ha tocado la cadera y besado mi oreja.

- Esto es lo que pasa por jugar Jany.- me dice susurrando al oído y me da otro beso en el mismo lugar que antes.

Voten y comenten si les ha gustado hasta ahora. Muchas gracias.

The last summer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora